¿Qué es un «facelift» o «restyling»?
En la industria automotriz nos encontramos con diversos términos para definir modificaciones en un modelo determinado del mercado. Pero en función de cómo de profundas sean estas alteraciones, deberemos llamarlas de un modo u otro.
En esta ocasión nos vamos a ocupar de aclarar qué es un «facelift» o «restyling» en relación a la industria automovilística, para que usted, como cliente, tenga claro qué tipo de coche se va a encontrar y qué actualizaciones ha recibido cuando vaya a afrontar una compra.
Qué es un facelift o restyling
El «facelift», «restyling» o lavado de cara hace referencia a la actualización de un modelo ya existente y asentado en el mercado. En este caso, las modificaciones realizadas en el vehículo, lo que los fabricantes también denominan «reingeniería», comprenden una revisión típica de cada modelo con modificaciones en el interior y cambios de importancia variable en la estética exterior. Cosas como paragolpes revisados, nuevas llantas o faros entran dentro de lo habitual en este tipo de renovación.
Además, el «facelift» suele venir acompañado de una revisión en el catálogo de equipamiento y opciones, así como en el precio de cada versión. Eso sí, la plataforma seguirá siendo la misma, aunque también se pueden producir variaciones mecánicas como la modificación de la oferta de motores o la revisión de suspensiones u otros elementos.
Ejemplos de facelift o restyling actuales
Uno de los modelos que ha recibido recientemente un lavado de cara o «facelift» es el Audi RS5, que vio modificados diversos elementos como aproximación al nuevo lenguaje de diseño que la marca de Ingolstadt quiere ir introduciendo progresivamente en toda su gama.
Dichos cambios se remiten exclusivamente a la estética, con una parrilla más achatada y tomas de admisión de aire sobre la misma. También se modificaron los faros de luz diurna y los faros LED de la zona posterior, así como el paragolpes trasero. En el interior, se modificó la pantalla táctil en tamaño y orientación, así como los gráficos digitales de la instrumentación.
Otro ejemplo de «facelift» es el que sufrió el Hyundai Grandeur a finales de 2019, cuando el gran sedán coreano recibió numerosas actualizaciones estéticas tanto en el exterior como en el interior.
El planteamiento técnico del coche contaba con tres años de antigüedad, pero la renovación estética le permitió a Hyundai impulsar al Grandeur en el mercado. El frontal fue completamente renovado, con cambios en ópticas y paragolpes. En la zona trasera, la revisión fue igualmente notoria al adoptar un diseño más limpio y unas ópticas LED con forma de U invertida.
Además, en el interior se incorporaron nuevos colores, tablero de instrumentación digital y una pantalla central de mayor tamaño, entre otros elementos como un parachoques delantero o trasero revisado, luces nuevas o nuevos diseños de ruedas. En otras palabras, una actualización es el cambio más pequeño posible realizado en un automóvil, además de las revisiones normales de un año a otro.
Otro tipo de «facelift» o «restyling» es el que sufrió el Ford Mustang en 2017, cuando la marca estadounidense decidió actualizar la oferta mecánica de motores de cuatro y ocho cilindros, prescindiendo de la de seis.
Diferente sería la renovación más profunda de un modelo determinado, pues entonces hablaríamos de una generación nueva que incluye en ocasiones cambio de plataforma, así como una renovación profunda de su diseño y mecánica. Un claro ejemplo de ellos es el Volkswagen Golf, que cuenta ya con ocho generaciones de un modelo que salió al mercado en 1974.
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