El error que cometieron las marcas con los coches eléctricos y que ahora están corrigiendo, Volkswagen la última
La expansión de los coches eléctricos en los últimos tiempos ha llevado a muchas marcas a configurar una estrategia específica para sus nombres tirando de opciones con muy poca personalidad. La cosa está cambiando y VW puede ser el mejor ejemplo.

El coche eléctrico está cambiando la industria automovilística por completo. Guste o no, los vehículos a batería están aquí para quedarse. En Europa, además, se impone (por el momento) el mandato que prohíbe la venta de vehículos con motor de combustión a partir del 2035, lo que le da la vitola de principal protagonista a esta tecnología al alza.
Sin embargo, al menos aquí en el Viejo Continente, las cosas van lentas y la adopción de este tipo de vehículos está marchando a un ritmo inesperado. Quizás las marcas se lanzaron demasiado pronto a la piscina anunciando planes de electrificación total, lo que les ha obligado a reconsiderar sus estrategias.
Algo similar está sucediendo con la forma en la que las marcas están llamando a sus nuevos coches eléctricos: nombres impersonales, denominaciones numéricas sin alma, adopción de nombres icónicos del pasado sin sentido… Un «error» en el que ahora los fabricantes están empezando a darse cuenta y que tratan de corregir.

Cambios en los nombres de los coches eléctricos
Quizás el ejemplo más claro de lo que estamos hablando lo hemos visto con Audi, porque su decisión apenas duró dos años: en 2023, la marca de los cuatro aros nos dijo que sus vehículos eléctricos pasarían a tener números pares (A4, A6…) y los térmicos números impares. Este año, los alemanes desistieron y ahora pondrán la coletilla "E-Tron" para su identificación.
Toyota también ha aprendido de su inentendible bZ4X (por el nombre en sí) y sus "sucesores", y ya está retomando el curso con los C-HR+ o Urban Cruiser. BMW tomó la decisión hace tiempo de eliminar la 'i' de las versiones de gasolina y quedársela para identificar a los nuevos coches eléctricos, incluidos los de la inminente Neue Klasse.

Y luego está Volkswagen, que como todos hemos visto en los últimos años, no ha cuajado del todo bien con su familia ID. El tiempo dirá el rumbo que toma, pero lo que está garantizado, al menos de momento, es que algunos de sus inminentes eléctricos pequeños no seguirán la línea prevista:
«Los coches volverán a tener nombres propios. Ni el ID.2all ni el ID.Every1 tendrán esos nombres en la producción en serie. Lo anunciaremos cuando llegue el momento», comentó su director de marketing y ventas, Martin Sander, en una entrevista reciente. El fabricante germano ya dijo que el futuro Golf eléctrico mantendrá su denominación altamente reconocida.
El Polo deberá hacer lo mismo con el próximo ID.2 que se fabricará en España. Y es que Volkswagen quiere así simplificar la gama y acercarse más al público general, abandonando de forma progresiva las denominaciones ID a partir ya del año próximo. Para el ID.1 incluso se valoran opciones como Up!, Fox o Lupo.

Lo que queda claro es que los alemanes no revivirán nombres icónicos así por así. Es decir, no hará como Ford con el Capri, que pasó a convertirse en un SUV eléctrico en esta última generación. «Tiene que ser fiel a los genes: si no refleja el ADN del coche original de forma muy clara, entonces preferimos darle un nuevo nombre y hacer otra cosa», dijo en su día el CEO de la marca, Thomas Schäfer.
Scirocco, Corrado, Eos… podrían volver, sí, pero tampoco los esperes que lo hagan con un diseño retro como hizo Renault con el 5 E-Tech. Además, Volkswagen recientemente registró hasta 14 nuevos nombres para futuros coches y prototipos, muchos de ellos siguiendo la misma línea de los modelos actuales, con la 'T' como protagonista.