Sistemas ARAS: qué son, tipos y cómo mejoran la seguridad en moto

Los Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción para motocicletas, conocidos como ARAS, representan un antes y un después en la seguridad de las dos ruedas. Así funcionan, cuáles son todos los sistemas disponibles y por qué pronto serán imprescindibles.

Sistemas ARAS: qué son, tipos y cómo mejoran la seguridad en moto
Los sistemas ARAS son el equivalente en las motos de los ADAS para vehículos de cuatro ruedas. - Freepik

5 min. lectura

Publicado: 17/09/2025 17:55

Montar en moto es sinónimo de libertad, pero también de exposición. Para reducir riesgos sin restar emoción, la Dirección General de Tráfico (DGT) impulsa los ARAS (Advanced Rider Assistance Systems), un conjunto de tecnologías que actúa como copiloto invisible.

Qué son los ARAS

Los ARAS son sistemas que ajustan la moto en tiempo real, detectan peligros antes de que el motorista los perciba y, si hace falta, corrigen errores humanos. Su objetivo es anticiparse a cualquier imprevisto y minimizar las consecuencias de un despiste, de una maniobra brusca o del tráfico circundante.

Tipos de ARAS según la DGT

La DGT agrupa los ARAS en cinco grandes bloques:

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  1. Asistencia dinámica: controla la respuesta de la moto en movimiento, desde la frenada hasta la suspensión.
  2. Sensorización del entorno: vigila lo que ocurre alrededor con radares y cámaras.
  3. Mejora de la visibilidad: garantiza que el motorista vea y sea visto en todo momento.
  4. Conectividad: conecta la moto con otros vehículos, la infraestructura y los servicios de emergencia.
  5. Seguridad pasiva: reduce las consecuencias en caso de accidente, complementando el equipo de protección personal.

Dani Pedrosa nos habla de los ARAS

Todos los sistemas ARAS existentes

Existe una lista completa de tecnologías que ya están en el mercado o se incorporarán en breve. Los ARAS son estos:

  • C-ABS (ABS en curva) y CBS (frenada combinada): frenada más estable, incluso con la moto inclinada, y reparto automático entre los dos ejes.
  • Control de tracción (TCS): evita pérdidas de adherencia en aceleraciones fuertes o en superficies deslizantes.
  • Suspensión adaptativa: ajusta la dureza y la altura de la suspensión en función de la carga, el firme y la velocidad.
  • Control de crucero adaptativo (ACC): mantiene una distancia constante con el vehículo que circula delante, regulando automáticamente el acelerador y el freno.
  • Sistema de alerta de colisión frontal (FCW): avisa de un posible impacto con el vehículo precedente, incluso antes de que el piloto reaccione.
  • Radar de ángulo muerto: detecta vehículos en las zonas laterales que el retrovisor no cubre y avisa mediante una señal luminosa.
  • Modos de conducción: mapas de motor y ayudas electrónicas que se adaptan a lluvia, ciudad, carretera o uso deportivo.
  • Iluminación adaptativa e inteligente:
    • AFS (Adaptive Front-lighting System) orienta el haz de luz en curva.
    • ADB (Adaptive Driving Beam) regula automáticamente la intensidad para no deslumbrar.
    • ESS (Emergency Stop Signal) hace parpadear las luces de freno en frenadas de emergencia.
  • Sistema Anti-Wheelie (WCS): limita el levantamiento de la rueda delantera durante aceleraciones bruscas.
  • Sistema Anti-Stoppie (RLP): impide que la rueda trasera se eleve en frenadas extremas.
  • Sistema de aviso y llamada de emergencia (e-Call): lanza automáticamente una alerta a los servicios de emergencia en caso de accidente, enviando ubicación y datos básicos.
Los sistemas ADAS actúan en numerosas funciones de la motocicleta.

Cómo trabajan en la carretera

Estos dispositivos actúan en silencio. El radar de ángulo muerto detecta coches invisibles al retrovisor; el control de crucero adaptativo regula la velocidad para mantener la distancia de seguridad; y la iluminación adaptativa gira con la curva para alumbrar justo donde se necesita.

En la mayoría de los casos, el motorista apenas nota su intervención, salvo por el aviso sonoro o luminoso que indica que la electrónica está protegiendo.

Los ARAS no sustituyen la pericia ni la prudencia, pero multiplican las opciones de salir indemne de un imprevisto. La DGT prevé que en pocos años estas ayudas sean tan habituales como el ABS, que hoy nadie cuestiona.

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