Marruecos, el gran olvidado por la industria del automóvil, preparado para liderar la producción de coches nuevos
Marruecos se ha convertido en uno de los países clave para los fabricantes de coches. El país mediterráneo ofrece mucho más de lo que a simple vista parece y que es muy atractivo para los fabricantes, tanto para pruebas como para producción. Los del Rombo y Stellantis, los que más apuestan por un país que va ganando cada vez más peso.
Es una realidad que las marcas de coches buscan nuevas ubicaciones para plantar sus fábricas donde los costes de la mano de obra sea más barata y así alimentar más los márgenes de beneficio. Los países del Este de Europa son un reclamo muy importante, pues los propios gobiernos ofrecen miles de metros cuadrados a los fabricantes a precios de risa para que levanten sus instalaciones, con la única condición de que los trabajadores sean de la región.
Saben que cuando una marca se instala, son muchos los proveedores que también lo hacen, creando un ecosistema dedicado a la industria del automóvil. Pero hay países con un gran atractivo para las marcas que son grandes olvidados. Marruecos es uno de ellos, pero gracias a Stellantis y al grupo Renault, va ganando más peso en la producción de coches nuevos. Los del Rombo fueron los primeros hace más de una década en instalarse en el reino alauita, con una planta en Tánger, donde se fabrican nada menos que seis modelos, entre ellos el nuevo Dacia Sandero.
Marruecos lanzará un coche propio para el mercado local
Una factoría desde la que salen nada menos que 450.000 unidades anuales. Pero los galos no son los únicos. Stellantis también ha confirmado que el nuevo Citroën C3 se producirá en la planta marroquí de Kenitra, que está ampliando y también aspira a la misma cifra de producción anual. A día de hoy, solo con las exportaciones de los modelos de la marca rumana, Marruecos ha cobrado una importancia tan vital en las exportaciones que, con Stellantis, pretende llegar al millón de unidades anuales en 2025.
El pasado mes de diciembre, la ministra marroquí de anunció un acuerdo para la fabricación del primer coche marroquí con una inversión de 50 millones de euros, del que apenas se saben datos, más allá de que se llama Neo, estará destinado al mercado local con un precio de 17.000 euros, y que se encuentra en su fase de prototipo de pruebas. Es una realidad que Marruecos se ha convertido en lo que pocos se imaginaban, que la industria del automóvil sea la segunda más grande del país.
Marruecos, más atractivo para las marcas que Europa del Este
El gran reto de Marruecos es que sean más fabricantes los que se decidan instalarse en el país. Volkswagen cerró una planta en Argelia hace unos años con este objetivo pero nada más se supo. El libre comercio con Europa es clave, como también la cercanía con Europa a través de España para el transporte de los coches nuevos, la mano de obra es más barata y los trámites burocráticos tan rápidos como inexistentes. Lo que los fabricantes anhelan para ampliar sus redes de producción, y donde cada vez más marcas llevan a cabo sus pruebas.