La regla RSM que aprendimos en la autoescuela y que pocos cumplen: la DGT recuerda el peligro de no seguirla
Cuando circulamos por la carretera, es imprescindible el uso de los intermitentes. Es algo que nos lo han enseñado en la autoescuela pero que, luego cuando estamos circulando, muchos conductores no cumplen. Seguir la regla RSM es vital para la seguridad.

A la hora de movernos con el coche por la carretera, es vital seguir las normas de circulación. Lo sabemos de sobra, aunque no todos lo cumplen a rajatabla. Sin embargo, una práctica tan sencilla como poner el intermitente para señalizar una maniobra, parece que resulta ser muy complicado para muchos conductores.
Los intermitentes tienen una mayor importancia de la que todos pensamos. Al fin y al cabo, estas señales visuales son la única forma que tenemos para comunicarnos con el resto de usuarios de la vía, tanto con otros conductores como con los peatones.
Su uso es obligatorio por norma en situaciones muy concretas, como los cambios de carril, giros y cambios de sentido, adelantamientos, en las glorietas, en los estacionamientos y al incorporarnos a la circulación. De no hacerlo, nos arriesgamos a una multa de 200 euros e incluso con perder 3 puntos en el carné si ha supuesto un peligro para la seguridad vial.

Pero además, como decimos no usarlos puede comprometer nuestra seguridad y la del resto. Lo mejor es recordar la regla RSM, tal y como ha vuelto a compartir la DGT en sus redes sociales, la hilo de una práctica que supone un grave riesgo: el zigzagueo entre carriles.
Tres pasos muy sencillos
Así lo ha recordado la Dirección General de Tráfico recientemente: «Zigzaguear entre carriles es un riesgo para el resto de conductores, ya que puede provocar frenadas, alcances y otras situaciones peligrosas. El cambio de carril debe hacerse siempre con prudencia, siguiendo la regla RSM».
Esta regla RSM la hemos aprendido en la autoescuela y marca los tiempos para realizar cualquier tipo de maniobra en nuestro vehículo: retrovisor, señalizar y maniobrar. Antes de realizar cualquier gesto con nuestro coche, debemos observar el tráfico que nos rodea, mirando a los retrovisores para cerciorarnos de que la maniobra que queremos hacer va a ser segura.
En ese momento, deberemos señalizar, para lo cual debemos usar esa palanca que tenemos tras el volante y que activa los intermitentes, bien a la derecha o bien a la izquierda. Deberemos activarlos con la suficiente antelación. El tercer paso es realizar la maniobra, siempre de forma segura y siguiendo las normas de tráfico.
Según la DGT, durante la vida útil de un coche podemos llegar a usar los intermitentes más de 200.000 veces, unos más que otros, sin duda. El problema viene que no siempre se usan adecuadamente o cuando debemos hacerlo, pensando que no tiene tanta importancia.
«Solamente el 33% de los vehículos ligeros señaliza la maniobra de adelantamiento y el regreso al carril de origen. De nada sirve poner el intermitente a la vez que giramos o cambiamos de carril. Lo único que haremos es sorprender, provocar situaciones de riesgo o incluso desencadenar un accidente», recuerda Juan Ignacio Serena, de la DGT, la hilo de un reciente estudio sobre el comportamiento de los conductores.