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Dakar 2018: Sainz, a por la victoria desde la paciencia

  • El piloto español manifestó sus intenciones de victoria en la rueda de prensa previa a la que será su undécimo Dakar.
  • Sainz, que correrá por cuarta y última vez con Peugeot, ha recalcado la importancia de la estrategia y de pensar a largo plazo.
  • El madrileño confía en las habilidades de su buggy para atacar el desierto peruano y pone a sus compañeros como máximos rivales.

9 min. lectura

Publicado: 20/12/2017 16:35

Este martes, Carlos Sainz inició oficialmente su asalto al Dakar 2018 ofreciendo la ya tradicional rueda de prensa ante los medios de comunicación, a la que asistió Motor.es. En la conferencia, que tuvo lugar en el In Zalacaín de Pozuelo de Alarcón (Madrid), Sainz estuvo acompañado de su copiloto Lucas Cruz, del director general de Peugeot España Jorge Tomé, y de Eduardo García Nieto, director de comunicaciones de la marca. El piloto español, bicampeón del mundo de rallies y ganador del Dakar en 2010, competirá por undécima vez en la prueba, en la que será su cuarta y última participación con una Peugeot que abandonará la mítica carrera tras esta edición.

Antes del turno de preguntas, el piloto español ratificó sus intenciones de cara a una prueba que presenta retos claramente diferenciados respecto a las pasadas, debido a la mayor preponderancia de los tramos fuera pista: "Tenemos muchas ganas de acabar este periodo con una victoria, y vamos al Dakar con la ilusión de todos los años, intentar acabar e intentar ganar. La edición de este año, dentro de las sudamericanas, es la más Dakariana que hemos hecho hasta ahora. El de Perú es el más desierto de los que hay en Sudamérica, más aún que Atacama; por lo tanto, van a pasar cosas inmediatamente. Se da la particularidad de que hay una primera etapa muy corta, en la que no interesa acabar delante, porque por primera vez, los coches abren pista el segundo día, por lo que no habrá trazadas de motos. En Argentina, habrá las únicas opciones de encontrar algo de dunas".

"Vamos al Dakar con la ilusión de todos los años, intentar acabar e intentar ganar"

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"La filosofía es ir a ganar, pero este año quizá hay que ser un poco más pacientes y hacer más estrategia", reconoció Sainz, que manifestó su pretensión de apostar por la templanza para superar el rally en las mejores condiciones y evitar errores del pasado. "El año que ganamos es de los que menos etapas ganamos. Cuando ganas una etapa, al día siguiente abres pista, y eso te penaliza. Si consigues ir haciendo segundos, terceros y algún día ganas... La estrategia es importante, pero quizá este año más. Habrá que hacer ese ejercicio de paciencia que a mi, a veces, me cuesta, y tener un poco de suerte. Por eso lo del año pasado me dio tanta rabia: sabía que éramos primeros en ese momento, y en el momento que más despacio iba, tuve el accidente. Sé que la gente no se lo cree, pero es así".

Para este año, la organización del Dakar ha apostado por varios cambios en el reglamento técnico, en especial en cuanto al peso mínimo, con el objetivo de reducir la ventaja de la que han gozado los coches con dos ruedas motrices, que contribuyó al éxito de Peugeot en las dos últimas ediciones, respecto a unos 4x4 que verán aumentado el recorrido de su suspensión. Pese a ello, Sainz espera que las características del recorrido y el trabajo de su equipo compensen lo perdido: "Este año va a ser más difícil (...), pero es cierto también que este año va a haber más fuera de pista, y teóricamente es mejor para los buggies. Peugeot es la ganadora de las últimas ediciones y la favorita. Es un equipo potente y con experiencia".

Al ser preguntado por Motor.es si encontraba alguna etapa del recorrido planteado especialmente compleja sobre el papel, Sainz restó importancia a cualquier preconcepción, alegando que la naturaleza del rally lo cambia todo: "No te puedes fiar en ningún día. Cuando crees que es un día fácil o de rutina... ¡pam!, el día se complica. Hablar de un día en concreto... Hay etapas en que la organización ya te prevee un día largo de 400 kilómetros, o de poner ojo con la navegación, y ya vas esperándote lo peor, pero el día que no, es cuando llegan los problemas. Cada día te esperas lo peor, y así no te equivocas. No te puedes fiar ni de lo que dice la organización: un día te dicen que no pasa nada o que es fácil, y luego hay un lío en el roadbook, empiezas a ver coches por un lado y por el otro, no hay manera de encontrar un waypoint..."

Su copiloto Lucas Cruz sí quiso hacer hincapié en la parte más importante de una preparación enfocada al paso por Perú, país en el que "se repiten muchas zonas en varias etapas, y en el tipo de terreno que nos vamos a encontrar esos días, la arena y las dunas. En Argentina hay un par de zonas, que ya conocemos, que también van a ser complicadas, por el calor y por las condiciones del terreno, con mucha vegetación. El planteamiento es conocer el terreno para tener la base de cómo preparar el coche".

El propio equipo Peugeot plantea la competición más dura para un Sainz que tendrá como compañeros en una alineación de ensueño a Stéphane Peterhansel, Sébastien Loeb y Cyril Despres. En ellos centra el madrileño su opinión sobre sus rivales más a tener en cuenta: "Cyril está cada vez más maduro y sabe mejor lo que quiere, a la larga estará arriba. Peterhansel es un piloto con una experiencia tremenda, siempre sabes que va a estar ahí cuando la carrera se pone difícil de navegación y de dificultades. Loeb, en su tercer año, tiene ya experiencia suficiente para ganarlo, y la velocidad está claro que le sobra". También habló de Nasser al-Attiyah, incidiendo en su peligro "en el fuera de pista con un Toyota ligero", y de la incógnita de los Mini, de quienes dice dudar de sus opciones para ganar la prueba.

Los medios no dejaron pasar las cuestiones sobre su futuro tras la marcha de Peugeot, o sobre una posible retirada que el bicampeón del mundo no contempla por ahora: "Tengo 55 años, no hay que esconderlo, y estamos muy cerca de parar de correr, pero ahora mismo lo que me preocupa es el Dakar de este año. No voy al Dakar pensando que va a ser el último, voy al Dakar pensando en ganarlo. Ya habrá tiempo de pensar en el futuro. No sé si el año que viene habrá o no equipo, si habrá coche o no... Yo seguro que seré la persona más feliz del mundo el día que decida dejar de seguir corriendo". Asimismo, Sainz negó haber tenido contactos con ninguna otra estructura para 2019. Así enfoca el Dakar una leyenda del automovilismo español que sigue en busca del que podría ser el último gran desafío de su trayectoria.

Fotos: Peugeot

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