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La temporada «milagrosa» de Fernando Alonso con Minardi, contada por sus protagonistas

Aunque la figura de Fernando Alonso está ligada a Renault y otros equipos punteros, lo cierto es que su historia en la Fórmula 1 empezó con un histórico, pero muy modesto equipo Minardi. Así fue la temporada de su debut en 2001.

La temporada «milagrosa» de Fernando Alonso con Minardi, contada por sus protagonistas
Fernando Alonso ataca los pianos con su vetusto Minardi PS01.

16 min. lectura

Publicado: 02/10/2022 11:00

Cuando este domingo Fernando Alonso comience el Gran Premio de Singapur se habrá convertido en el piloto con más carreras disputadas en la historia de la Fórmula 1.

Lejos queda aquella famosa frase que el piloto asturiano pronunció a Adrián Campos tras la primera sesión de entrenamientos libres en el Gran Premio de Australia de 2001: «Aquí me va a costar ser el jefe».

«De los pilotos que aún compiten hoy, es uno de los mejores, si no el mejor»

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Pero Fernando Alonso lo consiguió y su trayectoria en la categoría reina se cimentó sobre una primera temporada realmente complicada, pero que le permitió ganarse un prestigio considerable en el paddock. No destacó mucho en los titulares de prensa, pero dejó una muy buena impresión entre los que manejan los hilos de la Fórmula 1.

Alonso, un mecánico más para llegar a Australia

Cuando Fernando Alonso ganó con una comodidad pasmosa la carrera de Spa-Francorchamps en la Fórmula 3000 el 26 de agosto de 2000, Flavio Briatore corrió raudo y veloz a hacerse con los derechos del joven español que había maravillado sobre la pista belga.

El italiano dirigía el equipo Benetton, que ya había sido comprado por Renault, y no dudó en colocar a Alonso en un joven y modesto equipo que era muy conocido por servir de cantera a pilotos de renombre en la Fórmula 1.

Cuando Paul Stoddart compró Minardi en diciembre de 2000 para salvar al equipo de la desaparición, Fernando Alonso ya formaba parte del mismo como piloto de pruebas.

El día del debut de Fernando Alonso en la Fórmula 1. El Gran Premio de Australia de 2001 con Minardi.

«La primera vez que conocí a Fernando fue en diciembre de 2000. Lo conocía porque habíamos estado compitiendo contra él en F3000, como era entonces, ahora Fórmula 2. Me fijé en él en Spa cuando hizo una carrera increíble. Le eché el ojo, pero no le di mucha importancia», recuerda el australiano en declaraciones a la web oficial de la Fórmula 1.

«Luego, cuando compré Minardi, Fernando era el piloto de pruebas, ¡y probablemente era lo mejor que teníamos! En sus primeros días, vino a la fábrica y trabajó con los mecánicos para ayudar a construir el coche. Tuvimos un período de tiempo muy corto para reunir a todo el equipo, que fue de seis semanas y tres días desde que lo adquirí hasta que tuvimos que volar a Melbourne».

«Fernando estuvo allí hasta la medianoche, trabajando Dios sabe qué horas, todo el día, para terminar todo. Todo lo que logramos hacer fue una prueba rápida en línea recta en Fiorano, antes de enviar los coches».

Lágrimas de emoción y un héroe en la pista

Finalmente, Minardi consiguió llegar a tiempo a la primera carrera, aunque el coche carecía de elementos básicos como dirección asistida. Aún así, Fernando Alonso se las arregló para clasificarse 19º de 22, para terminar la carrera en la 12ª posición.

Un resultado increíble para Minardi que emocionó a todos y cada uno de los miembros de un equipo que días antes pensaba que no podría competir en Australia.

«Lo que siempre recuerdo es que salí del muro de boxes absolutamente eufórico porque habíamos terminado la carrera y Fernando había llegado en el puesto 12. Luego entré al garaje y pude ver a todos los mecánicos llorando», recuerda Stoddart.

«Pensé, “¿Qué ha pasado aquí que yo no sepa?”. Pero sólo eran lágrimas de orgullo por el hecho de que hubiéramos llegado allí, ya que todos los mecánicos pensaron que el equipo se había hundido en diciembre. Ahí estábamos un par de meses después en Melbourne y compitiendo».

«Una vez que Fernando entró en el pit lane y salió del coche, todos lo abrazaron y agarraron, estaban eufóricos de que hubiera logrado eso. Fue un comienzo increíble para su carrera y lo que iba a seguir», rememora Stoddart.

«A lo largo de ese año, Fernando demostró una y otra vez que podía poner un coche poco competitivo en una posición competitiva. Hubo numerosas carreras en las que simplemente superó al coche; el talento superó a la máquina y demostró cuánta diferencia puede hacer un piloto», declara, emocionado.

Capacidad de adaptación sin igual

Aquella primera temporada en la Fórmula 1, Fernando Alonso compartió equipo con dos pilotos: el brasileño Tarso Marques durante las primeras 14 carreras y malasio Alex Yoong en las últimas tres. Ambos recuerdan al asturiano de 20 años con admiración.

«Tuve a muchos buenos pilotos como compañeros de equipo: Giancarlo Fisichella, David Coulthard, Mark Webber, Jarno Trulli y otros, pero Fernando era diferente», afirma Marques.

«Tenía una habilidad asombrosa para adaptarse a un problema con el equilibrio con el coche, nunca antes lo había visto. Podía hacer milagros en estas situaciones. Era una de sus mejores cualidades; incluso si el equilibrio no era bueno, podía adaptarse rápido a la hora de adaptar su estilo de conducción, y es algo que no se ve a menudo».

«Sabía que era rápido, así que no me sorprendió en la clasificación. Creo que lo más impresionante fue que podía ser rápido durante el 100 % de la carrera, y es raro ver pilotos que puedan hacer eso», reitera Tarso Marques.

Fernando Alonso, junto a Tarso Marques en la presentación de Minardi en 2001.

Alex Yoong hizo un test previo a su debut en Monza, donde ya el primer día tuvo claro a qué clase de piloto se enfrentaba. «Recuerdo haber hecho el test de Monza antes de mi primer Gran Premio; Estuve dando vueltas todo el día y llegué a lo que pensé que era un punto bastante decente, considerando la situación», explica Yoong.

«Fernando estuvo parado en el garaje todo el tiempo debido a problemas mecánicos, pero lograron sacar su coche para una tanda al final del día. Salió en lo que no creo que fuera una tanda particularmente baja de combustible, y fue un segundo más rápido que yo de inmediato...», admite asombrado Yoong.

«¡Había estado sentado en el pit todo el día! Vale, llevaba pilotando el coche todo el año, pero eso fue impresionante. No había visto a nadie hacer eso antes», reconoce el malasio.

«Fernando dijo algo parecido a esto una vez: que a veces habrá otro piloto que tal vez pueda sacar el 100 % de un coche del que él no pueda hacer lo mismo, pero siempre llegará al 95 % en cada tipo de coche y condición», agrega Yoong.

«Cada vez que las condiciones cambian o lo das a un coche diferente… ¡bang! Está ahí. Aporta esa intensidad, ya sea un día de test o una carrera. No he visto ese tipo de intensidad con ningún otro piloto», amplía el excompañero de Fernando Alonso.

«En lo que respecta al talento natural, fue, con mucho, el mejor que he visto de cerca. Y ahora que he llegado al final de una larga carrera, creo que tal vez sólo he visto un talento como ese otras dos o tres veces. Probablemente siempre será el piloto con más talento natural que he visto», concluye Alex Yoong.

La traca final en Japón 2001

La temporada de Fernando Alonso en Minardi pasó desapercibida para la mayoría, pero quienes sabían el nivel del monoplaza y observaban el pilotaje del asturiano en la pista, tenían claro que se trataba de un piloto muy especial.

A Flavio Briatore no le pasaron desapercibidas actuaciones como el 13º puesto en Barcelona por delante de los dos Benetton o la clasificación de Hungría, en la que fue 18º. Y la demostración final llegó en Suzuka.

Stoddart le había prometido tandas de clasificación a Alonso en el warm-up previo a la carrera del domingo. El español ya había firmado como piloto de pruebas con Benetton-Renault para 2002 y quería exhibirse un poco ante el mundo. Sin embargo, diversos problemas complicaron la sesión y el ahora bicampeón del mundo salió enrabietado a la carrera.

«Creo que probablemente lo que mejor definió a Alonso fue su última carrera con nosotros en Suzuka, cuando sabía que iba a ir a Benetton para un año de pruebas, lo que no le hizo muy feliz», explica Stoddart.

«Tradicionalmente, cuando un piloto se va a ir, sacas todo el combustible y lo dejas hacer una tanda de clasificación, lo que lo coloca en la parte superior de la tabla. Estaba en una reunión de directores de equipo y él y su ingeniero de carrera no pudieron ponerse de acuerdo», rememora Stoddart.

Tras ganar el Open by Nissan en 1999, Fernando Alonso tuvo como premio un test en mojado con Minardi. El resto es historia.

«El ingeniero de carrera puso más combustible en el coche. Creo que ese fue el comienzo de la gran determinación de Fernando de demostrar lo que podía hacer. Condujo esas 53 vueltas de Suzuka en modo de clasificación; si miras los tiempos, cada vuelta se diferenciaba puramente por la degradación de los neumáticos y el combustible», recuerda asombrado.

«Efectivamente, fueron 53 vueltas de clasificación. Ese fue un testimonio de su capacidad para superar a un coche poco competitivo. Fue simplemente la genialidad de Fernando. Allí mostró lo que estaba por venir en el futuro».

«Todo el mundo en el equipo se dio cuenta de nuevo del fantástico piloto que era. Era talentoso, técnico y un tipo realmente agradable. ¡Conseguir todo eso en uno es bastante raro!», concluye Paul Stoddart.

Fernando Alonso recuerda a Ayrton Senna

En Minardi, varios miembros del equipo habían formado parte de Toleman durante la etapa de Ayrton Senna en una formación que posteriormente se convirtió en Benetton. Alex Yoong recuerda como todos ellos veían un paralelismo entre Fernando Alonso y el astro brasileño.

«Fue interesante hablar con bastantes miembros de Minardi que estaban allí cuando Ayrton Senna hizo su debut en la F1 con Toleman en 1984, y mencionaron cómo Fernando les recordaba mucho a Senna», dice Yoong.

«Cuando Fernando ganó su primera carrera, yo estaba como, “Sí, ¿y?” No estaba ni un poquito sorprendido. Dobló a su compañero de equipo en esa carrera y casi lo hizo con toda la parrilla, fue ese tipo de dominio. Cuando pasó a ganar su primer título, no hubo ninguna sorpresa», afirma.

«Creo que es el mejor piloto del mundo. Lo era en el momento en que ganaba con Renault y creo que lo es hoy. Estoy seguro de que si pilotara un Red Bull volvería a ser campeón del mundo», asegura Marques por su parte.

«Ha tenido una gran carrera. Es una pena que después de su paso por Renault siempre haya estado en el equipo equivocado en el momento equivocado, decisiones desafortunadas o lo que sea; nadie conoce los contratos y tratos, pero él es el que pudo tener los números y récords más grandes, como Hamilton».

«Desafortunadamente, no creo que Aston Martin sea competitivo, y probablemente tendrá otro año difícil... pero, de nuevo, nadie conoce los tratos. Es lo que él quiere y es su elección», finaliza Marques.

«Él sabe que todavía tiene lo que se necesita, todavía tiene tanta hambre como siempre, y se quedará allí hasta que el hambre o la habilidad lo abandonen. No creo que sea pronto; puedo ver que aún le quedan algunos años si todo sale bien», agrega Stoddart.

«Lamentablemente, en los últimos años, se le ha negado la maquinaria. Pero ciertamente es, de los pilotos que aún pilotan hoy, uno de los mejores, si no el mejor», concluye.

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