Plataforma modular, ¿qué es y para que sirve?
El uso de plataformas modulares permite que las marcas puedan desarrollar una gran cantidad de nuevos modelos partiendo de una sola base, además de que también incide en los presupuestos que dedican a investigación, desarrollo y diseño permitiendo aumentar las economías de escala en la producción.
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Publicado: 04/11/2017 10:00
Plataforma B0 principal utilizada por Dacia para toda su gama de modelos, a excepción del nuevo Duster
Es sumamente raro que un fabricante no disponga de plataformas modulares a día de hoy. El desarrollo de estas arquitecturas permite diseñar y desarrollar modelos de diferentes segmentos, y poder ser fabricados en diferentes plantas alrededor del mundo.
Es una estrategia que se inició en los años 60, pero al no tener en cuenta aspectos como la flexibilización, esta estrategia fue desechada y se mantuvo un sistema estándar con varias arquitecturas. Ejemplos de este desmadre: hasta 2014, BMW llegó a contar con cinco plataformas para 14 modelos; al mismo tiempo, Mercedes también contó con el mismo número de plataformas que su rival de Múnich pero para 11 modelos, una locura.
Porque hasta hace dos años, los ciclos de vida de los modelos eran de siete años. Los fabricantes se han visto obligados a reducirlos pasando de siete a cinco años porque, a pesar de que una plataforma modular permite desarrollar muchos modelos, si se mantiene un ciclo de vida de siete años, la amortización se hace eterna o no se consigue.
Las partes fijas son comunes a todos los modelos que se desarrollen utilizando la misma plataforma. Las partes "flexibles" son las únicas que se pueden variar
Aunque también pueden ocurrir causas excepcionales como la venta de Opel antes de tiempo. A comienzos de esta década, GM invirtió 220 millones de dólares en la nueva plataforma D2XX que Opel diseñó y ejecutó toda la ingeniería, una arquitectura global y modular que tenía por objetivo reducir los costes de nuevos modelos entre 2014 y 2020 en un billón de dólares, y que ahora se ha quedado en nada al vender la alemana a PSA, ya que los futuros modelos de Opel compartirán la plataforma EMP2 con los Peugeot y Citroën.
Hoy es obligatorio un sistema escalable para reducir los costes y los tiempos de desarrollo al máximo
Pero, ¿qué es una plataforma? Se puede decir que es el suelo del coche, pero técnicamente es un conjunto formado por mínimo tres módulos completos: el frontal hasta los montantes del parabrisas incluyendo el vano motor, sus soportes y anclajes más el tren de suspensión y dirección, el módulo del habitáculo y el módulo trasero con su tren rodante y, en algunos casos, también el tren de potencia. De esta forma, se pueden variar la distancia entre ejes y la anchura de las vías para construir modelos de diferentes segmentos.
La plataforma CMF de Renault lleva la modularidad a un máximo nivel con bloques intercambiables entre sí
Aunque no lo parezca, hoy los coches son más baratos que hace una década, especialmente por esta estrategia modular que sobre una misma estructura se pueden fabricar muchos modelos con diferentes carrocerías eliminando arquitecturas por modelo, y gracias a la globalización pudiendo fabricar en diferentes países.
Además, las nuevas arquitecturas permiten instalar sistemas electrónicos más avanzados, bien con tecnologías actuales o adelantándose al tiempo por lo que se pueden ir derivando de modelos lujosos a otros más económicos con el paso de los años. Un ejemplo son los faros láser de BMW: hoy se encuentran de forma opcional en un modelo tan exclusivo como el M5, pero alrededor de 2025 llegarán a la Serie 3 también con un precio adicional y en las versiones más potentes.
A pesar de que esta estrategia ha sido adaptada por una gran parte de los fabricantes, todavía hay algunos como Ford que mantienen estructuras antiguas y diferenciadas según sus modelos, un aspecto que es muy posible que cambie más pronto que tarde, ya que el objetivo de la estandarización de plataformas es aumentar el desarrollo de nuevos modelos -en algunos casos multiplicando por 5- y reduciendo los costes entre un 20 y un 40 por ciento.
