Colillas de cigarrillos para hacer carreteras más seguras, gracias a estos investigadores españoles de la UGR
El reciclaje de colillas de cigarrillos podría ayudar a diseñar asfaltos más sostenibles, resistentes y seguros en nuestras carreteras. Es en lo que están trabajando investigadores de la Universidad de Granada en un proyecto cofinanciado por el gobierno chino.

Los avances tecnológicos en el mundo de la automoción no se quedan únicamente en el desarrollo de coches eléctricos, baterías o infraestructura de recarga. Las últimas innovaciones no pueden esquivar tampoco el componente medioambiental, dando más protagonismo al reciclaje y a la reutilización de los recursos.
Así llegamos al proyecto en el que están participando investigadores del Laboratorio de Ingeniería de la Construcción de la UGR, la Universidad de Granada, considerado un referente a nivel mundial en el desarrollo de materiales asfálticos sostenibles. Junto a la Universidad de Bolonia en Italia, y con financiación procedente de Ministerio de Ciencia y Tecnología del Gobierno de China, están desarrollando un tipo de asfalto de lo más particular.
Se trata de una innovación que podría hacer de las carreteras más seguras y sostenibles, gracias al uso de pellets formados con colillas de cigarrillos, incluidos los electrónicos, que poseen una mayor cantidad de fibra aprovechable. Este material se está estudiando para usarse como aditivo en la construcción de asfaltos.

Un invento seguro… y sostenible
La idea tiene un gran potencial, sobre todo porque en el mundo se calcula que se van a desechar unos 9 billones de colillas este año y estas, además, tienen una tasa de degradación muy lenta. Estas colillas pueden ayudar a mejorar la resistencia de los pavimentos, además de ayudar en el uso de un mayor porcentaje de material reciclado en su fabricación.
Por un lado, el departamento de Ingeniería Civil, Química, Medioambiental y Materiales de la Universidad de Bolonia se encarga del diseño y fabricación de diferentes tipos de pellets a partir de colillas. En realidad lo que se hace es desechar la parte final de la colilla y el resto, compuesto por fibras de celulosa y plástico PLA, se tritura y mezcla con una cera especial llamada “Fischer-Tropsch” que actúa como aglomerante.
Todo este mejunje se prensa y corta en frío para dar lugar al pellet. Acto seguido, en la universidad granadina se evalúa la resistencia de «asfaltos fabricados en un 40 por ciento con material reciclado procedente de carreteras deterioradas y los pellets».

Al fabricar este asfalto, la cera de los pellets se funde con el betún caliente, liberando las fibras de celulosa y plástico recicladas de las colillas, que actúan como refuerzo en el asfalto y aportan una mayor resistencia a las fisuras, grietas del tráfico y de las contracciones térmicas, «pero también como retenedor del ligante, permitiendo incrementar su contenido haciendo el material más dúctil y flexible».
Y un punto positivo más que añadir a la lista de ventajas: estas ceras ayudan a reducir la temperatura necesaria para realizar la mezcla, lo que se traduce en menores consumos energéticos y, a su vez, una menor emisión de gases contaminantes.
Los investigadores también están evaluando el uso de estas innovaciones en otras aplicaciones, como en pavimentos urbanos, aeropuertos o carriles bici.
Fuente: canal.ugr.es