Pruebo el KIA PV5 Passenger, la furgoneta eléctrica que se hace pasar por monovolumen (y lo hace muy bien)

Tras unos años de ausencia, KIA vuelve al mercado de las furgonetas con su gama PBV (Platform Beyond Vehicle), siempre en clave eléctrica. El primer modelo de esta aventura es el KIA PV5 y está disponible como vehículo comercial para el transporte de mercancías (PV5 Cargo) o en formato monovolumen (PV5 Passenger).

He probado el PV5 Passenger en su presentación y, sinceramente, me ha sorprendido para bien en muchos aspectos: se comporta como un turismo, es sumamente silencioso y tiene detalles prácticos que hacen la vida más fácil, especialmente para quien busca una solución de movilidad familiar o profesional sin descuidar el día a día.

Con una vocación clara hacia el confort y la experiencia de uso cuando el objetivo es mover personas en lugar de cajas, el modelo coreano reaviva el espíritu de los prácticamente extintos monovolúmenes tradicionales. Lo hace por espacio y practicidad y además suma un diseño que llama la atención.

Exteriormente el PV5 presenta una estética moderna y limpia emparentada con los turismos de KIA. La suavidad de sus formas, las sinuosas luces led diurnas y la parrilla cerrada le confieren un aspecto futurista que me encanta. Los faros principales son de led en todas las versiones y están camuflados entre la parrilla y el paragolpes.

También hay que destacar los voladizos muy cortos y las llantas de 16 pulgadas mientras que en la parte trasera hay poco margen de diseño para florituras. Las líneas tienen su importancia aerodinámica y en ese sentido la furgoneta coreana destaca porque el coeficiente aerodinámico de 0,286 es fantástico para un vehículo de este tamaño.

Las dimensiones son muy razonables con 4.695 mm de longitud y una distancia entre ejes de 2.995 mm en la versión L2, lo que se traduce en un equilibrio entre habitabilidad y maniobrabilidad urbana. De hecho, uno de sus puntos fuertes es el radio de giro de sólo 5,5 metros, algo que se nota muchísimo al maniobrar. Si buscas algo realmente compacto, próximamente llegará una versión L1 con 4,49 m de longitud.

Espacio, equipamiento y un sistema multimedia inédito

En el interior del PV5 se aprecia que KIA ha hecho un notable esfuerzo para distinguirse de la típica furgoneta disfrazada de turismo. El puesto de conducción está muy elevado, tanto que hay un peldaño para subir a las plazas delanteras, pero la sensación al volante es más de coche que de furgoneta. Los controles, la visibilidad y la ergonomía están pensados para el uso diario. Me gusta la postura al volante y la excelente visibilidad gracias a la enorme superficie acristalada.

La calidad de los materiales es satisfactoria. No es lujo premium pero el tacto es agradable y las piezas encajan con criterio. KIA ha cuidado superficies de contacto en zonas visibles, con plásticos y tapicerías que cumplen con nota para este tipo de producto y mi impresión es que todo aguantará sin rechistar el trato del día a día.

La información se concentra en dos pantallas, ambas nuevas en KIA. En cuanto al cuadro de instrumentos, hay dos tenencias en el mercado: grandes pantallas de más de 10 pulgadas repletas de información o pantallas de tamaño moderado con información clave para no distraer. KIA apuesta por este segundo formato con una instrumentación digital de 7,5 pulgadas que transmite todos los datos necesarios y cuyas vistas se pueden cambiar para resaltar lo que te interese.

Donde hay mucho que contar es el nuevo sistema multimedia que emplea una pantalla central panorámica de 12,9 pulgadas ligeramente orientada hacia arriba. Lo interesante es que está basado en el sistema operativo Android Automotive, algo inédito en un modelo de KIA, y todo un acierto porque es rápido, fluido y fácil de utilizar.

La conectividad está garantizada con Android Auto y Apple Carplay y funciona muy bien tanto en rapidez como en integración, aunque los menús podrían ser más claros. A veces cuesta dar con una función concreta si no la usas a menudo aunque también puede deberse a que durante la presentación tuve poco tiempo para hacerme con él.

En cualquier caso, el sistema de infoentretenimiento resulta uno de los grandes aciertos del coche. KIA se ha basado en Android para permitir una mayor integración de aplicaciones orientadas a flotas para servicios de shuttle o reparto, por ejemplo.

En su furgoneta de pasajeros, el fabricante coreano propone tres niveles de equipamiento bajo los nombres Essential, Plus y Elite. Dependiendo de la versión, el PV5 puede disfrutar de tapicería en cuero bitono, asientos delanteros eléctricos, calefactados y ventilados, volante calefactable o cámara de visión 360º. El equipamiento de seguridad y ADAS también es generoso.

En el PV5 Passenger el acceso a las plazas traseras es especialmente cómodo. El umbral de acceso queda bajo, más que ninguna otra furgoneta según la marca, que señala que hay 399 mm de altura. Esto, junto con las grandes puertas laterales, hace que subir y bajar sea fácil para que suban y bajen niños o personas mayores y también a la hora de colocar asientos infantiles.

Ninguna pega en cuanto a espacio en esta segunda fila de asientos pero hay cosas que no me entusiasman. Los asientos traseros están anclados al suelo, no se deslizan longitudinalmente ni se pueden extraer, lo que limita la versatilidad. Además, las ventanillas traseras no se abaten hacia abajo como en un coche común; se abren lateralmente en una pequeña sección. En 2026 llegarán versiones con siete plazas en tres filas de asientos.

En cuanto a espacio de carga, nada que reprochar. El maletero de la versión Passenger es de 1.330 litros por lo que puedes llevar la casa a cuestas y aumenta a 3.616 con los asientos traseros plegados. Bajo el suelo hay compartimentos para guardar objetos, una solución realmente útil. También nos beneficiamos del umbral bajo y, en el tope de gama, el portón tiene apertura eléctrica.

El PV5 Passenger llega con dos tamaños de batería

La propuesta mecánica del KIA PV5 siempre es eléctrica y dispone de dos tamaños de batería para Passenger: 51,5 kWh (Medium Range) y 71,2 kWh (Long Range), con autonomías WLTP de 295 km y 412 km respectivamente. Ambas son de tipo NCM y la fórmula con batería grande será la que encaje con la mayoría de la gente ya que permite viajar por autopista sin ansiedad por la carga.

El consumo medio se sitúa en 19,2 kWh/100 km según ciclo WLTP, razonable para un vehículo de su tamaño. El puerto de carga está en el frontal. En CA, carga a 11 kW en trifásico aunque más adelante se ofrecerá la posibilidad de aumentar a 22 kW. La carga rápida llega a 150 kW en CC para recuperar del 10% al 80% en 30 minutos en condiciones óptimas.

La bomba de calor solo viene de serie con la batería Long Rage y el acabado Elite (y opcionalmente en el Plus). Hubiera sido preferible que se pudiera montar en el resto de variantes ya que puede mejorar el consumo hasta un 10% en condiciones de baja temperatura.

Con la batería Medium Range el motor eléctrico entrega 122 CV mientras que el Long Range tiene 163 CV de potencia. He conducido este último y las cifras de aceleración (0 a 100 km/h en 10,6 segundos) permiten incorporaciones y adelantamientos sin sobresaltos. En ciudad, la respuesta eléctrica y la entrega de par hacen que el tráfico sea más placentero que una furgoneta con motor de combustión.

Me gustó especialmente que el PV5 se conduce como un turismo a pesar del puesto de conducción elevado. El volante no está demasiado horizontal, la dirección está bien calibrada y el conjunto transmite confianza. Además, tiene levas para ajustar la regeneración en cinco niveles, algo que aporta gran control para recuperar energía sin tocar el pedal del freno y hacer deceleraciones suaves. También me sorprendió para bien la buena insonorización de la cabina.

Pros, contras y precio del KIA PV5

El PV5 Passenger se coloca entre dos mundos: por un lado compite con las furgonetas eléctricas como el Peugeot Traveller, el Citroën Spacetourer y el Toyota Proace que buscan un precio ajustado y por otro lado mira de reojo al Volkswagen ID.Buzz que apuesta por un concepto retro con toque premium. Mi impresión es que el PV5 queda en un término medio muy atractivo.

Me ha parecido más refinado que las propuestas generalistas en cuanto a experiencia de uso y a la vez más interesante en relación precio/producto que el ID.Buzz. Es una posición que puede atraer a muchísima gente que no quiere pagar el elevado precio del modelo alemán ID.Buzz pero sí exige un estilo diferente, empaque digital y mucho confort.

La versión Passenger arranca en 38.690 € y KIA está ofreciendo actualmente 3.000 € de descuento directo más 1.500 € adicionales si se financia, a lo que se pueden sumar las ayudas del Plan MOVES y del CAE según condiciones y disponibilidad. Con los descuentos, el PV5 Passenger resulta una oferta muy competitiva.

El KIA PV5 Passenger es una propuesta a tener en cuenta de manera obligada si necesitas espacio a raudales para llevar pasajeros. Se conduce con la solvencia de un turismo y hay soluciones de practicidad realmente útiles en el día a día como la puerta baja que facilita el acceso, el enorme maletero y un sistema multimedia que está por encima de la media del segmento.

Eso sí, es necesario que la apuesta eléctrica encaje en tu estilo de vida. También hay pequeños detalles que se podrían mejorar, como que las ventanillas traseras no bajan como en un turismo o que los asientos traseros no se deslizan limitando un poco la modularidad. Pero en general el PV5 es un excelente vehículo para mover familia y maletas de manera resolutiva. Y si alguien te pregunta si es un coche o una furgoneta le puedes responder «es lo que te convenga hoy».