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Cataluña regula los coches de alquiler con conductor (VTC)

Una nueva legislación entra en vigor en Cataluña, afectando a la labor de los vehículos de alquiler con conductor. Se definen unos requisitos de mínimos y sanciones por no cumplirlos, a la vez que se pone coto a la especulación cortoplacista de licencias VTC.

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Publicado: 01/08/2017 21:00

La Generalitat de Catalunya ha aprobado un decreto ley que pondrá un poco de orden en la situación del transporte en Barcelona con los coches de alquiler con conductor (VTC). Aunque Uber no opera en Barcelona, sí lo hace Cabify, su principal competidor en España.

Están pendientes de adjudicación -mediante sentencia judicial- más de 3.000 licencias para VTC. Con el objetivo de evitar su especulación, solo podrán transmitirse las licencias pasados dos años desde su adjudicación. Se han dado casos de adquirir una licencia por 40 euros y venderla por 60.000 en poco tiempo.

Fomento también limitó la transmisión de licencias a dos años

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De las 3.000 solicitudes, 800 vienen de la misma empresa de VTC. Recordemos que Cabify no tiene los vehículos ni los chóferes en nómina, hace de intermediario entre los pasajeros y las empresas que tienen los coches, licencias y conductores. El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, considera que no hay sitio para tanto VTC y liga ese número a especulación de licencias.

Los vehículos de turismo con conductor deberán lucir un distintivo en la parte inferior derecha del parabrisas, de no hacerlo se exponen a una multa de 2.000 euros. Tampoco podrán hacer más del 20% de sus servicios en Cataluña si los coches son originarios de otra comunidad autónoma, so pena de sanción de 4.000 euros.

Por otro lado, existirá un registro electrónico donde quedará constancia de los servicios que sean contratados por los clientes. De esta forma se quiere asegurar el requisito de la contratación previa antes de recoger al pasajero, pues así está regulado. Si un VTC no está en el registro puede ser sancionado con 1.000 euros.

Dicho registro podrá ser accedido por las autoridades, tanto los cuerpos policiales como la Administración. Hasta finales de año no será operativo este registro. Está prohibido que un VTC capte a un cliente en la vía pública o en una zona de alta demanda (como el Aeropuerto de El Prat). Los taxistas vigilan con celo este aspecto de la normativa.

Cabify comenzó a operar en Barcelona con unos 50 coches el 1 de diciembre de 2016, por lo que ahora lleva operando ocho meses completos en la capital autonómica catalana. Según se vayan concediendo más licencias VTC, más coches podrán trabajar para la plataforma.

Los tribunales están concediendo aquellas licencias que se pidieron desde 2009, cuando entró en vigor la ley Ómnibus, que eliminó el ratio 1:30 que databa de 1987 (un VTC cada 30 taxis). Aunque ahora la Administración no conceda nuevas licencias, está siendo obligada a conceder las que se pidieron durante los últimos años.

Recientemente una protesta del sector del taxi provocó un caos de transporte en Barcelona, protestando para que se cumpliese el ratio 1:30. Ahora mismo están concedidas en Barcelona unas 10.500 licencias de autotaxi, por lo que no "debería" haber más de 350 VTC en la ciudad. En Cataluña había 500 licencias de VTC otorgadas a finales de 2016.

En 2014 Uber empezó a operar en Barcelona sin pedir permiso a nadie. Actualmente no prestan servicios en la ciudad condal

Con los dos años de bloqueo en la transmisión de licencias la Generalitat quiere que quienes las obtengan realmente hagan un uso de ellas y no las usen para especular, a sabiendas del precio que pueden alcanzar. No obstante, una licencia de taxi puede costar el doble o el triple.

En Madrid, donde operan Uber y Cabify con centenares de coches, es muy habitual ver VTC circulando con clientes. La misma situación puede acabarse dando en Barcelona en cuestión de meses. Uber funcionó en Barcelona desde su llega a España en 2014, pero utilizaba conductores particulares y no existía encaje legal para su actividad, que hubo de cesar por orden judicial.

De momento no hay medidas adicionales para el mundo del taxi, aunque se espera que haya más normativa próximamente que regule aspectos como tarifas pactadas con antelación, los trayectos compartidos entre varios pasajeros o la incorporación de nuevas tecnologías para la modernización del sector.

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