Qué es un tambor de freno, qué ventajas tiene y cuándo hay que cambiarlos
Un tambor de freno es un componente del sistema de frenos utilizado en una amplia variedad de vehículos, especialmente en las ruedas traseras de automóviles y en vehículos más pesados como camiones y autobuses.
Aunque los frenos de disco se han vuelto más comunes, los frenos de tambor todavía se usan debido a su durabilidad y efectividad en ciertas aplicaciones.
Los frenos de tambor están formados por varias piezas. Pero, más concretamente, el tambor de freno es un cilindro de metal (generalmente hierro fundido) montado sobre el buje de la rueda. El tambor gira junto con la rueda del vehículo.
Por su parte, las zapatas de freno son dos piezas semicirculares que están dentro del tambor. Están revestidas con un material de fricción resistente al calor y al desgaste. También tenemos el cilindro de freno, situado en la parte superior de las zapatas y que contiene pistones que se mueven cuando se aplica el freno.
Los resortes de retorno mantienen las zapatas en su posición original cuando no se está frenando, mientras que el ajustador de freno mantiene la distancia correcta entre las zapatas y el tambor para asegurar un frenado eficiente.
Funcionamiento del tambor de freno
Aplicación del freno: cuando el conductor pisa el pedal del freno, el líquido de frenos en el sistema hidráulico se presuriza y empuja los pistones dentro del cilindro de freno.
Movimiento de las zapatas: los pistones empujan las zapatas de freno hacia fuera, haciendo que el material de fricción entre en contacto con la superficie interna del tambor.
Generación de fricción: el contacto entre las zapatas y el tambor genera fricción, lo que desacelera la rotación del tambor y, por ende, la rueda del vehículo.
Disipación de calor: la fricción produce calor, que es disipado en gran medida por el tambor de metal.
Retorno a la posición inicial: cuando se libera el pedal del freno, los resortes de retorno empujan las zapatas de nuevo a su posición original, separándolas del tambor.
Ventajas y desventajas de los frenos de tambor:
- Menor coste de fabricación y mantenimiento en comparación con los frenos de disco.
- Eficiencia en frenos de estacionamiento debido a su diseño autoenergizante.
- Menor capacidad de disipación de calor, lo que puede llevar a un sobrecalentamiento en condiciones de frenado intenso.
- Mantenimiento más complejo, ya que el tambor debe ser desmontado para inspeccionar y reemplazar las zapatas.
- Menor rendimiento en condiciones húmedas debido a la acumulación de agua en el tambor.
¿Cuándo hay que cambiar los frenos de tambor?
El intervalo de cambio de los frenos de tambor no es tan preciso como para los frenos de disco debido a varias variables, como el tipo de conducción, las condiciones de la calzada y el mantenimiento regular. Sin embargo, en promedio, los frenos de tambor suelen durar entre 80.000 y 120.000 kilómetros.
La conducción en ciudad, con frenadas frecuentes, puede desgastar los frenos más rápidamente que la conducción en carretera. Además, vehículos que transportan cargas pesadas pueden experimentar un desgaste más rápido de los frenos de tambor. Y lo mismo ocurre al conducir en terrenos montañosos o caminos en mal estado.
Por tanto, y aunque los frenos de tambor pueden durar entre 80.000 y 120.000 kilómetros, es importante realizar inspecciones regulares y estar atento a cualquier síntoma de desgaste. Mantener un buen régimen de mantenimiento y seguir las recomendaciones del fabricante garantizará que los frenos funcionen de manera segura y eficiente.