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Audi Grupo S Rally Concept, el secreto deportivo de 1.000 CV que Audi prohibió

  • Desarrollado en secreto y a espaldas de la propia cúpula directiva de Audi, el ahora denominado Grupo S Rally Concept fue inmediatamente prohibido y desmantelado en cuanto se conoció su existencia.
  • El proyecto de Audi para crear un modelo de motor central para el futuro e inédito Grupo S de rallyes, es el último vestigio de una de las épocas más excitantes de la competición.
Audi Grupo S Rally Concept, el secreto deportivo de 1.000 CV que Audi prohibió

13 min. lectura

Publicado: 01/08/2016 09:00

El Grupo S Rally Concept junto a un Audi Quattro de la IMSA en Ingolstatd.

El Audi Group S Rally Concept ya no es un desconocido prototipo, su espectacular carrocería ha lucido no pocas portadas desde que fuera descubierto por la prensa hace unos pocos años. E incluso ha formado parte del decorado habitual en la zona donde los clientes pueden encargar o recoger sus vehículos en la propia fábrica. Sin embargo, su historia es bastante más rica y compleja que la de un simple proyecto inacabado porque fuera eliminada la categoría en al que iba a competir.

La historia del Grupo B de Rallyes es bien conocida, los vehículos que competían en esta categoría eran simplemente brutales, sobre todo para los revirados tramos del Mundial, por lo que por seguridad simple y llanamente fueron prohibidos. Pero lo que menos gente recuerda es que antes de que la Federación eliminara la categoría, ya estaban en gestación los modelos de la nueva categoría que reemplazaría al Grupo B como el máximo exponente del automovilismo deportivo fuera de circuito, el Grupo S.

Los Grupo S iban a ser auténticos prototipos, carentes de la relación que debían tener con sus respectivas unidades de calle. Lo cual ya es decir, porque poco o nada tenían ya que ver los Grupo B con los modelos comerciales cuya carrocería portaban. Versiones como el Lancia Delta S4 o el Peugeot 205 Turbo 16, tan solo trataban de imitar las formas de los modelos que se vendían en el concesionario, de la misma manera que las unidades que debían ser fabricadas para poder homologar estos deportivos realmente eran meras versiones descafeinadas de los modelos que competían.

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La carrocería sintética esconde un bastidor tubular de nueva creación.

Por lo que el Grupo S prometía disponer de modelos mucho más salvajes y radicales. Lancia desveló incluso públicamente el concept ECV 2 como adelanto de su versión de carreras, modelo que tampoco llegó a los tramos.

En el caso de Audi, la marca de Ingolstadt ya comenzaba a encontrarse en desventaja frente a sus rivales del campeonato. A pesar de que se nos recuerde constantemente el excelente resultado del revolucionario Audi Quattro a su llegada a los tramos del Mundial, con la consiguiente estandarización de la tracción total, lo cierto es que sus rivales tomaron buena nota y en los siguientes años prepararon máquinas mucho más avanzadas y sobre todo, mejor desarrolladas para la competición.

El Audi Quattro no dejaba de ser un derivado del modelo que la firma comercializaba, por lo que contaba con un bastidor y sobre todo, una disposición motriz que lo perjudicaba con respecto a sus rivales. Contando con un motor de cinco cilindros sobrealimentado situado longitudinalmente en el vano delantero, el Audi Quattro disponía de un reparto de pesos claramente peor que el de sus rivales de bastidor tubular, carrocería sintética y sobre todo, motor central, cuidadosamente situado para ofrecer el mejor rendimiento dinámico posible.

Imagen de las pruebas en Checoslovaquia, a la derecha el prototipo.

Este hecho era cada vez más patente en el seno de Audi según avanzaban las temporadas, a principios de la década de los ochenta, pero sin embargo, la cúpula de la marca estaba dispuesta a, curiosamente, no hacer nada al respecto.

En Audi tenían claro que el Campeonato del Mundo de Rallyes era tan solo un vehículo de promoción para sus modelos y su tecnología quattro. Bandera que enarbolaban en símbolo de su capacidad tecnológica, por lo que no estaban dispuestos a competir con un modelo que no fuera un derivado del que se podía encontrar en el concesionario, que evidentemente dispondría de una configuración totalmente diferente de la que tan repetidamente habían señalado como exitosa. Así que lo máximo que llegaron a hacer fue crear el Sport Quattro, una evolución con más potencia y un chasis más corto, pero que no solo adolecía del mismo problema de sobrepeso en el eje delantero que su antecesor, con respecto a sus rivales en las curvas lentas, sino que lo que lograron fue un chasis más nervioso y por tanto, con menor equilibrio dinámico.

Sin embargo, no todo el mundo pensaba de la misma manera en Audi, por lo que en la más absoluta discreción se formó un equipo con el beneplácito de Ferdinand Piëch capitaneado por Roland Gumpert, el mismo que años más tarde creaba el Gumpert Apollo, con Walter Rörhl como piloto de pruebas. El problema es que el proyecto iba a ser secreto, tanto, que incluso nadie dentro de Audi lo sabría.

Radiografía del prototipo de pruebas con la carrocería imitando las formas del Audi Quattro.

Para ello, una vez estuvo listo el primer prototipo de motor central, que contaba con una mecánica capaz de llegar hasta los 1.000 CV y con la carrocería del Audi Quattro para simular un bastidor tubular nuevo por completo, este fue cargado en secreto en contenedores, que en teoría estaban marcados como si se tratara de un envío para las pruebas en África del Rally Safari. Pero que realmente fueron enviados a las instalaciones de Porsche en Desna, en la entonces comunista Checoslovaquia.

Tras el telón de acero encontraron la tranquilidad y la discreción necesaria, y si bien existen fotografías de esos momentos, estas no fueron tomadas por periodistas o fotógrafos, sino por gente de la zona y no salieron a la luz hasta hace unos pocos años. Sin embargo, en las siguientes pruebas en Austria, donde Walter Rörhl debía probar el nuevo modelo sí que fueron interceptados por los periodistas, que al parecer habían recibido algún soplo. Lo que obligó a Audi a dar marcha atrás y buscar inmediatamente un nuevo lugar de pruebas, ya en Alemania.

En ese test que finalmente se llevó a cabo en la región de Bavaria, Walter Rörhl pudo pilotar el prototipo durante unos 180 kilómetros, en los que se produjo una curiosa anécdota, al encontrarse Rörhl con la policía en medio del tramo cerrado. Este se detuvo y les preguntó que hacían el medio del tramo y si no sabían que el estaba probando en esa carretera, a lo que le contestaron que si bien no lo sabían, sí que llevaban oyéndole llegar desde hacía diez minutos. El encuentro terminaba con la petición de los policías de que Rörhl se despidiera haciendo una auténtica salida a fondo.

La imagen que descubrió el proyecto, las entradas de aire son evidentes tras la puerta.

El resultado de ese test también fue muy positivo, según Rörhl el prototipo se mostró muy competitivo desde un primer momento, lo cual suele ser raro. Siendo muy fuerte en rectas, pero sobre todo, otro mundo en curvas gracias al nuevo reparto de pesos. Sin embargo, lo cierto es que un fotógrafo logró cazar al prototipo, que a pesar de contar con la carrocería del Quattro no podía esconder el nuevo tamaño y las más que evidentes entradas laterales de aire tras las puertas. Por lo que unos días después, cuando una publicación austríaca publicó esa imagen, todo el planeta pudo conocer el desarrollo del programa de motor central de Audi, incluidos los propios directivos de la marca.

La reacción de la marca no tardó en llegar. Apenas 48 horas después de ser publicada la instantánea, el programa completo fue desmantelado y los prototipos destruidos, bajo la atenta mirada del propio Ferdinand Piëch. Eliminando por completo el programa, por haberse llevado a cabo contradiciendo las órdenes directas de la cúpula directiva, ya que la creación de un nuevo proyecto debía haber sido consultada con anterioridad.

Sin embargo, si todos los prototipos fueron destruidos, ¿Qué es el extraño prototipo que ahora exhibe Audi?. Años después, el propio Gumpert declaraba en una entrevista que fueron destruidos todos los prototipos que habían sido fabricados oficialmente, es decir, solo uno. Y que cabía la posibilidad que otro prototipo, en un estado más avanzado de desarrollo, estuviese siendo creado en Neckarsulm, aunque nadie lo llegó a revelar a los directivos. Hay rumores que incluso apuntan a que realmente existió un tercer ejemplar, del que realmente nunca se ha logrado saber nada.

Lo que sucedió inmediatamente después no se sabe a ciencia cierta. Pero es más que probable que con el tiempo, ese segundo prototipo se terminó convirtiendo en el Grupo S Rally concept que todos conocemos hoy, con su extravagante carrocería más parecida a la de un Grupo 5 Silhouette que a la de un vehículo de rallyes. Carrocería que entendemos era algo provisional o bien, una manera de poder vestir correctamente al modelo para poder exhibirlo.

Las pocas personas que han tenido la oportunidad de tocarlo subrayan que la carrocería flexiona con solo presionarla, por lo que entendemos que tan solo es un traje improvisado para el nuevo bastidor de motor central, y que de haber continuado el proyecto, se le hubiera creado una carrocería más acorde con las líneas de la marca.

Todo este tiempo, el Grupo S Rally concept ha estado tras los muros de las instalaciones de Audi, sin embargo, este año la marca se decidía a exponerlo primero en la Techno Classica de Essen, junto a otros prototipos de la marca y más recientemente, por fin ha podido ser visto en acción, con motivo del Eifel Rallye Festival en Alemania, como podéis ver en el vídeo a continuación.

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