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La realidad en Rusia: los socios chinos ayudan a fabricar coches Citroën en una planta inactiva de Stellantis

La espantada de los fabricantes occidentales de Rusia tras la invasión a Ucrania ha tenido un claro efecto colateral: los rusos dependen ahora más que nunca de China, hasta el punto de darse situaciones como esta que escapan al control de las principales marcas de coches.

La realidad en Rusia: los socios chinos ayudan a fabricar coches Citroën en una planta inactiva de Stellantis
Esto es lo que está pasando en Rusia con kits procedentes de China de coches Citroën.

4 min. lectura

Publicado: 16/02/2024 08:00

La invasión rusa de Ucrania hace ya dos años tuvo tal repercusión que todas las marcas de coches presentes salieron de allí, abandonaron sus fábricas y dejaron al país a su suerte en materia automovilística.

Por entonces, la fuerte dependencia de Occidente por parte de Rusia supuso un duro golpe para su economía, especialmente la automovilística, que vio caer su producción de vehículos ligeros un 97 por ciento.

En consecuencia, los rusos han desviado su atención, nunca mejor dicho, a un socio que no ha tenido reparo en aprovechar la situación. Ahora es China la que ocupa ese hueco dejado por los fabricantes occidentales (europeos, estadounidenses y japoneses), algo que les ha venido verdaderamente bien para aumentar su expansión internacional.

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Ya en su momento empezábamos a hablar de esta nueva realidad rusa: su fuerte dependencia ahora de China, que ha llegado a copar el mercado de su vecino con un 56 por ciento de las ventas, mientras que los fabricantes locales se recuperaban con el paso del tiempo.

Socios chinos de Rusia están importando kits para fabricar unidades del Citroën C5 Aircross.

Rusia fabrica coches Citroën... sin permiso

Sin embargo, nos ha llamado la atención un hecho del que se ha hecho eco la agencia Reuters. Los operadores rusos están usando una planta inactiva de Stellantis para que, a través de un socio chino, puedan producir vehículos de la marca Citroën. Y todo ello, sin el consentimiento de la marca francesa, claro.

La empresa rusa Automotive Technologies importó el pasado mes de diciembre al menos 42 kits de automóviles para poder ensamblar el SUV Citroën C5 Aircross en la planta de Kaluga. Pero ojo, porque se plantean recuperar la producción en masa para el 2024, si saber en este caso el proveedor ni qué modelo sería este.

Esta planta, por cierto, todavía es propiedad mayoritaria de Stellantis, como demuestran los registros aduaneros (70 por ciento suyo y el 30 restante de Mitsubishi), y en su día llegaba a producir 125.000 vehículos al año de las Peugeot, Citroën, Opel y Mitsubihsi.

Aunque Stellantis detuvo la producción en Rusia en abril de 2022, en parte por las dificultades logísticas y por las sanciones impuestas a Moscú, allí se siguen usando las instalaciones. Concretamente, se están importando desde China los kits producidos por Donfeng Motor Group.

La información, como te puedes imaginar, no es pública, de ahí que la agencia Reuters haya mantenido el anonimato de sus fuentes. Es lo que se llaman importaciones paralelas: traer productos del extranjero sin el permiso del propietario de dicha marca.

La falta de control de las empresas occidentales sobre sus marcas en Rusia es una evidencia, hasta el punto que algunos suministros siguen llegando allí… a través, claro, de China. De hecho, la propia Stellantis reconoció a Reuters que desde el 31 de diciembre de 2023 se había perdido el control de sus entidades en el país ruso y que habían perdido 144 millones de euros.

Fuente: Reuters

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