He probado el Hyundai Tucson y el Renault Austral, dos de los mejores SUV de Europa y tengo claro cuál recomendarte
El segmento de los SUV compactos es el más popular en Europa. Todas las marcas pelean con al menos una unidad en la categoría. Tras haber probado casi todos los modelos disponibles, comparo dos de las mejores opciones.

Desde que a principios de la década del 2010 Nissan sacase a la venta el primer todocamino de éxito de la historia, el mundo ha transformado por completo su oferta comercial. Hoy, los SUV inundan nuestras carreteras con sus formas musculosas con sus supuestas capacidades fuera del asfalto. La variedad es tal que cuesta elegir. Sin embargo, tras haber probado casi todos los SUV que hay a la venta hay dos que puedo recomendarte: Hyundai Tucson y Renault Austral.

Los SUV han colonizado nuestros garajes a base de una constante evolución. Las primeras generaciones, a pesar de sus ventas, dejaban mucho que desear. Hoy, en cambio, son una excelente alternativa para la mayoría de los conductores. El segmento de los compactos es el más polivalente de todos. Su tamaño y versatilidad les convierte en una apuesta muy funcional para unidades familiares con hasta cinco miembros. El Austral y el Tucson compiten en dicha categoría con mucho éxito.
El Tucson siempre figura como uno de los coches más vendidos en nuestro país. Un producto de gran relación calidad-precio que en su última generación ha mostrado por qué la marca Hyundai es de las compañías más valoradas en el segmento generalista. Renault no se queda corta. Los franceses han mejorado considerablemente en el último lustro. La flota ha sido totalmente renovada y hoy cuenta con algunos nombres ilustres como el Captur o el Clio. Para mí los mejores modelos de su categoría.
Duelo de diseño

Las reglas básicas de todo buen SUV implican la presencia de plásticos negros, nervaduras muy marcadas y elementos de contraste para realzar la línea aventurera. Tucson y Austral ofrecen aspectos muy en consonancia con las exigencias de la categoría, aunque cada uno apuesta por un formato muy diferente. Por decirlo de alguna manera, Hyundai ha sabido crear un diseño mucho más especial con los ya famosos faros paramétricos incrustados en la parrilla delantera. Un efecto creativo con el que cuesta diferenciar qué es rejilla y qué es faro, aunque los principales los encontramos en los lados.
El Renault Austral en cambio opta por un estilo más europeo. A diferencia de otras marcas francesas como Citroën o Peugeot, Renault apuesta por un estilo más europeo y algo más 'tradicional'. No arriesga, pero tampoco falla. El Austral muestra un diseño muy elegante y atemporal. Ha sabido envejecer mejor que su rival. En ambos casos llama la atención los diferentes acabados y elementos de personalización que permiten un mayor abanico de resultados capaces de adaptarse a un mayor número de clientes. Cuesta elegir entre cualquiera de las dos opciones. En cuestión de gustos no hay nada escrito.
Coches familiares con habitáculos similares

Si bien el apartado del diseño ha concluido sin un claro ganador es hora de abrir las puertas y colarnos en las plazas traseras de ambos modelos. Como ya he comentado antes, el Austral y el Tucson son excelentes alternativas para familias con cuatro o cinco miembros. Son coches muy equilibrados en relación al tamaño y al espacio. En la segunda fila de asientos pueden ir tres pasajeros adultos, de hasta 1,85 metros de estatura sin grandes inconvenientes.
El espacio para las piernas es casi idéntico en ambos casos con una ligera ventaja para el coreano, que asegura tener una de las mejores segundas filas del mercado. A pesar de ello, Renault juega con la ventaja de tener una segunda fila con ajuste longitudinal. La banqueta posterior se desplaza adelante y atrás para variar el espacio en función de las necesidades puntuales. El Hyundai no lo ofrece. Se puede sumar o restar capacidad de carga para mejorar la habitabilidad trasera o viceversa.
En lo que a volumen de carga se refiere, el Tucson también es firme ganador de la contienda. En función de la versión mecánica seleccionada, Hyundai anuncia entre 546 y 620 litros de capacidad. Renault, por su parte, reduce las cifras a un abanico entre los 430 y los 500 litros (con la banqueta trasera completamente desplazada hacia detrás). Es una diferencia notable, aunque en el día a día no la vamos a notar. Las formas rectangulares de ambos permiten aprovechar el espacio, aunque en el caso del francés se achaca una altura de la boca de carga excesiva.
Equipamiento y tecnología, la batalla del siglo XXI

Hoy es impensable comprarse un coche con pantallas. Desde los coches más pequeños y baratos hasta los más grandes y caros ofrecen diferentes pantallas repartidas por el interior. Los Tucson y Austral también, aunque la presentación es muy diferente. Hyundai plantea un panel corrido de gran tamaño. Renault apuesta por su fórmula dividida con un llamativo panel vertical en la consola central. Claramente ganan los franceses y no sólo por la presentación. El manejo del Austral es considerablemente mejor.
Renault integra el sistema Google Automotive, el que para mi y para muchos de mis compañeros es el mejor infotainment del momento. Un sistema sencillo de manejar, fácil de aprender y perfectamente integrado con el ecosistema de Google y las aplicaciones que tengamos instaladas en el teléfono móvil. En cambio, Hyundai ofrece un equipo no tan sencillo de manejar que exige en ciertas ocasiones demasiados toques en la pantalla. Se aprecia el módulo individual de la climatización, pero el sistema de infoentretenimiento deja mucho que desear. Y de los asistentes y sus constantes pitidos mejor no hablar.
Todos los precios, ofertas y versiones

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Ahorras 5.771 €En lo que a equipamiento general se refiere ambas unidades vienen muy completas desde el acabado básico. Se incluyen todos esos elementos que hoy consideramos esenciales como las ya mencionadas pantallas, las cámaras de aparcamiento, los asistentes a la conducción, la conectividad para móviles y mucho más. No hay una diferencia significativa entre ambos. En lo que a calidad se refiere sí que aprecio una mejor presentación en el caso del SUV francés. Me parece que la calidad de acabados del Renault es superior a la del modelo coreano. El interior es más agradable.
¿Qué tal se comportan en marcha?

La fórmula del éxito de Hyundai no sólo se ha basado en el precio o en la relación calidad-precio. También se ha esforzado en mantener una puesta a punto equilibrada. Tan equilibrada que en marcha el Tucson aporta poca o ninguna emoción. Es un coche diseñado para llevarnos del punto A al punto B sin más alegría que la que nosotros pongamos en el equipo de música. Es blando, la carrocería balancea demasiado y la dirección transmite la información justa y necesaria. Da igual la versión que escojas. Todas son iguales.
El francés tampoco es la virtud emocional, pero su puesta a punto es más alegre. El chasis está mucho mejor afinado y el tacto de todos los componentes se ajusta más a la conducción europea. A pesar de ello también sigue ofreciendo un tacto equilibrado, una conducción suave y una gran calidad de rodadura. Como buen modelo francés es un rodador nato. Un coche diseñado para hacer largas tramadas sin morir en el intento. Opcionalmente, el Austral cuenta con algunas chucherías técnicas como el eje trasero direccional. No es un extra que recomiende encarecidamente escoger, pero demuestra que Renault gana a Hyundai en cuanto a técnica y conducción.
Analizamos en vídeo el Austral antes de su restyling de 2025.
También en cuanto a consumos y eficiencia. Conste que la gama mecánica del Tucson es mucho más variada que la del Austral. El coreano ofrece alternativas mecánicas de todo tipo, desde versiones térmicas sencillas a más complejas unidades híbridas enchufables. La apuesta de Renault es mucho más básica: gasolina MHEV o híbrido no enchufable. La mejor opción en ambos casos es el híbrido -el Tucson HEV o el Austral e-Tech- con la etiqueta ECO de la DGT. El sistema híbrido del Renault es muchísimo mejor que el del Tucson. Mejor rendimiento y consumos mucho más ajustados.
La diferencia de gasto es bastante significativa. En el caso del Austral es posible rodar sin muchas complicaciones por debajo de la frontera de los 5 litros a los 100 kilómetros. Un dato excelente teniendo en cuenta el tamaño y el rendimiento. En el caso del Hyundai cuesta bajar de los 6 litros en recorridos sencillos. Además del consumo, el Austral ofrece un mejor sistema híbrido con una mayor autonomía eléctrica, lo que a su vez le permite ofrecer un gasto inferior. El Tucson PHEV no es mala opción, pero requiere obligatoriamente tener acceso a un enchufe doméstico habitual.
¿El precio marcará el resultado final?

Obviamente el feo asunto del dinero es un factor de compra decisivo y en la mayoría de las comparativas desnivela la balanza en favor de un modelo. Con las cifras oficiales encima de la mesa, el Austral es más barato que su rival. El precio de salida del Tucson es de 34.125 euros, sin ofertas o descuentos. Cantidad que se asocia con un modelo de gasolina con cambio manual. El híbrido no cuesta menos de 35.625 euros, sin promociones. La tarifa mínima del Austral es de 31.868 euros sin promociones para la versión MHEV de etiqueta ECO y cambio automático. El Austral E-Tech híbrido más barato cuesta 36.522 euros sin aplicar descuentos.
Son cantidades mínimas y prácticamente inapreciables teniendo en cuenta el precio final y el tipo de vehículo del que hablamos. De haber existido una mayor diferencia la decisión habría sido mucho más difícil de tomar. Dicho esto es un placer coronar al Renault Austral como el mejor modelo de esta comparativa y el SUV compacto que más te puedo recomendar. Un producto cargado de razones para formar parte de la familia. El único inconveniente palpable es su menor capacidad de carga (no se puede negar). Sin embargo, en el resto de apartados es significativamente mejor que su rival coreano. Su tecnología es mejor, su calidad también, se conduce mucho mejor, es más eficiente y encima los asistentes a la conducción no son una tortura como en el caso del Tucson.