Capó: qué es y qué función tiene
El capó forma parte de la carrocería de un coche y no solo se encarga de proporcionar una mayor seguridad, tiene otras funciones relevantes que interesa conocer con mayor profundidad.
¿Qué es el capó de un coche?
El capó de un coche es la tapa que podemos encontrar en la parte delantera del vehículo. Su principal función es proteger y proporcionar seguridad tanto al conductor en caso de accidente como a los peatones en caso de atropello.
Además, el capó se encarga de proteger algunos de los elementos principales que componen un vehículo, como es el caso del motor y el resto que se encuentran alrededor.
Actualmente, para poder abrir el capó de un coche se necesita pulsar un botón o palanca que se encuentra dentro del vehículo, en la zona de los pedales, debajo del volante. Al pulsar dicho botón el capó podrá abrirse desde fuera, tan solo debes quitar el enganche o palanca. Una vez lo tengamos abierto debemos colocar una varilla, la cual puede encontrarse en el lado izquierdo o derecho, o al lado del motor.
¿Qué funciones tiene el capó de un coche?
Para entender la importancia que tiene el capó en los coches vamos a ver algunas de sus funciones y por qué debe estar siempre en buen estado.
El capó de un coche protege muchos componentes del vehículo, los cuales son: el motor, la batería, el filtro del aceite, depósito de líquido de frenos, filtro del aire, catalizador, turbocompresor, depósito del limpiaparabrisas, entre otros. Su función principal es proteger dichos componentes del vehículo.
Actualmente los capós no son de acero sino de aluminio, y en algunos casos de fibra de carbono. Este cambio se debe a que el aluminio absorbe mejor los golpes que el acero, además brinda de mayor seguridad al conductor ya que no se deforma tanto en caso de accidente. Gracias a este avance, en caso de producirse un atropello a peatones o a ciclistas se reduce el nivel del golpe siendo mucho menor. Por otro lado, también es un material más ligero.
Además, es muy importante que el capó se encuentre en buen estado para proteger correctamente todos los componentes que se encuentran en la parte delantera del vehículo. En caso de accidente, un capó en mal estado no podrá proporcionar seguridad al conductor.
Hoy en día se sigue investigando para mejorar la seguridad de los vehículos, así como la tecnología para proporcionarnos también un mayor confort.
El capó en los coches eléctricos ¿ha dejado de tener sentido?
En un coche eléctrico también tenemos un capó. Pero al abrirlo nos vamos a encontrar con algo muy distinto. ¿Por qué? Porque en un coche con motor térmico, el bloque se encuentra justo aquí en el vano motor y algunos otros componentes mecánicos son accesibles también desde esta parte. Pero todos estos componentes mecánicos no existen en un coche eléctrico.
En algunos vehículos eléctricos sí, podemos ver el motor eléctrico si es delantero y no está tapado con una pieza de plástico, pero aunque lo veamos no se puede hacer absolutamente nada con él desde aquí. Y en otros muchos lo que encontramos es una pieza negra fabricada en plástico que lo cubre absolutamente todo, salvo apenas un par de bocas de llenado de depósitos de líquido.
Abriendo el capó de un coche eléctrico tenemos acceso, efectivamente, a la boca de llenado del líquido limpiaparabrisas y también del líquido de frenos, y nada más. En el mejor de los casos, el fabricante aprovecha este vano motor, donde no está ubicado un motor, para colocar aquí lo que comúnmente se conoce como frunk. Es decir, una suerte de pequeño maletero secundario y que complementa al maletero principal, en la parte trasera.
Por otro lado, aunque en los coches térmicos también tenía ya esta función, con la llegada de los coches eléctricos se ha acentuado la función aerodinámica del capó. Este componente lleva años evolucionando al compás que marca la legislación en Europa para garantizar la máxima seguridad tanto de los ocupantes del vehículo como de los peatones. Pero, además, cada vez se hacen diseños más aerodinámicos y con un coeficiente aerodinámico más bajo para, de este modo, lograr la máxima autonomía posible en los vehículos eléctricos a batería.
Seguridad y eficiencia, los dos papeles clave del capó en los coches modernos
A día de hoy, el capó tiene dos funciones clave en un coche moderno. Más allá de la estética, el capó tiene que cumplir con unos estándares de seguridad que afectan, sobre todo, a las pruebas de choque frontales. Junto a otros componentes, como el paragolpes, y otras piezas estructurales, tiene que proteger a los ocupantes del vehículo absorbiendo la fuerza de un impacto y, al mismo tiempo, proteger a los peatones también.
Pero además, como comentábamos anteriormente, las presiones en Europa con respecto a las emisiones contaminantes y la eficiencia de las mecánicas han supuesto una nueva tendencia para los fabricantes. Cada vez se busca más que esta pieza sea lo más aerodinámica posible para aumentar la eficiencia de los motores térmicos y la eficiencia de los sistemas eléctricos; es decir, lograr más autonomía en coches eléctricos. Por supuesto, tampoco en el ámbito de la aerodinámica el capó es el único componente de la carrocería que se estudia de forma minuciosa.