CUPRA Ibiza, un ejercicio de diseño que se estrenará en el Salón de Ginebra 2018

Apenas unos días después de que SEAT anunciara que el apellido CUPRA se convierte en la nueva sub-marca para las versiones deportivas de la marca española, hoy se ha desvelado un ejercicio de diseño que muestra las posibilidades de que el utilitario de la marca cuente con esta versión de altas prestaciones en un futuro no muy lejano.

Presentado en un evento especial junto al concepto de diseño del SEAT León ST Cupra R y el que será el primer modelo de producción de la sub-marca deportiva, el nuevo CUPRA Ateca, Matthias Rabe, jefe de investigación y desarrollo de SEAT, ha señalado que "esta estrategia se usará en los primeros años de la marca, cuando la marca tendrá derivados de los modelos principales de la gama del fabricante, pero un modelo puro de CUPRA también es posible más tarde", unas palabras que no son solo un indicativo de que el ejercicio de diseño pasará a la serie, sino que también podría haber más novedades.

Un CUPRA Ibiza es más esperado especialmente en un segmento muy movido con la nueva generación del Fiesta ST y donde el Renault Clio RS y el nuevo Volkswagen Polo GTI son los reyes, por ahora, por lo que podría ser un anticipo demostrando el potencial en cuanto a tecnología más que a diseño, un globo sonda que estará presente en el Salón de Ginebra para medir la reacción antes de tomar una decisión para su producción.

Una suspensión rebajada y algunos detalles deportivos en la parte trasera del CUPRA Ibiza ponen el toque de deportividad pero no lo suficiente

De hacerlo, el CUPRA Ibiza montaría el mismo motor de cuatro cilindros y 2.0 litros TSI con una potencia máxima de 200 CV que ha sido estrenado en la versión más deportiva de la gama Polo, ofreciendo unas prestaciones acordes con un diseño tan deportivo como agresivo diseño en su conjunto, con una atractiva pintura de carrocería en color gris metalizado que resalta las líneas maestras del modelo.

El nuevo diseño de los faros de LED, junto con el acabado de la parrilla del radiador y de la toma de aire del paragolpes, las luces antiniebla en forma de cuña y el labio del borde de la defensa delantera lucen amenazantes, siendo más discreto el lateral con las llantas de aleación de aluminio pintadas en diseño de cinco radios dobles pintadas en negro y con detalles de color cobre. Igual ocurre en la zaga, donde la discreción también juega un papel predominante; sólo el spoiler del techo, la doble salida de escape con los tubos cromados y el difusor con canalizaciones son los detalles más destacados, pasando más desapercibido si no es por el emblema CUPRA.

El interior se mantiene prácticamente igual al de las versiones más equipadas de la gama Ibiza. Los estilistas de la sub-marca deportiva parece que no han echado más carne en el asador comparado con el diseño de la carrocería, apreciando unos pedales de aluminio y un volante con la parte inferior del aro más achatada, al mismo tiempo que el forrado en cuero del mismo cuenta con unas finas costuras en el color cobre típico de CUPRA en contraste.

No hay grandes cambios que indiquen una elevada deportividad en el interior de este ejercicio de diseño del CUPRA Ibiza, más que los pedales de aluminio