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Ni baratas, ni cercanas ni revolucionarias: las baterías de estado sólido son criticadas antes de demostrar su valía

Están llamadas a liderar el próximo gran avance del mercado eléctrico. Muchos fabricantes aseguran que pronto empezarán a usar baterías de estado sólido, pero algunos expertos aseguran que con ellas no es oro todo lo que reluce.

Ni baratas, ni cercanas ni revolucionarias: las baterías de estado sólido son criticadas antes de demostrar su valía
Cada vez son más los expertos que aseguran que las baterías de estado sólido no son la respuesta.

6 min. lectura

Publicado: 06/02/2024 08:00

Los coches eléctricos evolucionan rápidamente, más rápido de lo que la industria y el mercado son capaces de asimilar. Gran parte de las nuevas tecnologías se centran en el campo de las baterías. Pilas de última generación que prometen llevarnos más lejos y más rápido. Sin embargo, no todos los fabricantes afrontan el reto desde el mismo punto de vista. El litio ocupa casi toda la actualidad relacionada con la movilidad eléctrica, pero son varios los desarrollos que están en marcha. Las baterías de estado sólido son prometedoras, pero cada vez más voces aseguran que no serán lo que prometen.

La incertidumbre se ha apoderado del mercado eléctrico. A día de hoy no es sencillo comprarse un coche impulsado por baterías. Estas evolucionan constantemente y la desactualización es uno de los miedos de los conductores en todo el mundo. Comprarse un coche eléctrico hoy supone que puede quedarse obsoleto demasiado pronto. Esto no sólo afecta al volumen de ventas, muchos clientes esperan tecnologías más maduras y revolucionarias. También hemos podido comprobar que la incertidumbre hace mella en la depreciación de los vehículos nuevos.

Más energía acumulada en formatos más pequeños. Las baterías de estado sólido prometen muchas cualidades.

Múltiples retos que todavía no tienen respuesta por parte de las marcas

Casi toda la industria asegura que las baterías de estado sólido son el próximo gran paso en la evolución de la electromovilidad. Prometen grandes cifras, como una mayor densidad energética que permite acumular tres veces más energía que las baterías actuales. Su funcionamiento es bastante similar al de una batería de iones de litio. El ánodo se oxida, libera electrones, mientras que el cátodo se reduce al recibirlos. El electrolito, en este caso la sal de litio, actúa como elemento conductor que alimenta la reacción química y, por lo tanto, la transferencia de energía.

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Las baterías de estado sólido siguen los mismos principios, con la diferencia de que el electrolito no es líquido, sino sólido. Entre las grandes promesas, más allá de la densidad ya comentada, están los tiempos de carga reducidos, pero, como suele ser común, nada está exento de problemas. La durabilidad, el número limitado de ciclos, el sobrecalentamiento, la pérdida de rendimiento en frío y, sobre todo, el precio, son factores que hoy limitan su uso extensivo. Las marcas trabajan en erradicar todos esos inconvenientes. Recientemente, QuantumScape, con Volkswagen como socio, acaba de anunciar unas baterías de estado sólido prometedoras.

QuantumScape lleva trabajando en las baterías de estado sólido desde 2018.

Los alemanes no han sido los únicos en alertar de grandes progresos. Hyundai acaba de presentar una patente con una batería presurizada y con exhaustivo control térmico. Toyota ha repetido varias veces que sus baterías de estado sólido estarán disponibles a finales de la presente década y serán capaces de hacer viajes de 1.500 kilómetros sin parar a recargar. Por último, investigadores de la Universidad de Harvard han descubierto un proceso que permite recargas totales en menos de 10 minutos. Combinando todos esos avances podríamos estar hablando de la gran promesa cumplida, pero no todo el mundo opina igual, como ya en su día Mercedes adelantó.

Bob Galyen, propietario de Gaylen Energy y ex director de tecnología de CATL, se ha mostrado muy crítico sobre las posibles esperanzas de las baterías de estado sólido. Asegura que, al igual que con las baterías de litio actuales, tardaremos mucho tiempo en ver pilas de estado sólido de uso extensivo y apropiado. El precio será un factor muy limitante, «no he visto cifras de costes que estén ni siquiera cerca de competir con las actuales baterías de litio de estado líquido». Gaylen se muestra muy escéptico con respecto a los últimos anuncios. Ninguno ha resuelto la última gran duda, ninguno ha declarado como espera escapar del «infierno de producción» que se avecina.

Fuente: Batteries News

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