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"Brexit" blando, una posible solución para la industria del automóvil

Se acerca la fecha de la ruptura con la Unión Europea y el Reino Unido busca un mal acuerdo antes que no tener ninguno. Tras una reunión del Gobierno británico ayer, se busca desbloquear la situación con Bruselas. Los fabricantes pueden respirar, de momento.

6 min. lectura

Publicado: 07/07/2018 21:00

Estas son las condiciones que deberá aceptar Bruselas

Hasta la fecha, las negociaciones entre Bruselas y Londres por el "Brexit" estaban bloqueadas. La Unión Europea tiene la sartén cogida por el mango, es Reino Unido quien tiene que hacer cesiones, y no al revés, porque es quien más tiene que perder. A su vez, en Reino Unido están divididos entre europeístas y euroescépticos.

Ayer se reunió la primera ministra, Theresa May, con los miembros de su Gabinete para determinar la relación comercial que se quiere con la Unión Europea. Al final se ha logrado una intención de "Brexit" blando, es decir, sin abandonar por completo el mercado único, lo cual pretendían para fijar sus propios aranceles con el resto de naciones.

La propuesta del Reino Unido, que Bruselas debe ahora valorar, consiste en evitar fronteras "duras", teniendo en cuenta también Irlanda (dividida entre Irlanda e Irlanda del Norte). Se trata de lograr una "zona de libre comercio entre el Reino Unido y la UE" en la que haya facilidades para los negocios.

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Los euroescépticos no querían que el mercado único (de mercancías) implicase la libertad de circulación de personas, lo que ahora garantiza el Tratado de Schengen. Como en todo discurso populista, hay que buscar un enemigo exterior, y este es, entre otros, la inmigración europea que busca aprovecharse de los recursos públicos británicos.

Pero ahora el Reino Unido propondrá mantener la libertad de circulación de personas, pero con condiciones, lo cual se acerca mucho al modelo de convivencia que tiene la Unión Europea con países como Noruega y Suiza: dentro de la zona EFTA (de libre comercio). Este escenario fue contemplado ya por el Real Instututo Elcano hace dos años.

Reino Unido busca mayor autonomía a nivel comercial, legislativo, normativo, de fronteras... pero manteniendo el mercado común

No obstante, ningún escenario posible es más ventajoso para el Reino Unido que el que ya disfruta ahora, como miembro de los 28. Pero aunque no sea más ventajoso, a la industria del motor en el Reino Unido este acuerdo les parece mejor a que no haya ninguno. De hecho, el peor de sus temores era el "Hard Brexit", salir de la unión aduanera y la zona Schengen.

Para los fabricantes es esencial que las mercancías puedan fluir de un lado a otro del Canal de la Mancha sin aranceles que inflen los precios, y que no haya aduanas creando cuellos de botella para el continuo trasiego de materias primas y componentes intermedios. Algunos coches necesitan varios saltos de un lado a otro del Canal para terminarse.

Esto es así porque los fabricantes han encontrado con los años la solución más eficiente, que es ir cogiendo componentes del y para el continente. De hecho, el Nissan Qashqai es un ejemplo claro, el 30% de sus componentes tienen como origen España, en vez de haberse hecho todo de forma local -que intuitivamente parece más lógico-.

No solo eso, los fabricantes quieren que haya libertad de movimiento para sus trabajadores, especialmente los que mayor talento tienen, es decir, su nacionalidad es lo de menos. Las multinacionales tienen un elevado mestizaje de nacionalidades, aunque luego su comunicación interna sea en inglés, en francés o en alemán.

Fabricantes como Jaguar Land Rover, Nissan o BMW han presionado muy fuerte al Gobierno del Reino Unido para que no se equivoque con una decisión que lesione sus negocios. Aunque su salida no sea inmediata, se pueden llevar sus inversiones a otra parte y reducir el aparato de fabricación británico a satisfacer las necesidades del archipiélago, con una importante reducción de recursos.

La pelota se pasa al tejado de la Unión Europea, que debe valorar la propuesta y ver si puede ser un riesgo para la cohesión del ente supranacional. Bruselas teme el efecto contagio, que más países quieran una relación "especial" y se vaya al traste el modelo de solidaridad internacional y todo aquello que tanto tiempo ha costado cohesionar.

No tengo mucha confianza en que Bruselas acepte las 12 condiciones firmadas ayer

No hay que olvidar que la Unión Europea se ha fraguado sin necesidad de pegar ni un solo tiro -ya se habían pegado todos antes- y no hay una potencia que haya sojuzgado a las demás con la fuerza de las armas. Este modelo, aunque no sea perfecto, ha sido lo mejor que han disfrutado los europeos desde ¿el Imperio Romano?

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