Hyundai entierra las DCT, la transmisión que copió de Volkswagen acaba pasándole factura
Volkswagen fue la primera marca de las generalistas en lanzarse a las cajas de cambio de doble embrague. Una transmisión que ha dado importantes frutos, y a la que se sumaron el resto de marcas, pero cuyos fallos y mantenimiento están obligando a Hyundai a mover una inesperada ficha.
Lo que mueve a Hyundai no son sólo los enormes beneficios que le reporta su atractiva gama de modelos y las sugerentes tecnologías y equipamientos que ofrece. Hay algo más detrás de la marca surcoreana que le hace estar permanentemente a la última y es la obsesión que siente por estar siempre por delante de la alemana por excelencia.
La «gasolina» de Hyundai es Volkswagen y, si ésta se dignó en lanzar una caja de cambios automática y de doble embrague para un modelo deportivo, pero que consiguió extender a toda la gana de volumen, los coreanos hicieron todo lo necesario para copiar idéntica estrategia. La primera marca del gigante surcoreano la ha estado ofreciendo en todos los modelos que vende a lo largo y ancho del mundo, pero en los últimos tiempos se está desprendiendo de ella.
Todo tiene un final y en Hyundai también, adiós a las DCT
Es lo que tienen las complejidades técnicas que, de una forma u otra, dan problemas, y la transmisión de doble embrague de los coreanos no es mejor, ni peor, que las de los alemanes. Este tipo de caja de cambios cuenta con tantos componentes, y algunos con una precisión de centésimas, que es una verdadera suerte si no da problemas en toda la vida comercial de un coche.
A pesar del desgaste de los embragues, y de otros componentes, los fallos en las las cajas de doble embrague no siempre están relacionados con la parte electrónica, sino también con el usuario. Por ejemplo, si el modo automático no está programado con precisión, según el carácter del coche, y el conductor carece de cierta adaptabilidad, surgen problemas. Los que lleva viviendo Hyundai desde hace un buen tiempo, y que le ha obligado a tirar de garantía para cambiar miles de transmisiones enteras y a mover una inesperada ficha.
Hyundai no está exenta de fallos en su cambio de doble embrague
Los coreanos se han salido por la tangente al tomar la importante decisión de prescindir de la caja de cambios de doble embrague en el Santa Fe, y sustituirla por una más convencional de convertidor de par de ocho velocidades. Una transmisión que no ofrece la misma rapidez y, por supuesto, no tan deportiva, pero sí un elevado confort en su funcionamiento.
Los fallos no solo afectan a los modelos de la marca coreana principal, porque también han llegado a la segunda. Varios miles de propietarios del KIA Sorento en Estados Unidos han sufrido serios problemas, como quedarse completamente varada la caja de cambios obligando a cambiar el líquido de transmisión por dos veces, y con apenas 13.000 kilómetros, y acabando por sustituir la transmisión.
Hyundai está decidida a ir eliminando progresivamente la DCT, adoptando una más convencional transmisión automática con convertidor de par en todas las versiones mecánicas, las de gasolina y diésel que quedan con ocho velocidades, y con dos menos en el caso de las versiones híbridas (HEV) y enchufables PHEV. Está clara la estrategia coreana, evitar el elevado coste de la garantía y, por supuesto, los daños a la reputación.
