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Por qué no es una buena idea la desaparición del coche diésel

El coche diésel está sufriendo numerosos ataques. En un corto espacio de tiempo ha visto reducida su cuota de mercado de manera preocupante. Los seguidores acérrimos del coche eléctrico abogan por su desaparición. Sin embargo, no es una buena idea que el coche diésel desaparezca de los concesionarios. Es más, sigue siendo una excelente opción de compra para buena parte de los conductores.

Por qué no es una buena idea la desaparición del coche diésel
La compra de un coche diésel sigue siendo una buena idea en 2022

7 min. lectura

Publicado: 24/08/2022 14:00

No corren buenos tiempos para el coche diésel. La que fuera la primera opción de compra para una inmensa parte de la población europea está siendo atacada por numerosos frentes y se avoca a un futuro realmente incierto. El proceso de transición al coche eléctrico sumado al auge de la movilidad sostenible ha puesto al diésel en el punto de mira. El resultado de los ataques que está sufriendo el diésel es ni más ni menos que una importante reducción de su cuota de mercado.

En la actualidad, si dejamos a un lado el imparable ascenso de los precios de los coches nuevos y la crisis de stock en los concesionarios a causa del desabastecimiento global de microchips y semiconductores, uno de los principales desafíos con los que debe lidiar el coche diésel es ni más ni menos que la normativa de emisiones Euro 7. Una estricta norma que ya se vislumbra en el horizonte y amenaza con ser la estocada definitiva para los turismos con motor diésel.

No es una buena idea la desaparición del coche diésel

La entrada en vigor de la norma Euro 7 ha sufrido diversos retrasos. A día de hoy siguen existiendo varias incógnitas sobre los límites que establecerá un reglamento que, sin lugar dudas, marcará un antes y un después en la industria del automóvil en Europa. Lo que está claro es que, de una manera u otra, los coches diésel se verán afectados por la nueva normativa.

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En el horizonte se está formando una «tormenta perfecta» que amenaza directamente la existencia del coche diésel. Es más, en la actualidad ya ha desaparecido de la categoría de coches urbanos, el segmento A, y todo apunta a que pasará lo mismo en el escalón superior del mercado, el segmento B, categoría en la que se encuentran modelos como el Renault Clio y el Peugeot 208.

La norma Euro 7 estará en vigor, a muy tardar, en el año 2026. Los fabricantes tienen poco margen de tiempo para adaptar sus coches térmicos al nuevo reglamento. Es por ello que, en previsión de los exigentes límites que serán establecidos, no pocos modelos diésel dejarán de estar disponibles o, lo que es igualmente relevante, deberán sufrir una completa transformación en la que se opte por una electrificación a un elevado nivel.

Apenas quedan unos pocos años para que se produzca una revolución en el mercado europeo. Y cabe preguntarse si puede el coche eléctrico y/o híbrido ocupar el puesto que previsiblemente dejará el coche diésel. Incluso podemos ir un paso más allá, ¿será mejor un mundo sin coches diésel? Desde el punto de vista del ciudadano de a pie, lo dudo. Las decisiones tomadas en el seno de la Unión Europea abren la puerta a que una parte no pequeña de la población sea expulsada del mercado de coches nuevos como ya está ocurriendo en la actualidad por el incremento de precios y la escasez en los concesionarios.

Comprar un coche diésel sigue siendo una buena idea

La compra de un coche diésel es una buena idea para una parte determinada de la población. Si no residimos en una gran ciudad en donde los coches térmicos están siendo atacados diariamente y se aboga por un futuro en el que solo tenga cabida la movilidad 100% eléctrica, hay diversos casos en los que, a pesar de los tiempos que corren, la compra de un coche diésel es la opción más lógica.

Si nuestro municipio se librará de las denominadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y realmente hacemos un uso intensivo del coche a lo largo del año, vale la pena sopesar las opciones diésel que nos ofrece el mercado. Es importante tener en cuenta la cantidad de kilómetros que hacemos a lo largo del año y, sobre todo, en qué tipo de vías se hacen esos kilómetros. No es lo mismo recorrido en entornos puramente urbanos o, por el contrario, hacer la mayor parte de la conducción en autovía y/o autopista.

En caso de que anualmente hagamos más de 15.000 km y que nuestro recorrido habitual sea por carreteras alejadas del núcleo urbano, el diésel será elección acertada. Además, los coches diésel actuales presumen de un bajo consumo de combustible, lo que nos permite lidiar, en cierta medida, con el precio de los carburantes.

Por último, aunque no por ello menos importante, también hay que tener en cuenta que la popularización de la tecnología híbrida ligera (MHEV) de 48 voltios ha hecho que una parte importante de los coches diésel que siguen habiendo en el mercado puedan lucir el distintivo ambiental ECO de la DGT (Dirección General de Tráfico) con todas las ventajas de movilidad que ello supone. Es por ello que tenemos a nuestra disposición coches con los que hacer muchos kilómetros, con un bajo consumo de combustible y con etiqueta ECO. Es por ello que, para muchos ciudadanos, a día de hoy, la compra de un coche diésel sigue siendo una buena idea.

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