Jaguar Pirana: sale a la luz una pieza única de Bertone pero histórica para Lamborghini

A finales de la década de los sesenta los responsables de la sección de motor del diario londinense The Daily Telegraph se preguntaron como sería el Gran Turismo definitivo. Eso fue el germen de un proyecto que terminó uniendo a Jaguar y Carrozzeria Bertone, dando como resultado todo un escaparate tecnológico de la industria británica pero a la vez, un modelo muy importante para la historia de Lamborghini.

Aunque esta descripción puede resultar algo estrambótica, lo cierto es que es así, pues a pesar de que la firma de Sant'Agata Bolognese no participó en manera alguna en este proyecto, el trabajo de diseño de Bertone representa el mejor ejemplo de la transición entre el Lamborghini Marzal concept y el Lamborghini Espada de producción. Las líneas de este deportivo británico poco o nada tienen que ver con el chasis y la mecánica que monta, sino con la evolución de los trazos del maestro Marcelo Gandini, responsable del diseño de todos los modelos mencionados y que en aquel momento se encontraba trabajando con Enrico Bertone.

Jaguar Pirana de 1967.

A pesar de la más que evidente carga histórica del modelo, lo cierto es que su relación con Lamborghini no es lo que caracterizó al Jaguar Pirana, puesto que su verdadera importancia radica en lo mas evidente. Su pertenencia al linaje de Jaguar y Bertone, compañías que en ese momento se encontraban en lo más alto.

Bajo las atractivas líneas del Pirana encontramos, a pesar del ADN italiano del modelo, el bastidor y la mecánica de un Jaguar E-Type, además de la gran mayoría de elementos de su habitáculo biplaza. Este prototipo único fue presentado en varios salones durante años como el mejor ejemplo de la excelencia de la industria y la tecnología británicas, comenzando por la naturaleza de su bastidor y su motor, a la que se añadían elementos como los cristales Triplex o el entonces innovador sistema de audio con reproductor de casettes.

Tras participar en varios salones a ambos lados del Atlántico, el Jaguar Pirana fue vendido a un cliente particular, lo que supuso que el modelo desapareciera del radar de especialistas y aficionados. Este estuvo desaparecido durante décadas y no volvió a ser visto hasta inicios de la década pasada, cuando apareció a la venta en eBay pero notablemente modificado.

Interior restaurado a su condición original.

El modelo había perdido su color gris original, se había sustituido la transmisión manual por una automática y en la zona trasera podíamos encontrar una nueva línea de asientos. Por lo que el modelo, en algún momento no especificado de su vida recibió notables modificaciones que lo convirtieron en un 2+2.

Su propietario actual se ha encargado durante estos últimos años de devolverle su aspecto original, el mismo que podemos ver en esta serie de imágenes ofrecidas por RM Sotheby's y que nos muestran al ejemplar tal y como salió de los talleres de Bertone a finales de la década de los sesenta.

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Una de las peculiaridades de este modelo y que encaja perfectamente con el carácter latino de Bertone es que en el último momento decidieron cambiarle el nombre. Se comenta que no pudieron usar la denominación Piranha porque ya la tenía otro fabricante en uso, sin embargo, muchos años después, la mujer de Enrico Bertone reveló que fue una simple decisión de última hora del carrocero, a quién le agradó el aspecto del nombre sin la H intercalada. En ese momento ya se habían añadido al prototipo las gráficas laterales, en las que aparece el nombre Piranha original y que no fueron sustituidas a pesar de que a nivel oficial el nombre es bien distinto.

Emblemas con el nombre original, Piranha.

Según la casa de subastas británica, esta pieza única tendrá un valor comprendido entre los 400.000 y los 600.000 $. Este saldrá a la venta junto a ejemplares tan destacados como uno de los rarísimos McLaren F1 LM High Downforce Package.