'Mejor que un Mercedes'. La verdad que se esconde detrás de los coches chinos que han causado un boom en las ventas en Rusia
Los fabricantes europeos ha estado presentes en Rusia hasta que estalló la guerra con Ucrania. La espantada se hizo realidad en pocos meses, dejando sus fábricas a merced de los chinos, donde son ahora los reyes. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Un informe ha revelado cuán buenos son los coches chinos y cuáles son sus fallos más habituales.
5 min. lectura
Publicado: 18/05/2024 20:00
Es de sobra conocido que la guerra entre Ucrania y Rusia ha causado un maremoto en la industria automotriz. La gran mayoría de fabricantes europeos, americanos, japoneses y hasta coreanos abandonaron sus instalaciones para no ser acusados de ser parte de la contienda. Incluso, la nacional de Avtovaz, la que fabrica los LADA cerró de la noche a la mañana al encontrarse sin la ayuda de Renault.
Una marca que tenía grandes planes de futuro por delante ahora está cerrada, y se desconoce si algún día volverá a abrir sus puertas. La espantada fue aprovechada por las marcas chinas para producir sus modelos en ellas, como así ocurrió con una factoría de Stellantis donde se fabricaban modelos de Citroën. Hoy, las carreteras de Rusia están más pobladas de coches chinos que nunca antes, calificados por miembros del gobierno como «mejores que un Mercedes».
Los rusos no opinan lo mismo de los coches chinos que el Gobierno
El alto cargo que visitó una fábrica de coches en China guiñó el ojo a su socio asiático y a sus conciudadanos, porque es lo único que pueden comprar. En los cuatro primeros meses del año, se han vendido en Rusia cerca de medio millón de coches chinos. Concretamente 467.700, de los que sólo 133.000 son de LADA, lo que les quedase en stock, llevándose la palma los Haval, Geely y Chery.
Pero no es oro todo lo que reluce, porque las opiniones de los rusos difieren mucho de la del alto cargo del gobierno. Un informe elaborado la agencia de la industria de servicios de Rusia ha calificado a los coches chinos como tres veces peores que peores. El responsable de una red de talleres rusa afirma que «La vida útil de los coches chinos es varias veces más corta que la de los europeos y se estropean con más frecuencia. En la mayoría de los casos, la instalación eléctrica, las cajas de cambios -robotizadas- y el sistema de frenos». De otro taller, añaden la suspensión, la electrónica y el motor.
Sin recambios, la importación es la única salida a los coches chinos
Una gran mayoría de coches chinos vendidos en Rusia proceden del mercado de ocasión del gigante asiático, por lo que aún disponen de garantía, pero la realidad emergerá en un plazo de dos años. Peor es que cuando se necesitan recambios y no los hay, o cuando una reparación ha de realizarse en un servicio autorizado por la marca, una autorización que tarda más de lo deseado en llegar, si es que llega.
Fuentes que no han querido ser reveladas apuntan que los fallos de producción en piezas son muy habituales; por ejemplo, al variar unos milímetros un componente, lo que hace que no encaje, un tiempo perdido y nuevamente a esperar. Lo peor, las piezas de estampación de chapa, por las que hay que esperar varios meses, o la falta de información técnica para abordar reparaciones más concretas.
La desesperación de los rusos los lleva a buscar modelos de otras marcas a través de importaciones paralelas, lo que también tiene un problema: los menús de las pantallas se encuentran en otros idiomas o no pueden actualizarse. Kirguistán es uno de los países «amigos» de Rusia, por lo que este país exporta coches a Rusia, hasta un 17 por ciento de coches durante el pasado año 2023.