La película "Bullitt" también tendrá su reedición moderna, y no puede faltar el Ford Mustang

La película original de 1968 se basó en una novela que salió poco tiempo antes, «Testigo mudo» de Robert L. Fish. Trata sobre un teniente del Departamento de Policía de San Francisco que trata de resolver el asesinato de un testigo protegido que iba a declarar contra la mafia. Tiene todos los ingredientes de un buen thriller policiaco.

Sin duda la escena más recordada de la película es la persecución de Frank Bullit a una pareja de mafiosos, uno con un 1968 Ford Mustang GT 390 Fastback y los mafiosos con un 1968 Dodge Charger R/T. Ambos coches, por lo tanto, eran absolutamente novedosos cuando se rodó la película.

La persecución se hizo muy famosa por su aparente realismo y la espectalaridad de lo filmado por la cámara con muy pocos efectos especiales, de cuando los especialistas se jugaban el tipo a lo bestia. De protagonista tenemos a un Volkswagen Beetle verde, que sale en varias escenas aparentemente inconexas, y también tuvieron su papel los tapacubos a la fuga del Charger.

Los dos coches que protagonizaron la película de 1968, un Mustang GT 390 y un Charger R/T

Hace años que hay rumores sobre la reedición de la película, de hecho, se habló de ello hace 15 años y hasta se metió a Brat Pitt en las quinielas para protagonizar la nueva película. Vuelven ahora las noticias sobre la película, y será el mismísimo Steven Spielberg el que la dirija y bajo el amparo de la Warner Bros.

Por lo que sabemos hasta la fecha, hay que resolver un pequeño escollo, el de los derechos del personaje con los descendientes de McQueen. No debería ser demasiado difícil, teniendo en cuenta que serán productores ejecutivos Chad McQueen, hijo de Steve, y Molly McQueen, su nieta.

La información, exclusiva de Deadline, Spielberg coproducirá la película con Kristie Macosko Krieger y guion de Josh Singer. No sería una reedición con la misma historia, sería una reinterpretación del personaje y entendemos que ambientada en la época actual, no en 1968. El guion no está finalizado todavía.

En el Mustang de sexta generación Ford capitalizó parte de la leyenda del GT 390 clásico, con el mismo color de carrocería y obviamente con un V8 bajo el capó

Es una ocasión de oro para Ford para invertir en marketing y volver a sacar un Ford Mustang en pantalla, aunque también hay que valorar la posibilidad de que la película haga un guiño a la era actual y en vez de un ruidoso V8 el resucitado Frank Bullit conduzca un Mustang Mach-E, y a ese solo le sonarán las ruedas y habrá que añadir algo en postproducción.

También pueden conducir los malos el Dodge Charger, actualmente a la venta pero con una carrocería de cuatro puertas, no un musculoso coupé con la carrocería «coke bottle» (B Body). Incluso pueden estirarse y usar la versión más brutal a la venta, el Dodge Charger SRT Hellcat Redeye, con casi 800 CV de serie, y ese sí que suena a V8 siniestro.

Es un misterio si habrá una persecución en la película. Las técnicas del cine han mejorado mucho pasados más de 50 años, y ya se empleen gráficos por ordenador (aunque el CGI moderno engaña mucho al ojo) o especialistas tradicionales, seguro que será igualmente espectacular. Y si ya es en San Francisco, el listón quedará muy alto, sobre todo si también hay saltos en sus empinadas cuestas cerca de las vías del tranvía.

Un fragmento de la persecución de la película de 1968. Recomiendo subir el volumen de los altavoces

Hay que recordar que Ford tuvo a la venta un Mustang Bullitt hace unos años, concretamente a comienzos del siglo. El 2001 Mustang Bullitt también calzaba un V8 y no de poca cilindrada, 4,6 litros, pero en cuanto a potencia era competitivo con el actual cuatro cilindros, solo 270 CV. Se hicieron 5.582 unidades de este modelo. En 2008-2009 hubo otro en la quinta generación, esta vez con 315 CV, 7.700 unidades fueron construidas del 2008 Mustang Bullitt.

Muchos más se vendieron de la reedición de 2018, que aguantó a la venta durante un par de años, y eso que Ford tuvo que ampliar la producción por la demanda y buena acogida que tuvo, incluyendo la vieja Europa. El modelo clásico se convirtió en una leyenda, alcanzando las distintas unidades empleadas en la película precios estratosféricos en subastas.

Aunque el UNICORNIO con mayúsculas fue el «hero car» de 1968, es decir, el GT 390 que se usó en los planos más cerrados. Se creyó perdido durante años, aunque en realidad estuvo en manos de un afortunado que se lo compró a un precio ridículo en 1972 y lo mantuvo celosamente guardado hasta muy recientemente.

Fuente: Deadline