Primeras impresiones junto al Skoda Superb 2024, una familia sin rival

Oficialmente, Skoda adoptó la nomenclatura «Superb» por primera vez hace casi 100 años; concretamente en el Skoda 640 Superb. Sin embargo, no volvió a utilizarlo hasta los primeros años de la década de los 2000, con la llegada de la considerada como la primera generación del Superb.

Aquel modelo se posicionó rápidamente como uno de los vehículos más queridos de su sector por diferentes motivos: calidad de fabricación, espacio interior o precio, entre otras. Casi 20 años después de aquella puesta de largo, la firma checa renueva uno de sus modelos más queridos con una cuarta generación mucho más espaciosa, representativa y tecnológica que nunca.

Su presentación oficial se llevó a cabo el pasado día 2 de noviembre en Praga, capital de la República Checa. Hasta allí nos desplazamos para tener un primer contacto con el aclamado modelo de la firma, un vehículo que, bajo mi humilde punto de vista, es uno de los más recomendables de su sector por todo lo que conlleva y representa.

Un primer vistazo al Skoda Superb 2024

Aunque aún tardará unos meses en llegar al mercado español, nosotros ya hemos podido tener la oportunidad de verlo en vivo y en directo. Las líneas más tradicionales de Skoda se llevan aquí hasta un siguiente nivel, incorporando el nuevo lenguaje de la compañía («Modern Solid») sobre elementos como la parrilla frontal, los nuevos grupo ópticos y demás de elementos de índole decorativa.

En fotografías puede parecer que el coche apenas ha cambiado con respecto al modelo al que sustituye, sin embargo, estas impresiones no son exactamente las mismas cuando lo ves en directo. El salto en diseño e imagen en el Superb 2024 es más que significativo. Su aura de vehículo elegante y de representación se vuelve aún más distinguido aquí.

El frontal está compuesto por unos nuevos faros Matrix-LED con 36 segmentos luminosos que ahora son capaces de alumbrar un 40% más que en la variante saliente. La parrilla, por su parte, cuenta con un diseño más moderno y, uniéndose a la tendencia actual, con unas dimensiones más generosas. La zona inferior del parachoques, por su parte, presenta unas molduras decorativas muy horizontales, aunque esta zona variará en ciertas unidades según el acabado escogido.

La primera impresión frente al Skoda Superb ha sido más que positiva en todos los aspectos. La marca ha sabido mantener viva la esencia del modelo, pero llevándolo un paso más allá en todos ellos. Su diseño se presenta más refinado y estilizado que nunca; además se intuye con un nivel extra en cuanto a elegancia y distinción.

Mirando al modelo de perfil queda claro que sus proporciones han crecido notablemente. Ahora, el Skoda Superb en su variante de carrocería berlina cuenta con una longitud de 4.912 mm, 1.849 mm de anchura y 1.481 mm de altura. En el caso de la versión familiar, a estas cifras habrá que restar 10 mm a la longitud y sumar 1 mm de altura. En ambos casos la distancia entre ejes será de 2.841 mm.

Este conjunto podrá estar decorado con llantas de 16 hasta 19 pulgadas y ocho posibles tonalidades (seis metalizados y dos sólidos). Skoda ha mirado mucho la aerodinámica en este coche, ya que mejora sus cifras en un 15% con respecto a su precedesor, presentando ahora un coeficiente de 0,23 en la berlina y 0,25 en el familiar.

La trasera, por último, cuenta con unas formas más minimalistas, con unos faros renovados junto a su firma lumínica más fina y estilizada. En el centro del portón del maletero se encuentra escrito el propio nombre de la compañía, mientras que el nombre del modelo está reservado para la zona izquierda del conjunto.

Un habitáculo de primer nivel

El interior del Skoda Superb no decepciona lo más mínimo. Ahora, junto a su diseño renovado se presenta un salpicadero más minimalista, con una serie de decoraciones y una pantalla central de hasta 13 pulgadas decorando el centro del mismo. Lo que he podido probar con esta muestra un nivel extra en cuanto a fluidez en sus menús y un buen tacto del panel. Además de esto, cuenta también con una multitud de huecos portaobjetos o un punto de carga inalámbrico para smartphone.

Una de las novedades en esta nueva generación será la adopción de los llamados «Skoda Smart Dials»; esto es una conjunción de tres diales que, a priori, pueden parecer exclusivos para la climatización, pero no es así. Pulsando en alguno de los dos de los extremos se podrá acceder a comodidades como la calefacción y ventilación en los asientos, además de la propia modificación de la temperatura en esta zona. El central podrá variar e incorporar opciones como el modo de conducción, volumen de la radio o la potencia de la ventilación.

En términos generales, la calidad percibida es justo la esperada: molduras acolchadas en la práctica totalidad de paneles sensibles al tacto y materiales de muy buena calidad. Sin embargo, pese a todos los puntos positivos que este modelo guarda, existe un factor por el que su compra puede ser decisiva: el espacio interior.

Al igual que lleva sucediendo casi 20 años en el Superb, el espacio interior es sobrado allá por donde mires. Concretamente, esto se deja ver con mayor impronta en la segunda fila de asientos, donde sus ocupantes podrán disponer de una habitabilidad extraordinaria para casi todo tipo de fisionomías. Además, de forma opcional, en esta fila se pueden instalar unas particulares mantas, un soporte para tablets o los reposacabezas con sujeción lateral para echar una siesta.

Pero si precisamos de un espacio donde almacenar y transportar objetos, el Skoda Superb será uno de los mejores candidatos para ello. La variante berlina cuenta con un maletero de 645 litros de capacidad, mientras que el familiar cuenta con 690 litros. En caso de precisar aún más volumen, sus asientos traseros se abaten para alcanzar los casi 1.920 litros de capacidad máxima.

Sobre su mecánica, el Skoda Superb llegará a España con seis alternativas mecánicas: diésel, gasolina e híbrida enchufable. La primera de las mencionadas constará de un bloque de 2.0 litros de cubicaje con potencias de entre 150 y 193 CV, así como tracción total o delantera. Los de gasolina tendrán tres opciones: un 1.5 TSI de 110 CV, un 2.0 TSI de 150 CV y otro de 195 CV con idéntico cubicaje. De estos tres, sólo el más potente podrá equipar tracción total. En todos estos casos, la caja de cambios siempre será la DSG de 7 relaciones.

Por último, la variante híbrida enchufable merece un párrafo aparte, ya que puede presumir de contar con una autonomía 100% eléctrica de hasta 100 kilómetros. Este consta de un sistema formado por el motor 1.5 TSI de 150 CV y un conjunto eléctrico que da como resultado un total de 204 CV gracias a una batería de 25,7 kWh de capacidad bruta. Su potencia de recarga máxima será de 50 kW, lo que supondrá pasar de 10 a 80% de capacidad tras 25 minutos de enchufe. Además también incluye compatibilidad con sistema Plug & Charge o sistema de frenada regenerativa.

Conclusiones

En términos generales puedo decir que el Skoda Superb me ha convencido notablemente en todos los aspectos. Ya que esta ha sido una primera toma de contacto con el coche, no puedo sacar puntos a mejorar del mismo. Para eso tendremos que esperar a poder probar el coche, algo que ocurrirá a lo largo de la primera mitad del próximo 2024.

No obstante, todo apunta a que Skoda ha vuelto a saber hacer un coche con las especificaciones y característica que todo amante del Superb siempre ha buscado. Por el momento no se tienen detalles sobre el precio al que llegará al mercado español.