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Estrena deportivo clásico, Chevrolet Corvette de 1978 con solo 24 kilómetros

  • Tan extraño como parece, una familia ha mantenido desde 1978 un Corvette L82 en su garaje sin haberlo usado nunca realmente, ni tan siquiera matricularlo.
  • Con solo 24 kilómetros en su marcador, este Corvette prácticamente es una cápsula del tiempo.
Estrena deportivo clásico, Chevrolet Corvette de 1978 con solo 24 kilómetros

9 min. lectura

Publicado: 30/04/2017 13:00

Solo cuenta con 24 kilómetros de uso.

Esta es una oportunidad única, no suelen aparecer demasiados ejemplares con estas características. Este Corvette C3 de 1978 no solo tiene una cifra ridículamente baja de kilómetros, además no ha sido registrado nunca, a pesar de haber estado en posesión de la misma familia desde que saliera de fábrica. Quienes se han encargado de llevar el mantenimiento del deportivo todos estos años, por lo que no hablamos de un vehículo abandonado a su suerte.

No deja de sorprendernos la cantidad de vehículos clásicos a estrenar que nos encontramos cada cierto tiempo. Ayer mismo os mostrábamos el increíble hallazgo de un especialista estadounidense en Italia, un Isotta Fraschini Tipo 8A de 1924, que tras su fabricación había sido almacenado durante nada menos que 90 años, y esta misma semana os mostrábamos un impresionante BMW M3 Sport Evolution de 1990 con apenas 120 kms.

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Este Corvette nos recuerda a la colección Bob McDormand, el ya desaparecido museo dedicado a los modelos de la marca Chevrolet y sobre todo al Corvette, que disponía de numerosos ejemplares de diversas generaciones del deportivo y en muchos casos, prácticamente sin uso alguno. Esta colección saldrá a la venta en mayo en Indianápolis, y es una oportunidad perfecta que los coleccionistas puedan hacerse con ejemplares raros y destacados del Corvette, todos ellos en un estado impecable.

El que logre hacerse con el será el primero en registrarlo.

El caso de este Corvette C3 a estrenar es muy simple, fue adquirido a finales de los setenta pero nunca registrado ni usado más allá de encenderlo unas 6 o 7 veces al año. Todos estos años ha estado con la misma familia y esta ha llevado el mantenimiento regular del vehículo.

En los últimos años, el Corvette ha visto como se le reparaba el sistema de aire acondicionado, que por lo que parece sigue sin funcionar correctamente, en 2011 se reparó el sistema de frenado y en 2016 se sustituyeron el filtro y la bomba de combustible. A rasgos generales, el vehículo funciona perfectamente, así como todos sus sistemas, radio de los años setenta incluida.

El estado del Corvette es simplemente inmaculado, una vista a su exterior nos muestra un vehículo recién salido de la factoría, con la pintura original brillando como el primer día y los numerosos elementos cromados sin un solo desperfecto, incluidos los de los emblemas, que parecen ser nuevos. Acceder al habitáculo nos transporta de nuevo a los años setenta, el interior es completamente rojo y se encuentra como el primer día, incluso encontramos parte de las protecciones originales como en el volante.

Color plata e interior rojo, una bonita combinación.

Sin embargo, un vistazo a su zona baja nos muestra claros síntomas de haber estado almacenado en un garaje sin clima controlado. La humedad ha tratado a esta pieza de colección como a un vehículo más y la zona baja, que siempre queda al aire cuando tapamos un vehículo muestra claros síntomas de corrosión en toda su superficie, desde el sistema de escape hasta los distintos elementos de la suspensión.

El problema no es grave, de hecho es superficial y aún se puede observar con claridad el color original de todas estas piezas, por lo que tan solo habría que rehabilitar estos elementos para poder tener el vehículo de nuevo cien por cien impecable.

Aún así, un modelo con estas características sigue siendo muy destacado. No es el único Corvette de esta generación que podemos encontrar a estrenar, pues además de los disponibles en la próxima subasta de la Colección McDormand podemos encontrar ejemplares similares en los Estados Unidos. Hace ahora justo un año aparecía en la red otro Corvette C3 de 1978 a estrenar, aunque en ese caso el modelo había sido entregado, metido en el garaje y no vuelto a mover ni arrancar ni una sola vez. De hecho, ni siquiera contaba con la preparación previa que realizan los concesionarios una vez reciben los vehículos de fábrica. Por lo aún contaba con toda la documentación, adhesivos y embalaje original.

Cuenta con el techo practivable T-Top.

La pregunta que nos hacemos, constantemente ante este tipo de casos, es cómo es posible que alguien adquiriera un deportivo de este tipo y se haya limitado a guardarlo en el garaje, sin más. Atesorándolo y preservándolo, en lugar de disfrutarlo.

En los Estados Unidos, un vehículo puede adquirir estatus de vehículo de colección por muchos motivos. En algunos casos es por disponer de una opción o configuración rara, poco usual, o en otros casos simplemente por una numeración específica de su VIN (Vehicle Identification Number), aunque el modelo en cuestión sea de producción regular. Por lo que no es necesario que el modelo sea muy llamativo o pertenezca a una edición o producción limitada.

En este caso concreto no nos encontramos con ninguno de estos motivos. La familia simplemente lo compró y lo metió en el garaje. En 1993, este fue el regalo de graduación del que pensamos que es el hijo del comprador original del Corvette, que debe tener un concesionario, al que pertenecen las placas de matrícula que porta el Corvette en las fotos.

Desde el exterior se aprecia impecable, a pesar de la mala calidad de las imágenes.

Este Corvette C3 dispone del motor V8 L82 350 (de 5.7 litros) asociado a una transmisión automática, la opción de mayor tamaño de motor pero una de las configuraciones más habituales de este modelo en particular, que no llegó a contar con otras opciones mecánicas de mayor tamaño o potentes, como sí lo hicieron anteriores versiones del C3. Por lo que no es una versión rara ni dispone de ningún pack especial, como el Silver Anniversary Edition.

En 1978 el Corvette cumplía nada menos que 25 años, y para celebrarlo Chevy lanzó el pack Silver Anniversary Edition, que contaba con un acabado especial de doble tono con plata en la zona superior y una serie de emblemas y placas conmemorativas.

Resulta extraño que siendo ya plateado este C3 no fuera solicitado con esa opción, aunque no era barata en aquel momento, el pack B2Z costaba en aquel entonces unos 400 dólares, cuando la gama del Corvette C3 tenía un precio original entre los 9.450 y 13.670 dólares en 1978. El ejemplar idóneo de aquella generación sería uno de los anteriores a 1970, equipado con alguna de las versiones de los motores Big Block 427 o 454 (7.0 y 7.4 litros respectivamente) y de la familia de motores Small Block de Chevy, el V8 L88 de 5.7 litros, siempre con la rara opción de transmisión manual, mucho más valiosas hoy día.

Fuente: Bring a trailer

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