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Técnica F1Análisis técnico del Force India VJM11: ni rastro de innovación

  • El nuevo monoplaza de la escudería afincada en Silverstone ha sido presentado con escasas novedades con respecto a la temporada pasada.
  • Más allá de lo obligado por reglamento, el nuevo coche de Force India carece de las últimas innovaciones vistas en las máquinas de sus competidores.

5 min. lectura

Publicado: 26/02/2018 15:30

Force India ha sido el último equipo en desvelar su coche y, color rosa aparte, nada ha llamado en exceso la atención. Ni siquiera el tono de su carrocería puede considerarse una sorpresa y sólo la adición del color blanco en determinadas zonas de la misma le diferencian del coche de 2017 en este aspecto.

El continuismo es, por tanto, la tónica habitual en el VJM11, que deriva de un monoplaza que tuvo que recurrir en muchas ocasiones a su potente motor Mercedes para imponerse a rivales como Renault, Toro Rosso y McLaren durante la temporada pasada. Por tanto, es de esperar que el equipo introduzca novedades durante la pretemporada, o de lo contrario le resultará muy difícil mantener la cuarta posición del campeonato de constructores lograda en los dos últimos años.

En el nuevo Force India, ha cambiado más la decoración que el monoplaza en sí.

Parte delantera sin cambios

El alerón delantero presentado en Barcelona es exactamente el mismo que terminó la temporada 2017, con su morro característico con triple entrada de aire (2) para mejorar el flujo que circula bajo el morro en dirección a los turning vanes, el splitter y la zona inferior de los pontones (9). En el alerón se mantienen los característicos elementos secundarios con la hendidura (1) en la aproximación al endplate, mientras que la suspensión es posiblemente la más convencional de la parrilla, con el anclaje recto en el extremo de la rueda y poca altura en el correspondiente al chasis. Sí merece la pena destacar la estrechez del morro (4) al estilo de Red Bull aunque, de nuevo sin llegar a los extremos del equipo austriaco.

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La zona intermedia, que se ha prestado este año a muchas novedades en la mayoría de los equipos, no presenta novedad alguna este año, adoptando la misma configuración que terminó la temporada. Force India sigue utilizando el bargeboard (5) de nuevo grandes dientes verticales, que va acompañado de la base con el segundo perfil horizontal inclinado y la sierra de cuatro dientes delante suyo. Todo muy elaborado, pero ya de sobra conocido.

Como lo es también el deflector lateral (7), que se desdobla en dos a medida que sube hacia el pontón, para rodearlo posteriormente hasta morir a la mitad del pontón. Este elemento tiene una función principal: reorganizar el flujo turbulento procedente del neumático delantero.

El pontón tampoco es especialmente pequeño, pero sí soporta el elemento quizá más novedoso del coche: el retrovisor (8). Dicho elemento cuenta con tres soportes en total. El primero convencional que nace del chasis, más dos que lo unen al mencionado pontón. Un poco más adelante podemos observar un aletín doble horizontal (6), que intenta dirigir parte del flujo aerodinámico superior hacia la toma de aire (9).

Suelo convencional

Uno de los elementos más importantes de un monoplaza a la hora de generar carga aerodinámica, el suelo, tampoco presenta cambios en el ‘nuevo’ Force India, pues presenta también los mismos cortes y perfiles (10) de la temporada pasada, tanto en la parte colindante con los pontones, como en la que se encuentra delante de las ruedas traseras y que supone un elemento crucial para disipar las turbulencias de la rueda trasera, permitiendo así sellar el difusor y elevar la altura del eje trasero.

Si podemos considerar novedoso el soporte único del alerón trasero (11), que si bien cuenta con un concepto similar al de 2017, está mucho más retrasado y cuenta con una curvatura en la unión con el actuador del DRS mucho más cerrada.

Poco más se puede comentar de este Force India VJM11, que parece haber llegado a la pretemporada con bastante retraso en su desarrollo. Algo que no es impropio de este equipo, en cualquier caso, pero que siempre termina sacando el máximo partido de su máquina, que además suele mejorar notablemente con la llegada de las primeras carreras europeas. ¿Será también así este año?

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