Francia impondrá un nuevo impuesto de emisiones de CO2, el más prohibitivo de Europa
Malos tiempos corren para los franceses que estén pensando en cambiar su deportivo y hacerse con uno nuevo, más potente y más contaminante. El Gobierno galo está desarrollando un nuevo impuesto que gravará con un máximo de 50.000 Euros aquellos modelos que homologuen -y superen- unas emisiones de CO2 de 212 g/km.
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Publicado: 12/10/2020 19:00
Hace tan solo unas semanas te contábamos que Alemania había abierto la veda para gravar aquellos coches que más contaminen, una medida que se pondrá en marcha a primeros de 2021 para todos los nuevos modelos. En la misma línea, andaba también el gobierno galo, buscando la fórmula para un nuevo impuesto, del que ya tiene trazadas las líneas maestras y que pretende poner en marcha esta próxima primavera.
Y con mucha diferencia con el impuesto alemán, porque al de Francia ya se le ha calificado como un «super impuesto». Mientras que el de los germanos corresponde con el impuesto de circulación, en el caso del francés ataca directamente al impuesto de matriculación de los grandes modelos, sean de gasolina o diésel, que superen unas emisiones de CO2 de 212 g/km. Esto significa que los topes de gama de las marcas más lujosas y prestacionales, tienen los días contados en el país galo.
El nuevo impuesto adelantará el fin de la combustión en Francia, mucho antes de 2030
El nuevo impuesto no distingue, sean deportivos de alto rendimiento, berlinas, familiares o SUVs, cuyas emisiones de CO2 homologadas sean superiores a la cifra mencionada, tendrán que pasar por caja con una suma que llegará a los 20.000 Euros en primavera de 2021, hasta 40.000 Euros para finales de 2022 y hasta 50.000 Euros en 2023. Unas tasas que estarán limitadas a la mitad del coste de un vehículo, y que suponen convertir a Francia en el país con los impuestos más costosos del continente, muy por encima de los 2.500 Euros que se pagan en Bélgica e Italia, a día de hoy.
Con esta nueva ley en la mano, los franceses interesados en adquirir un Lamborghini Urus, un Ferrari Portofino, Porsche 911, Rolls-Royce Ghost, Bentley Bentayga o Mercedes Clase G tienen por delante el importante dilema de si pagar semejantes impuestos. De otro lado, los fabricantes se enfrentan al gran problema en los modelos que le son más rentables.
A pesar de que la nueva norma impositiva es muy exigente y estricta, también contempla una disposición para los coches con cifras de emisiones más normales, con 50 Euros para los que tengan unas emisiones de CO2 de 138 g/km, un límite que también se reducirá a 131 g/km a lo largo de 2021 y hasta 123 g/km en 2022. Incluso, cuando lo que se pretende es fomentar los vehículos de movilidad sostenible, se prevé también rebajar los incentivos para estos modelos, de 2.000 a 1.000 Euros para los híbridos enchufables y de 7.000 a 6.000 Euros para los eléctricos.
Fuente: Bloomberg
