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Qué es el freno motor y cómo puede ahorrarnos dinero

El freno motor es la capacidad de retención mecánica que tiene un vehículo cuando no aplicamos el acelerador ni el freno. Esta retención se produce gracias al rozamiento existente entre las piezas que conforman el motor y la transmisión.

Qué es el freno motor y cómo puede ahorrarnos dinero
El freno motor puede brindarnos una conducción más eficiente si sabemos utilizarlo.

7 min. lectura

Publicado: 07/07/2021 18:39

Actualizado: 02/01/2024 11:45

El buen uso del freno motor conlleva muchos beneficios para el vehículo y su conductor, pues además de generar mayor duración en algunos de los componentes, nos permitirá reducir el consumo de combustible.

Es por eso que, como conductores, nos conviene saber qué es exactamente el freno motor y cómo podemos aprovecharlo al máximo en nuestro propio beneficio. Tal es su importancia, que incluso en vehículos que no disponen de esta retención por su condición mecánica, lo incorporan de manera artificial.

Qué es y cómo se origina el freno motor

Como ya hemos avanzado al principio, el freno motor es un efecto producido por la relación existente entre el motor y la transmisión. Para que estos dos importantes elementos funcionen, deben hacer uso de múltiples piezas que generan fricción entre sí, propiciando a su vez un rozamiento o retención mecánica que llamamos freno motor.

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Trasladado a la práctica, cuando aceleramos, el motor traslada la potencia a la transmisión y esta a las ruedas, venciendo el rozamiento de las piezas, de las ruedas contra el asfalto y del aire contra la carrocería con el fin de aumentar la velocidad o mantenerla.

Las piezas del motor generan un rozamiento que propicia el freno motor.

Cuando frenamos, son las pastillas y su rozamiento contra los discos quienes se ocupan de reducir la velocidad o detener el vehículo. Pero, ¿qué ocurre cuando no tocamos ningún pedal y seguimos circulando con una marcha engranada? Es en ese momento cuando entra en acción el freno motor.

Al no acelerar ni frenar, el motor sigue girando libremente, pero conectado a las ruedas a través de la transmisión. El rozamiento generado por todas las piezas hace que la velocidad del coche baje progresivamente, pues el giro del motor no compensa la retención mecánica propiciada por dicho rozamiento (además de por el rodar de los neumáticos y la aerodinámica).

Cómo podemos usar el freno motor

Este efecto puede ser beneficioso para nosotros si sabemos hacer uso de él. Para ello, pongamos un ejemplo práctico:

Rodamos por una avenida de varios carriles en el mismo sentido a 50 km/h y, a lo lejos, vemos que el siguiente semáforo se pone en rojo. Podemos seguir acelerando hasta llegar al mismo y frenar para detenernos o podemos dejar de acelerar para que sea el freno motor el que haga la mayor parte del trabajo.

De ese modo, por un lado castigaremos menos los frenos y nos durarán más antes de ser cambiados. Por otro, el consumo durante ese periodo de tiempo será igual a cero, pues cuando un motor gira sin ser acelerado -pero con una marcha engranada- no necesita combustible para funcionar, sino que lo hace con el movimiento generado por las ruedas.

Lo mismo puede aplicarse en una bajada, al llegar a una curva abierta o al preparar un adelantamiento en una autovía, soltando el acelerador para permitir que el freno motor reduzca la velocidad del vehículo sin necesidad de tocar el freno.

Qué coches generan freno motor

El freno motor es posible en todos los coches que dispongan de un motor de combustión, es decir, en coches de gasolina, diésel, bifuel, GLP o GNC. Incluso en los coches híbridos, que cuentan con un motor de este tipo asociado a un motor eléctrico.

En cambio, en los vehículos eléctricos no es posible crear el efecto de freno motor, por lo que los fabricantes buscan modos de replicar dicho efecto a consecuencia de los beneficios que tiene. Además, un coche sin freno motor obligará al conductor a abusar de los frenos y a conducir de un modo antinatural, por lo que también conlleva implicaciones de seguridad.

Para conseguirlo, el fabricante hace uso de la tecnología de freno regenerativo, que en los últimos años se ha desarrollado de diferentes formas en función de la marca. Puedes saber más sobre los principios de este mecanismo en el siguiente enlace, pero merece la pena comentar otros sistemas más evolucionados.

Sistema de un único pedal

Marcas como Chevrolet con el Volt o Nissan con el Leaf han desarrollado frenos regenerativos que se basan en el uso de un único pedal para acelerar y frenar. Si pisamos dicho pedal, el vehículo acelerará, pero si levantamos el pie, el coche reducirá su velocidad en función de hasta qué punto lo hagamos.

Freno regenerativo con ESC

El sistema desarrollado por la empresa ZF funciona como freno motor, pero también sustituye al control de estabilidad (ESC) y al sistema de vacío del sistema de admisión del motor.

Frenado redundante

Este sistema ha sido desarrollado por Bosch, que combina su sistema de frenado iBooster con un control electrónico de estabilidad para evitar que se produzca un fallo que impida detener el vehículo o que ocasione el bloqueo de alguna de las ruedas.

Con estos y otros sistemas, los fabricantes logran que el efecto de freno motor sea posible en vehículos sin motor de combustión, llegando incluso a propiciar la llegada de otros sistemas de seguridad y eficiencia de conducción.

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