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¿Compensa o no? El coche eléctrico ya es más barato que el de combustión

Si tenemos en cuenta los costes asociados a la compra de un vehículo eléctrico y los gastos posteriores, podemos concluir que sí, tener un coche eléctrico compensa frente a uno con motor diésel o de gasolina.

¿Compensa o no? El coche eléctrico ya es más barato que el de combustión
Analizamos la situación actual sobre los precios de los coches eléctricos y de combustión.

6 min. lectura

Publicado: 29/03/2023 16:00

Aunque Europa se haya echado atrás con sus intenciones de prohibir los motores de combustión para el año 2035, abriendo la puerta a los combustibles sintéticos, el camino ascendente del vehículo eléctrico no se ve interrumpido. Ni mucho menos.

Más allá de la falta de infraestructura de recarga en nuestras carreteras, sabemos que el principal motivo para descartar la compra de un coche eléctrico es su alto coste de adquisición. Si los comparamos con vehículos equivalentes térmicos, de partida, los «enchufados» salen claramente perdiendo.

Y lo seguirán haciendo, principalmente, mientras los costes de producción de las baterías sigan estando tan altos. En los coches eléctricos actuales suponen el 40 por ciento, aproximadamente, del coste total. Este tipo de vehículos, no obstante, no ha sido inmune a la inflación desbocada de los últimos tiempos.

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El precio de adquisición de un coche eléctrico ha sido siempre la primera barrera ante su compra, pero a la larga, compensa según este estudio.

Tanto los coches de gasolina y diésel como los eléctricos han visto subidos sus costes en los últimos años. Según cifras de la OCU, en solo un año los coches nuevos vieron incrementados sus costes en un 8,5 por ciento. Y si miramos más atrás, hasta el 2018, la diferencia ha sido del ¡40 por ciento!, cuando el IPC acumulado era del 15,3 por ciento.

Según las cifras de matriculaciones de febrero, se vendieron en España un 33 por ciento más de coches eléctricos y enchufables frente al 2022.

¿Por qué decimos que el coche eléctrico es más barato que los de combustión?

En realidad nos referimos a los costes que afrontará cualquier conductor que tenga un coche eléctrico en casa con el paso de los años. Un estudio del Instituto Fraunhofer para la Investigación de Sistemas e Innovación revela que, a largo plazo, el coche eléctrico es más barato que uno con motor de combustión.

Sí, su precio de adquisición es superior, pero teniendo en cuenta diferentes variables, el coste de propiedad es menor o incluso mucho menor… pero ojo, también puede ser a la inversa. En estos casos, hay que tener en cuenta dichas variables que pasamos a comentar a continuación.

Todo dependerá de si podemos cargar nuestro vehículo eléctrico en casa o no, o si disponemos de paneles solares.

Comenzando por los propios costes energéticos. A pesar de que en los últimos meses hemos visto muchos titulares sobre la subida del precio de la electricidad –especialmente desde el inicio de la guerra en Ucrania–, el coste por kilómetro de moverse en eléctrico sigue siendo su principal ventaja frente a la gasolina o el diésel.

Cuantos más kilómetros y más años usemos un coche eléctrico, mejor será en este sentido. Todo dependerá, no obstante, del tipo de recarga que hagamos a diario.

Por ejemplo, según cifras locales alemanas, si cargamos nuestro coche en una toma doméstica, la ventaja de costes es 2,22 euros por cada 100 km superior en favor del vehículo eléctrico. De cara al 2037, esta diferencia se prevé que aumente a 7,5 euros, gracias sobre todo a la expansión de las energías renovables.

Claro que si tenemos paneles solares en casa, la diferencia será mucho mayor. En cambio, si usásemos puntos de recarga públicos, se cambiarían las tornas, ya que el coste de cada recarga podría verse incrementado en un 42 por ciento frente a una carga doméstica.

El tamaño del vehículo también es importante para saber cuánto tardaremos en amortizar su compra.

Otras ventajas del coche eléctrico

El Instituto Fraunhofer analiza otras variables que juegan en favor del vehículo eléctrico: su precio de reventa, el coste del seguro, los impuestos a pagar o los bajos costes de mantenimiento. Por no hablar de las ayudas públicas de cada país o región, representadas en España, por ejemplo, por el Plan Moves III.

El estudio también destaca la importancia del segmento del vehículo eléctrico: a un modelo de tamaño medio, del segmento C (Peugeot e-308 u Opel Astra-e) le bastarían con tres años para amortizar su precio inicial frente a un vehículo de combustión. En cambio, un modelo urbano necesitaría entre cinco y ocho años para igualarse.

No obstante, el propio estudio pone un ejemplo práctico con un Tesla Model 3 Standard Range: frente a un equivalente como el VW Passat de gasolina, al cabo de 10 años, el eléctrico norteamericano supondría un ahorro medio de 11.221 euros.

Fuente: Forococheselectricos.comFotos: Pixabay / Freepik

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