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Prueba Mercedes Clase V 2024: sigue y seguirá siendo el mejor monovolumen del mercado

Si hablamos de monovolúmenes, el Mercedes Clase V sigue siendo el rey de la categoría. El familiar más expandido en el mundo estrena una nueva actualización que le permitirá seguir marcando con sus más inmediatos rivales.

Prueba Mercedes Clase V 2024: sigue y seguirá siendo el mejor monovolumen del mercado

15 min. lectura

Publicado: 05/03/2024 07:00

Cuando uno piensa en Mercedes siempre asocia a la marca con excelentes berlinas o prestigiosos SUV, pero los alemanes llevan años demostrando su polivalencia creativa con una gama de productos extremadamente amplia. Si hablamos de sus modelos más representativos, el Mercedes Clase V se merece figurar en la lista. Un movolumen de éxito que acumula millones de unidades vendidas en todo el mundo. España es uno de sus principales mercados y, gracias a sus constantes mejoras, seguirá siéndolo durante muchos años.

El Clase V trasciende los límites familiares. Es un gran coche de representación.

El Clase V nos ha aportado un punto de vista diferente a la hora de hablar de vehículos de representación. Hasta su llegada, los más altos dignatarios acostumbraban a llegar en coches tan caros como grandes. Sin embargo, el monovolumen alemán ha permitido abrir la experiencia a un nuevo entorno. No es sólo un excelente vehículo familiar. Su condición de modelo premium le ha permitido expandir su presencia a diferentes usos y escenarios. Mercedes ha sabido explotar todos y cada uno de esos ámbitos, aunque la era del Clase V que hemos conocido está llegando a su fin.

Los alemanes ya han confirmado que el Clase V morirá tal y cual es. Las versiones de combustión ya no evolucionarán por culpa de las normativas y las expectativas de la marca, aunque puede que Mercedes se replantee la estrategia a tenor de las últimas declaraciones vertidas por su máximo responsable. Si evolucionará la unidad eléctrica, el Mercedes EQV, que al igual que el resto de la familia, presenta las mejoras que ahora te voy a contar y que pude conocer de forma estática hace ya unos cuantos meses. Hoy es la primera vez que me pongo tras el volante y, así de primeras, hay que decir que ha cambiado muy poco.

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Se mantienen las tres carrocerías: Compacta, Larga y Extralarga.

El éxito del Clase V se debe en gran medida a su diseño. Si bien la forma está condicionada por la función, los diseñadores alemanes han sabido aplicar un toque muy personal y estético. El modelo de 2024 evoluciona ligeramente. Pequeños cambios aquí y allí que realzan el carácter elegante y sofisticado. Sólo el Lexus LM es capaz de equiparar su estilo premium, pero el japonés lo tiene muy difícil para arrebatarle ventas al alemán. Siguen presentes los tres formatos de carrocería: compacto, largo y extralargo. Una familia flexible capaz de adaptarse a diferentes usos y circunstancias.

Las medidas exteriores varían entre los 4,89 metros de la carrocería más compacta y los 5,37 metros de su versión más grande. Sin embargo, Mercedes estima que la unidad larga seguirá acaparando casi toda la atención. Sus 5,14 metros de largo y 3,2 metros de distancia entre ejes se antojan perfectos. Es grande, sí, pero no tan grande como para resultar torpe o complejo de conducir. Sus 1.030 litros de maletero mínimo son muy aprovechables. Si no queremos tanto espacio de carga la V compacta ofrece 610 litros de maletero mínimo, mientras que la unidad más larga de todas eleva la cota hasta los 1.410 litros.

Los cambios más notables se aprecian en el interior. Las pantallas llaman a la puerta.

Como ya es habitual, el habitáculo del Mercedes Clase V es completamente personalizable. Las tres filas de asientos pueden regularse longitudinalmente. Una pena que Mercedes no haya aprovechado la renovación para mejorar el sistema de raíles. Los asientos siguen siendo muy pesados como para realizar la maniobra con comodidad. El espacio varía según la configuración, pudiendo contar con cuatro, seis, siete y hasta ocho asientos. También existe la posibilidad de sumar una segunda fila tipo business con asientos de lujo y todo tipo de detalles, incluyendo masajes y climatización.

Si bien el aspecto exterior del nuevo Clase V apenas cambia, hay poco espacio de mejora, el interior muestra un ambiente completamente diferente. Ahora sí, el monovolumen alemán se suma a la corriente más moderna de la industria. El cuadro de instrumentos analógico desaparece, ya es historia, para ceder su espacio a un doble panel corrido de tanta calidad como vistosidad. Dos pantallas de 12,3 pulgadas cada una se unen para ofrecer un espacio muy mejorado. Ambos displays operan con el último sistema operativo de Mercedes. El MBUX de última generación que le permite ofrecer más equipamiento.

La cabina es personalizable, incluyendo la opción de poner dos butacas tipo business.

A pesar de las modernidades, Mercedes no cede a la tentación de integrar todas las funciones en las pantallas, dejando el módulo de la climatización por separado junto a un touchpad digital que permite poder controlar todo el sistema multimedia sin tener que echar mano de la pantalla. En cuanto a calidad, una vez más el Clase V demuestra por qué es el primer y más exitoso monovolumen premium. El ambiente que se respira es muy bueno, la sensación de durabilidad y de acabados es excelente y nada tiene que envidiar a otros buques insignia de la marca. Es el Mercedes que todos esperamos.

La división española propone cuatro niveles de acabado: Base, Style, Avantgarde y Exclusive, la novedad más rutilante en el apartado de acabados y detallado. Por supuesto, también están presentes los paquetes AMG con los que se consigue dar un toque visual más agresivo sin por ello alterar el enfoque elegante del resto del conjunto. A nivel tecnológico, el Clase V suma detalles más allá de las ya mencionadas pantallas. Elementos que mejoran la vida a bordo como el arranque mediante botón, sistema de iluminación ambiental con 64 colores diferentes, cámaras de 360 grados, faros de LED matriciales y mucho más, incluyendo un completo paquete de seguridad y asistencia.

El mayor problema sigue siendo el peso de los asientos y el complejo sistema de raíles.

En el apartado mecánico, Mercedes sigue apostándolo casi todo a la movilidad diésel. El Clase V se puede escoger con motor de gasoil o en formato 100% eléctrico. La rama de combustión cuenta con tres niveles de potencia diferentes: 220d, 250d y 300d con 163, 190 y 239 caballos, respectivamente. Todas las unidades llegan de serie con un cambio automático de 9 velocidades que envía la fuerza al eje trasero o, en algunas versiones, a las cuatro ruedas mediante la tracción total 4MATIC típica de Mercedes. Lamentablemente, los alemanes han prescindido de incluir cualquier variante MHEV con la que poder lucir la etiqueta ECO de la DGT.

Como ya he comentado un poco más arriba, el Clase V no evolucionará más sus mecánicas. Seguirán tal cual durante muchos años y eso no es nada malo. Mercedes no le ha puesto fecha a la desaparición de su monovolumen más exitoso y bien que hace. Obviamente, la frontera del 2035 está ahí para marcar un antes y un después, pero una vez cumplida esa fecha el Mercedes EQV mantendrá la herencia viva. La unidad 100% eléctrica también se ve afectada por las mejoras técnicas. Un único motor con 204 caballos puede asociarse con dos opciones de batería diferentes con 66 y 100 kWh de capacidad que otorga autonomías de 255 y 405 kilómetros respectivamente.

Por primera vez el Clase V puede integrar la estrella en el morro. Sólo en el acabado Exclusive.

Al volante del Mercedes Clase V 2024

Hay que reconocer que el Clase V tenía poco margen de mejora a nivel dinámico y me alegra decir que todo lo bueno que conocíamos sigue estando presente, con pequeñas mejoras. Mercedes ha trabajado un poco más en el aislamiento interior para así reducir aún más las molestias a sus ocupantes. Sobretodo las molestias producidas por el motor. A pesar de que no es el coche más aerodinámico del mundo, apenas hay ruidos de rodadura o aerodinámicos y cualquier tipo de recorrido se cubre de forma tranquila y relajada. Cuesta creer que estemos ante una furgoneta reconvertida. El Clase V nada tiene que envidiar al confort de un Mercedes GLC.

Los propulsores diésel entregan buenas prestaciones y bajos consumos. A pesar del peso, la aerodinámica y la potencia, los consumos homologados oscilan entre los 7,1 y los 8,4 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Es un gasto muy contenido que, sumado a un depósito de combustible de 57 litros nos permite recorrer más de 800 kilómetros sin tener que parar a repostar. Sin embargo, el consumo no es lo único que llama la atención pues también hay que prestar atención a la entrega de potencia. La unidad que se antoja perfecta es la variante 250d de 190 caballos. Hay motor para todo lo que queramos y un poquito más.

Viajar a bordo del Clase V es impresionantemente cómodo. Como si de una berlina o un SUV se tratase.

El bloque de cuatro cilindros turboalimentado desarrolla unos más que suficientes 440 Nm de par motor. Incluso a carga completa, pasajeros y equipaje, la respuesta es sobresaliente en cualquier tipo de escenario o situación. Las recuperaciones son correctas y gracias a ello podemos realizar salidas desde parado o adelantamientos en vías secundarias sin grandes problemas. Algo que no todos los coches, sobre todo los más modernos, pueden decir.

Los diferentes programas de conducción alteran mínimamente el comportamiento del coche y basta con pisar el acelerador para recibir una notable respuesta del coche. Si no necesitamos tantas pretensiones mecánicas la versión 220d es buena alternativa, aunque puede quedarse algo corta en los formatos más grandes. El 300d va tan sobrado que sólo lo veo necesario para aquellos que quieran tener lo más de lo más. El Clase V se siente cómodo en cualquier entorno o situación. En ciudad es fácil maniobrar con él y en carreteras rápidas es capaz de mantener el mismo ritmo que cualquiera de los otros integrantes de la vía.

Mercedes enriquece el aspecto del Clase V con detalles tan llamativos como las llantas.

Porque, lamentablemente, el Clase V está alejándose cada vez más de los precios populares. Las mejoras introducidas han disparado la cotización, una vez más. Hoy, Mercedes ofrece un amplio catálogo con un generoso abanico de precios, entre los 68.620 y los 110.250 euros. Es fácil encontrar la unidad que mejor se ajuste a tu presupuesto, pero hay que tener en cuenta que no estamos hablando de un producto barato. En el caso del EQV el precio mínimo de venta es de 88.348 euros, pudiendo llegar a un máximo de 95.993 euros.

Conclusiones

Mercedes mejora lo que ya era excelente. Una vez más los alemanes nos sorprenden con pequeños cambios que muestran la clara evolución que los coches térmicos todavía tienen ante sí. El Clase V es ahora mejor que nunca y no era fácil cumplir con el expediente. Seguirá vivo muchos años y seguirá, no me cabe duda, siendo el líder indiscutible de la categoría. A día de hoy sigue sin haber un rival que iguale sus características. Bien diseñado, con un habitáculo de calidad, con mucho más equipamiento del necesario y con un comportamiento dinámico, a falta de otra palabra mejor, es excelente. Su única pega es el precio, pero sinceramente veo justificación para semejantes cifras.

La versión eléctrica, la EQV, también recibe el mismo paquete de actualizaciones.
Opiniones del Experto
Nos ha gustado
  • Calidad interior
  • Habitabilidad
  • Confort de marcha
  • Comportamiento
Nos ha gustado menos
  • Precio elevado
  • Acabado base
  • Sistema de raíles
ValoraciónNota9.1
Comportamiento9
Confort de marcha10
Consumos9
Prestaciones9
Seguridad8
Habitabilidad10
Equipamiento9
Calidad interior9

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