La razón por la que 1000 ovejas en una granja solar marcan la diferencia
Aunque la energía solar es bienvenida por una gran parte de la sociedad, también plantea problemas y ciertos sectores como el agricultor y el ganadero han denunciado situaciones en las que las macrogranjas solares afectan a su actividad.
La energía solar se ha convertido en uno de los principales pilares de la descarbonización del planeta, ya que actualmente es la fuente renovable más desarrollada y productiva.
Sin embargo, no todo son ventajas, ya que alcanzar unos niveles de producción relevantes requiere la instalación de enormes granjas solares en zonas rurales, lo que puede afectar seriamente al ecosistema y a determinadas actividades que se realizan en dichos terrenos.
Los agricultores y ganaderos han denunciado en varias ocasiones la falta de control en la proliferación de estas grandes granjas solares, que cuentan con miles de grandes paneles con los que cubrir considerables extensiones de terreno.
Un ejemplo de ello es la planta solar Núñez de Balboa, situada en Badajoz y que se vanagloria de ser la más grande de Europa. Esta planta, inaugurada en 2020, dispone de 500 MWp de potencia instalada, con lo que puede suministrar energía a 250.000 personas. Esto, en la práctica, supone una superficie cercana a las 1.000 hectáreas y 1.430.000 paneles fotovoltaicos, instalados sobre 288.000 cimentaciones y con un peso total de 12.100 toneladas.
Energía agrovoltaica
Por tanto, el único modo de encontrar una solución es combinar ambas actividades en un mismo emplazamiento. Es decir, conseguir que la agricultura y la ganadería de la zona en la que se construyen las granjas o plantas solares perduren.
Esto es lo que han hecho en Colorado, donde la empresa Guzman Energy vio como se le negaba el permiso para la instalación de una granja solar de 80 MW en un terreno de 154 hectáreas.
Para encontrar una solución, el proveedor mayorista acordó incorporar un sistema de riego al proyecto para mantener a 1000 ovejas y la opción de incluir también colmenas. Gracias a eso, los comisionados del Colorado dieron su aprobación unánime.
Actividades complementarias
La agrovoltaica, que combina instalaciones solares con agricultura y ganadería, no es algo nuevo, pero se está revelando como el camino a seguir para reducir el impacto medioambiental y socioeconómico de estas grandes instalaciones en zonas rurales.
Un estudio de la Universidad Estatal de Oregon publicado en 2019 encontró que «si menos del 1% de la tierra agrícola se convirtiera en paneles solares, sería suficiente para satisfacer la demanda mundial de energía eléctrica». Y ya ha quedado demostrado que las dos cosas pueden ciertamente coexistir pacíficamente.
Los paneles también brindan otros beneficios, pues proporcionan sombra y refugio para las ovejas, que disponen de pasto protegido del sol. Esto, además, permite un ahorro de agua, mientras que las ovejas mantienen la hierba corta