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El deportivo Opel GT cumple 50 años: la historia de un éxito con sólo cinco años en producción

Todo un clásico en la marca del rayo: el Opel GT es un deportivo en el estado más puro que ofrecía todas las características propias de un modelo con esta configuración con un centro de gravedad muy bajo y el motor colocado en posición delantera central, lo que nadie se osó en la década de los sesenta y setenta, hoy convertido en un verdadero clásico.

El deportivo Opel GT cumple 50 años: la historia de un éxito con sólo cinco años en producción

8 min. lectura

Publicado: 12/04/2018 12:00

El diseño de la trasera primando la verticalidad fue uno de los hitos del diseño en el Opel GT

Sólo cinco años en producción, pero el Opel GT logró en ese corto período de tiempo enamorar a más de uno de sus propietarios por un diseño puramente deportivo y por unas sensaciones al volante únicas, un modelo que cumple cincuenta años y que hizo honor al lema comercial que los especialistas de la marca alemana del rayo diseñaron: "solo volar es más divertido".

La historia del Opel GT comenzó a gestarse en 1953, aunque no fue hasta doce años después cuando Opel aprovechó su paso por el Salón del Automóvil de Frankfurt -celebrado en 1965- un vehículo experimental que, por cierto, también fue la primera presentación de un concepto en un evento internacional mostrando un deportivo de sólo dos plazas en un estilo que hasta entonces era completamente inédito: un largo capó con unos faros escamoteables capaz de girar sobre su propio eje, grandes pasos de ruedas y una trasera completamente vertical, unas características que salieron de los lápices de Erhard Schnell, diseñador de la marca.

El mismo estilista recuerda que el desarrollo del GT fue un auténtico secreto -todo lo contrario que en la actualidad que, salvo algunos proyectos muy secretos, la mayoría se conocen- ya que ninguno de los máximos responsables de la marca conocían dato alguno; simplemente era algo que se concibió entre un equipo de diseñadores, pero unos meses antes de su presentación, el responsable del equipo informó a los "de arriba" con un resultado positivo que dio vida al concepto Experimental GT.

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El Opel GT fue uno de los modelos deportivos más avanzados de su época, con el motor colocado en posición central

Como en la gran mayoría de las grandes citas automovilísticas del mundo, cuando un concepto acapara la mirada de una gran parte del público y se concede la luz verde de producción, en el caso del concepto GT ocurrió de igual forma, por lo que las primeras unidades fabricadas comenzaron a salir de la factoría de Rüsselsheim en 1968.

El deportivo germano se mantuvo en producción hasta 1973 cuando se cesó definitivamente su fabricación por una decisión de la marca que podría suponer una mayor exclusividad en pequeñas dosis, pero es que se fabricaron nada menos que 103.463 unidades en solo cinco años que fueron destinadas a clientes europeos y americanos.

Dado el éxito del modelo, los diseñadores trataron de ampliar la oferta con una variante descapotable, en la misma forma pero con un cristal trasero escamoteable eléctricamente y techo Targa desmontable desvelándose en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1969 con el nombre de "Aero GT Convertible" pero quedó en nada.

Un largo capó para poder montar un potente sistema de admisión y con un voladizo delantero muy corto, las señas de identidad del modelo que marcó un antes y un después

El modelo no era completamente producido en esta planta, sino que estampación, soldadura, pintura y equipamiento interior del GT eran realizados en Francia por los carroceros de Chausson y Brissoneau & Lotz volviendo a Alemania casi para la fase de "matrimonio" donde se terminaban de montar las suspensiones, frenos, motor y transmisión.

Comercialmente, el Opel GT se ofreció con dos versiones mecánicas de gasolina colocado en posición central delantera heredando motores del Kadett B -como el 1.1 litros que rendía una potencia máxima de 60 CV- y el más potente de 90 CV con un motor de 1.9 litros que venía de la berlina Rekord y que se convirtió en la estrella de ventas gracias a sus prestaciones: una velocidad máxima de 185 km/h y alcanzar los 100 km/h desde parado en 11,5 segundos

Cifras que a finales de los sesenta y principios de los setenta eran todo un hito y teniendo en cuenta que se ofrecía con una transmisión manual de cuatro velocidades o una automática de tres, pero esta última no era la más solicitada en Europa.

Asientos baquets tapizados en cuero, volante deportivo de madera con tres radios y hasta cinco esferas analógicas, un interior clásico pero muy deportivo el del Opel GT

En el interior del Opel GT no se echaba de menos casi nada, estaba equipado al máximo para ofrecer una imagen tan deportiva por dentro como por fuera, con asientos baquet con cinturones de seguridad de tres puntos, volante de tres radios y un cuadro de instrumentos con esferas analógicas aunque fueron detalles como un arco antivuelco integrado, las barras de protección en las puertas y una columna de dirección de seguridad los que redondeaban la deportividad del conjunto.

El avanzado diseño que mostraba el modelo en aquella época también tuvo algún que otro "problema", y es que cómo cambia la tecnología... Resulta que Opel no pudo realizar pruebas con los prototipos en vías públicas porque las formas de su silueta no se adaptaban a los camuflajes, ni viceversa. Palabras textuales de la prensa especializado del momento decían "que su silueta hacía inservible cualquier camuflaje".

Incluso en competición, el Opel GT también demostró sus posibilidades, con unas preparaciones especiales que corrieron a a cargo de un especialista italiano llamado Conrero logrando triunfos en pruebas de resistencia en los primeros años de la década de los setenta e, incluso se fabricó una unidad del modelo equipada con un motor diésel que, alcanzando una velocidad punta de 197 km/h durante un kilómetro, logró dos récords mundiales y 18 internacionales en la pista de pruebas de Dudenhofen.

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