Caos veraniego en Madrid: se dispara la contaminación, los accidentes y el consumo de combustible
La capital de España vive un verano especialmente complicado en sus carreteras. Las obras en la M-30 y la A-5 han convertido los trayectos en un suplicio: más tiempo perdido, más estrés al volante, más consumo de combustible y, de paso, más contaminación.
El último estudio de Geotab, basado en el análisis de más de un millón de desplazamientos de vehículos conectados, no deja lugar a dudas: la movilidad en Madrid se ha deteriorado drásticamente desde que arrancaron las obras en dos de sus principales arterias.
Comparado con el mismo periodo del año pasado, los datos reflejan un escenario en el que el tráfico se ha vuelto más denso, errático y peligroso.
Los datos destapan el caos
El informe realizado por Geotab desvela que en el Nudo de Ventas, una de las zonas más afectadas y que se sitúa en la M-30, los trayectos se alargan de media un 32 %, mientras que las paradas han crecido un 41%.
La factura no se queda ahí: el consumo de combustible se ha disparado un 31 %, acompañado de un incremento del 29% en los frenazos. Todo ello dibuja un panorama de atascos constantes y una conducción marcada por la tensión y la falta de fluidez.
El panorama en la A-5 a su paso por Campamento tampoco es mejor. Los conductores se enfrentan a un aumento del 13 % en la duración de los viajes, con un 26 % más de detenciones y un 16 % más de gasto de combustible.
Pero lo que más preocupa es el incremento de las maniobras bruscas: los frenazos se disparan un 79 %, los acelerones un 23 % y los giros bruscos un 36 %, señales claras de un tráfico más imprevisible y, por tanto, más propenso a accidentes.
«Estos resultados subrayan el valor de los análisis basados en datos para todos los actores implicados en la movilidad de Madrid», explica Iván Lequerica, vicepresidente de EMEA en Geotab. Según él, monitorizar en tiempo real cómo afecta la congestión permite anticipar rutas alternativas y gestionar mejor los desplazamientos en periodos de grandes obras.
Un verano insufrible
La teoría suena bien, pero en la práctica los madrileños viven un día a día marcado por embotellamientos y un aire cada vez más contaminado. El verano, que ya de por sí dispara el uso del aire acondicionado y el consumo de combustible, se ha convertido en un auténtico infierno sobre ruedas.
La conclusión es clara: Madrid se enfrenta a un caos circulatorio que no solamente desgasta a los conductores, sino que también pasa factura al bolsillo y al medio ambiente. Y lo peor es que, con las obras en marcha y sin soluciones inmediatas a la vista, este escenario parece que se prolongará durante meses.