La producción de Moskvitch se reanuda en diciembre, pero será un nuevo gatillazo de Rusia
Estaba prevista la reanudación de producción en el cuarto trimestre, y va a ser más bien a finales del mismo. La marca soviética va a resucitar, probablemente con la base de un JAC chino, sin que se sepa siquiera qué modelo va a ser.
A raíz de la invasión rusa de Ucrania y la batería de sanciones occidentales que se han sucedido desde febrero, la industria del automóvil en Rusia está prácticamente paralizada. La inmensa mayoría de los fabricantes occidentales y japoneses han cesado su actividad indefinidamente, sobre todo por falta de suministros.
En el caso de Renault, que tenía dos terceras partes de AvtoVAZ (el fabricante de Lada), palmó todos sus activos a cambio de un rublo, y con Nissan pasó lo mismo, pero a cambio de un euro. La moderna fábrica de Moscú de los del rombo depende de las autoridades locales y se renombró como «Planta de Automóviles de Moscú Moskvitch».
Pero esa fábrica sigue sin haber hecho todavía un solo coche. Obviamente no es una opción recuperar los modelos que dejaron de fabricarse hace 20 años, cuando entró en bancarrota el fabricante ex soviético, porque están totalmente obsoletos. Los Lada Granta Classic -pelados- que están ahora en producción son muchísimo mejores, pese a la reducción de tecnología.
«Moskvitch» significa en ruso «moscovita»
Sergei Sobyanin, regidor de Moscú, hizo unas declaraciones hoy en foro internacional de exportación Made in Russia 2022. Dijo que se reanudará la producción de Moskvitch en diciembre, y que la planta será un centro de producción de coches eléctricos en lo sucesivo.
«La industria del automóvil ha caído gravemente este año; sin embargo, confío que, con la ayuda del Ministerio de Industria, que podamos lanzar la Planta de Automóviles de Moscú Moskvitch de nuevo en diciembre», dijo Sobyanin. Añadió que Moscú dispone de toda la experiencia para ello.
Pero estamos ante un nuevo gatillazo de propaganda rusa. Fuentes de la propia fábrica hablan de un volumen de producción de 600 coches este años, entre los que habrá 200 eléctricos, y que la producción prevista para 2023 será de 50.000 coches. Considerando todo el volumen perdido solo de Volkswagen, no será ni la mitad: LLC Volkswagen Group Rus produjo 118.000 coches el año pasado.
Entre el ayuntamiento de Moscú y el fabricante de camiones Kamaz la inversión prevista para resucitar Moskvitch será de 5.000 millones de rublos, 82,79 millones de euros al cambio. La cantidad es claramente ridícula incluso para un volumen de 50.000 coches.
¿Pero qué coches van a fabricar?
Sigue nombrándose como principal socio industrial a la china JAC, que presumiblemente exportará a Rusia kits parcialmente ensamblados (SKD) de alguno de sus modelos, para ponerles el escudo de Moskvitch, porque diseñar un coche nuevo en cuestión de meses simplemente es imposible.
A su vez, JAC ya está presente en el mercado ruso con los modelos S3, S7, T6, iEV7S y J7. Dicho de otra manera, potencialmente serán coches chinos remarcados y ni de lejos se aprovechará la fábrica ni a nivel industrial ni humano. Y eso que bajo la batuta de Renault la capacidad era de 160.000 unidades al año, y en 2020 no se alcanzó ni la mitad de esa cifra.
Incluso dando por válida la previsión de 50.000 unidades para 2023, será a todas luces insuficiente para abastecer al mercado ruso, partiendo del supuesto de que la demanda fuese normal, ya que esta se ha contraido bruscamente por la situación económica. Las sanciones internacionales sí funcionan y el capital extranjero ha salido corriendo de Rusia en ingentes cantidades.
La economía rusa está fuertemente concentrada en la exportación de materias primas, perdió hace décadas una industria del automóvil competitiva, y fundamentalmente estuvo funcionando hasta febrero para atender a su demanda interna, con muy pocas exportaciones más allá de las repúblicas de influencia post soviética.
Lo pinten como quieran pintarlo, estamos ante el mayor fiasco industrial en Rusia después de la caída de la URSS. Incluso si se alcanza la paz mañana mismo, llevará años revertir la situación. Por cierto, la página Web de Moskvitch se puede visitar aún, llevan sin actualizarla desde 2004. Es una auténtica reliquia digital.
Fuente: Interfax