Carlos Sainz, un Bottas para Ferrari

Posiblemente el titular de este artículo de opinión pueda resultarle a usted, querido lector, algo inquietante y considere que tiene connotaciones negativas, pero lo cierto es que Valtteri Bottas es lo mejor que le pudo pasar a Mercedes desde que Nico Rosberg decidió retirarse por sorpresa tras ganar el Mundial de 2016.

En el momento que Toto Wolff decidió que con la rivalidad entre Lewis Hamilton y el rubio alemán ya había tenido suficiente, las cosas en el equipo de la estrella de tres puntas han ido rodadas y ni siquiera un creciente equipo Ferrari ha podido evitar una racha inigualable de dobletes ‘mundiales’ durante seis temporadas consecutivas.

«Por mucho que sea nuestro piloto, el español, la idea que tiene Ferrari en mente es esa»

Parece claro que Mattia Binotto, que en 2019 defendió con insistencia los beneficios de contar con dos pilotos con capacidad para liderar el equipo, ha cambiado de opinión y se ha dado cuenta de que el enfoque que funciona es el de contar con un potencial campeón del mundo al que acompañar con un piloto sólido y fiable que sea capaz de tomar las riendas cuando al líder natural del equipo le van mal las cosas.

Así es en Mercedes y así es en Red Bull y, no nos engañemos, por mucho que Carlos Sainz sea nuestro piloto, el español, la idea que tiene Ferrari en mente es esa y Mattia Binotto tampoco se ha esforzado en ocultarlo.

El ejemplo de Bottas

Mercedes domina en la Fórmula 1 por muchas cosas y la gestión de Toto Wolff es una de ellas. Para muchos, Valtteri Bottas es un indigno piloto para el equipo que año tras año demuestra contar con la mejor combinación, pero lo cierto es que ese indigno piloto es justo lo que hace posible que Mercedes desarrolle todo su potencial.

En Bottas, Mercedes tiene a un piloto capaz de plantarle cara a Lewis Hamilton en clasificación, lo que es mucho decir si recordamos que el británico es el piloto con más poles en la historia de la Fórmula 1. Y en Bottas, Mercedes tiene a un piloto fiable con el que asegurarse una enorme cantidad de puntos a final de año, además de un buen puñado de podios y alguna victoria.

Que Bottas sea capaz de eclipsar a Hamilton en algunos fines de semana no es un problema porque, en el fondo, Valtteri y Mercedes saben que aún no está preparado para plantarle cara durante toda una temporada, pero sí obliga a Hamilton a dar lo mejor de sí. Algo que el finlandés asume con naturalidad sin por ello dejar de trabajar en intentar mejorar lo suficiente como para repetir la hazaña de Nico Rosberg.

Sainz, ¿como Bottas?

Trasladando esa situación a Ferrari, podremos ver muchas similitudes pero también algunas diferencias. Charles Leclerc ha desbancado a Sebastian Vettel del trono de Ferrari y en Maranello no han dudado en otorgarle el bastón de mando en forma de un contrato de cinco temporadas, hasta 2024.

Pero el monegasco, que apunta muchas maneras, aún debe seguir el camino que ya ha recorrido Max Verstappen con Red Bull: demostrar que puede combinar su innegable talento con capacidad para evolucionar y aprender de los errores. El año pasado ya dio un primer paso al ser capaz de enmendar una irregular primera mitad de temporada con una segunda mucho más sólida.

Así pues, ¿cuál será el rol de Carlos Sainz en Ferrari? En realidad va a depender de él mismo, pues estoy muy seguro de que la casa italiana le va a proporcionar el mismo material que a Leclerc y, a partir de ahí, la pista dictará sentencia. Fue así con Michael Schumacher y también con Fernando Alonso: Ferrari no tiene reparos en establecer preferencias y órdenes de equipo, pero el beneficiado tiene que demostrar ser merecedor de las mismas.

Sainz tiene muchas cosas a su favor para brindarle a Ferrari una relación muy provechosa. Está claro que sabe manejar la presión y está claro también que se ha convertido en uno de los pilotos más fiables y sólidos en carrera, algo que la casa italiana lleva buscando muchos años para su segundo piloto (y no me refiero al estatus, simplemente es que en cada equipo hay dos y el segundo en llegar es eso, el segundo).

Si Carlos Sainz toma consciencia de que Charles Leclerc es un hueso muy duro de roer y de que ser vencido por el monegasco no es el fin del mundo, sabrá crecer como en su día lo hizo Felipe Massa con Ferrari junto a Michael Schumacher o lo hacen en la actualidad Valtteri Bottas y Alexander Albon en Mercedes y Red Bull respectivamente.

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Pero, además, Sainz tiene un par de cosas que Bottas no tiene. Desde que debutara en 2015, Carlos ha superado las expectativas de todos los que le vieron competir en categorías inferiores. Supo plantarle cara a Verstappen y ha sabido aportar cada año más cosas a su rendimiento. ¿Cuál es su techo? Nadie lo sabe aún, pues no hemos visto estancada su evolución.

Y, sobre todo, Carlos Sainz sabe ser agresivo en carrera, aprovechando las oportunidades que la misma le ofrece para avanzar en el tráfico y maximizar sus oportunidades. Ese es, posiblemente, el principal defecto de un Bottas que siempre le será muy útil a Mercedes, pero que por cosas como esa nunca podrá ser campeón del mundo. ¿Carlos sí? Yo no me atrevo a cerrar ninguna puerta. ¿Y usted?

Fotos: McLaren Racing | Mercedes AMG F1