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Coches eléctricos, lo ideal para Ibiza y Formentera

  • Las Pitiusas, por su tamaño, no suponen un problema para la autonomía de los coches eléctricos
  • Diversas iniciativas públicas y privadas hacen que la vida con estos vehículos sea más cómoda y más económica
  • Es posible un futuro sin coches de combustión interna

6 min. lectura

Publicado: 28/09/2017 21:00

Las pegas habituales de los coches eléctricos suelen ser el precio o la autonomía. Este último factor limita mucho a la hora de viajar, pero no supone el menor problema en un área geográficamente delimitada como es una isla. Vamos a conocer el caso de las Pitiusas, donde se está gestando una pequeña rebelión eléctrica.

A principios de año el Gobierno balear y el Consell de Ibiza se pusieron de acuerdo para promocionar la movilidad eléctrica en la isla a través de medidas de fomento para los pioneros locales y los que estén de paso con vehículos de alquiler. La intención es una movilidad más limpia, libre de humos.

Se pactó tener estaciones de carga gratuitas a lo largo de la isla con recargas gratis durante por lo menos un par de años. Según Electromaps, hay una cobertura bastante adecuada, con cargadores en Ibiza, Sant Antoni de Pormany, San Miguel de Balasant, San Joan de Labritja, San Carlos y Santa Eulària des Riu, mas un hotel en Can Escandell. Eso, de momento...

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Puntos de recarga en Ibiza

Con esta infraestructura no supone problema alguno moverse por la isla incluso con vehículos que no sobresalen por su autonomía. Por cierto, la vecina Formentera está bien surtida de puntos de recarga, y es una isla muy pequeñita. Allí hay unos cuantos Citroën E-Mehari y en el futuro solo habrá eléctricos en esa isla (esa es la idea).

Los puntos de carga serán interoperables, dará igual el gestor

Pero hay más ventajas para los que decidan optar por un coche eléctrico. Los ayuntamientos ofrecerán rebajas en el impuesto de circulación (IVTM) y en los precios de los aparcamientos municipales. Teniendo en cuenta lo que se está encareciendo el coste de vida en la isla, puede ser un tema interesante.

Volviendo a Ibiza, sus dimensiones son ideales para coches eléctricos: 41 kilómetros de norte a sur y 15 kilómetros de este a oeste. La autonomía solo tiene auténtica importancia a la hora de abandonar el archipiélago en barco. Por cierto, Balearia lleva a los eléctricos sin cargo en las rutas Ibiza-Formentera y Denia-Formentera.

Puntos de recarga en Formentera

Un ejemplo de integración: smart, Ushuaïa y Endesa

Hoy se han inaugurado dos puntos de carga rápida de Endesa en el Ushuaïa Ibiza Beach Hotel, el preludio de una red de estaciones rápidas -a 22 kW- para varios smart con motor eléctrico. El citado hotel ya tiene una pequeña flota de los utilitarios de Daimler, basados en el modelo 2017, aunque están por llegar los del modelo 2018.

Estos coches están a disposición de los clientes del hotel para recorrer la isla de lado a lado sin preocupaciones por la carga. A un ritmo de 22 kW un smart ed puede cargarse al 80% en solo 45 minutos, o aumentar la autonomía en 40 kilómetros en solo 15 minutos. Se puede controlar el ritmo de carga con la aplicación "smart control" y climatizar el habitáculo a distancia.

La red de recarga también beneficiará a otros usuarios, será pública

Los smart eléctricos no sobresalen por su potencia -81 CV- pero tienen una autonomía homologada de 160 km, de sobra para moverse por Ibiza y Formentera. Las recargas lentas, de 3 horas y media (4,3 a 7,2 kW), no son tan lentas. La libertad de movimientos está prácticamente garantizada con semejante despliegue.

En general, los eléctricos suponen una excelente idea en términos de sostenibilidad. Reducen la contaminación acústica y de escape (no tienen), y en términos globales permiten eliminar contaminación por hacer un uso más eficiente de los recursos energéticos. Además, se van a priorizar las fuentes renovables, no pensemos en carbón.

Estas experiencias piloto demostrarán la viabilidad del coche eléctrico, aunque hablemos de territorios pequeños y delimitados, el uso inteligente de las recargas puede hacerlos viables en zonas más extensas. Si no hablamos de viajes largos, los puntos de carga rápida y lenta complementan esos kilómetros que faltan para cualquier imprevisto o plan improvisado.

A largo plazo, las islas irán abandonando los vehículos de combustión interna, hasta que solo queden los modelos antiguos y los que se acerquen desde otro lado en barco (de paso). Países continentales también lo están probando, el primero en hacerlo fue Estonia, el primer país que adoptó una red de recarga rápida ¡en 2013! En relación a su tamaño (como la autonomía de Aragón) moverse con un eléctrico por su territorio es pan comido.

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