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Lynk & CO: la dificultad de empezar de cero

En China falta poco para el desembarco de una nueva marca, que dará que hablar en Europa más adelante. Con un nombre poco convencional, Lynk & CO quiere aprovecharse de los nuevos paradigmas de uso de tecnología y coches de la clientela de clase media/alta más joven.

6 min. lectura

Publicado: 20/04/2017 20:00

Crear una marca de la nada es una tarea ardua, que se lo digan a Tesla. A diferencia del amanecer del automóvil, en el que una familia podía empezar a fabricar coches con esfuerzos, hoy día hace falta un ejército de ingenieros, expertos en márquetin, un complejo industrial, muchísimo dinero y tiempo.

Lynk & CO se anunció el año pasado bajo el paraguas de Zhejiang Geely Holding Group -o Geely a secas- y su joya sueca, Volvo. No va a ser una marca más. Su posicionamiento se hallará entre Geely y Volvo, con muchos componentes de "origen" sueco. Para 2020 ambiciona ¡medio millón de unidades!

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Esta nueva marca quiere seducir a una clientela joven, conectada y libre de prejuicios automovilísticos. El cliente de Lynk & CO podrá encargar el coche a su gusto -como si fuese Premium- y recibirlo donde desee. En el precio viene incluida garantía "de por vida" y conectividad a Internet. Además, podrá ganar dinero con su coche cuando no lo necesite.

Puede no parecerlo, pero tiene mucho en común con el Volvo V40

Habrá dos tipos de clientes de Lynk & CO

Por un lado estarán los propietarios, que pagarán por el coche en sí, y los conductores, que pagarán por utilizar coches que los propietarios pongan en modalidad de alquiler o los que ponga la empresa. Para ello se necesita una flota en un área geográfica determinada.

Las ventas comenzarán en China. Estaba previsto para 2018 el desembarco en Europa y Norteamérica, pero los planes se retrasan un poco. A Europa llegará en 2019 y a Estados Unidos en las cercanías de 2020. El objetivo de 500.000 coches para ese año es, cuanto menos, optimista.

El vicepresidente Alain Visser, que ya trabajó con Volvo y General Motors, anunció que será Berlín el lugar de desembarco de la marca. Al igual que el punto americano de partida, San Francisco, en Berlín hay más cultura de la economía colaborativa. En otras palabras, hay más gente dispuesta a alquilar su coche a terceros, o que paguen por utilizar un coche que no es suyo.

Lynk & CO 03, el sedán (prototipo)

Otra característica de Lynk & CO es que no tendrá externalizada la red de ventas: en vez de concesionarios serán puntos de venta controlados directamente por el fabricante. Es el mismo modelo de Tesla con sus Tesla Stores, el fabricante tiene mayor margen y controla mejor la imagen de marca y el contacto con la clientela.

Para lo que es el servicio de mantenimiento y el suministro de recambios se aprovechará la infraestructura existente de Volvo en el caso europeo. Lynk & CO trata de simplificar al máximo la experiencia de uso, la parte automovilística en sí pasa a un segundo plano. Es un modelo híbrido de venta de coches y de servicios.

Uno de los motivos que retrasan la implantación de Lynk & CO a ambos lados del Atlántico es la falta de esa red de puntos de venta, que ha de irse creando. Por otro lado, no está decidido todavía si habrá producción en suelo europeo (se apunta a Gante, Bélgica) o si los coches vendrán desde Luqiao, China.

Lynk & CO 01, el crossover

La gama de Lynk & CO contará con al menos tres modelos. El crossover 01 se desveló como mitad concept, mitad coche de producción, y ya conocemos la versión definitiva. En Shangái también se ha mostrado el 03, un prototipo de sedán. El 02, aún desconocido, puede ser un compacto, posiblemente de planteamiento cercano al Volvo V40. La plataforma es la misma en los tres casos, la CMA del fabricante sueco, eso sí, con salsa china.

Más de la mitad de las ventas se harán en China

El resto del volumen se repartirá entre Europa y Norteamérica, e insisto, es muy optimista semejante volumen para una marca que, a día de hoy, es completamente desconocida para el ciudadano medio (Volvo puede que sí le suene, pero ¿Geely?). Al menos no serán coches con efecto de "fabricante novato". Se ofrecerán versiones gasolina, híbridas enchufables y totalmente eléctricas; nada de diésel.

Si su modelo de negocio funciona, puede que sea tenido en cuenta por los fabricantes tradicionales, que buscan colocar coches a la gente, y que, a ser posible, sean clientes durante años (postventa) y luego repitan marca comprándose un modelo más caro y más grande. No suena mal la idea de electrodomésticos tecnológicos con la sabiduría de Volvo. Eso de por sí es un aval y tiene muchas connotaciones positivas, como la seguridad, pero puede despertar reticencias por la parte asiática.

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