Más de la mitad de las carreteras están destrozadas. Pues además de ser más inseguras, nos crean un sobrecoste silencioso
El último informe de la Asociación Española de la Carretera nos muestra un panorama bastante desolador respecto al estado de la red de carreteras de nuestro país. Solo este verano, estas nos costarán más de 270 millones de euros en sobrecostes "silenciosos" a los españoles.

Si has podido viajar por otros países u otros rincones del mundo, no podrás negar que en España tenemos una más que aceptable red de carreteras y que, por lo general, somos buenos conductores. Siempre hay “peros” o detalles que se pueden echar en cara, eso es cierto, pero comparativamente podemos salir ganando.
Eso no quita, sin embargo, que no podamos hablar de las grandes deficiencias que podemos encontrarnos en nuestras carreteras. Y no cabe duda de que una de las grandes preocupaciones en este sentido está en el estado general de las carreteras de nuestro país.
La Asociación Española de la Carretera (AEC) ha realizado un profundo análisis sobre el estado de conservación de las infraestructuras viarias en nuestro país, y las conclusiones son un tanto bochornosas: más de la mitad de las carreteras que dependen del Estado, CC.AA. y Diputaciones Forales presentan «deterioros de gravedad».

Según la AEC, las carreteras españolas están en el peor momento de su historia reciente, y más allá de las implicaciones que trae para la seguridad de todos y la necesidad de una fuerte inversión pública, también hay más consideraciones que no se nos pueden escapar. Por ejemplo, el sobrecoste para el bolsillo de los conductores.
Cuánto de más pagamos por las carreteras en mal estado
Como nos recuerda la asociación, el estado de las carreteras tiene una repercusión directa en nuestras cuentas corrientes. En primer término, porque prácticamente todo el dinero destinado para el mantenimiento y conservación de estas proviene de dinero público. Es decir, de nuestros bolsillos.
Sin contar el dinero necesario para poner a punto nuestras carreteras (estimado en 13.491 millones de euros), hay otro sobrecoste que podríamos decir que es “silencioso” y que nos afecta a todos.

El deterioro de las carreteras tiene un efecto directo en la forma de conducir, provocando que gastemos un 12 por ciento más en combustible. También tiene una influencia en el tiempo de más que perdemos: reducimos la velocidad de circulación una media del 10 por ciento. Los turismos, por ejemplo, utilizamos un 20 por ciento más de tiempo para el mismo recorrido; los autobuses, un 25 por ciento, y los camiones un 12,5 por ciento.
La AEC nos recuerda que los precios del transporte de mercancías se establecen en función del tiempo: cuanto más se desperdicie por el mal estado de las carreteras, acabará repercutiendo más en los precios del producto final, estimado en un 10 por ciento más según el estudio.
Para que te hagas una idea, solo en los meses de verano de julio y agosto en nuestro país, los españoles estaremos pagando un sobrecoste de los desplazamientos que superará los 270 millones de euros. Esto es el equivalente a 4 millones y medio más de sobrecoste en combustible cada día.

Las Comunidades Autónomas más afectadas
Según AEC, 34.000 kilómetros de nuestra infraestructura necesita una reconstrucción urgente, representando el 32 por ciento del total. Pero es que el 52 por ciento, equivalentes a 54.373 km, está en una situación pésima y presenta deterioros de gravedad, la peor desde la década de los 80.
El estudio determinó que Aragón, Castilla-La Mancha y Galicia son las regiones donde en peor estado están las carreteras en la actualidad: el 68 por ciento de las vías en la región aragonesa presenta «deterioros graves», por el 59 por ciento de las otras dos.
Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Extremadura, Cantabria, País Vasco, Navarra, Andalucía y Cataluña son, en el otro lado de la moneda, las regiones con menor porcentaje de carreteras en este estado tan pronunciado, estando por debajo de la media nacional.
Fuente: AEC