Confirmado: el Ford Fiesta volverá y será Renault quien haga posible su regreso
Ford tomó la decisión de discontinuar el Fiesta en 2023. Ahora, parece que el popular urbano de la marca del óvalo tendrá un futuro asegurado, aunque sea en clave eléctrica. La nueva alianza Renault-Ford tiene la clave.

Los últimos años de Ford en Europa han sido realmente duros, con una caída generalizada de la participación de la marca del 12 al actual 4 por ciento, acompañada de la desaparición de algunos modelos clave como Fiesta, en 2023, y Focus, el pasado mes, momento en el que cesó su producción.
En clave eléctrica, las alianzas con otros fabricantes están siendo la piedra fundamental para que Ford entre en los segmentos clave. Primero fue con Volkswagen, con quien ya ha podido lanzar los nuevos Explorer y Capri sobre la base de la plataforma MEB, y ahora se confirma un segundo movimiento importante con Renault.

Las claves de la alianza Renault-Ford
Si la colaboración con la marca alemana ha servido para acceder a los segmentos compactos en clave SUV, junto a Renault se quiere atacar los mercados de acceso, los cuales deberían ganar relevancia en los próximos años en Europa.
La marca del rombo ha hecho debutar con éxito sus modelos R5 y R4 en clave eléctrica, y el nuevo Twingo aspira también a ser un superventas. Eso es precisamente de lo que se quiere aprovechar Ford, que ha confirmado su alianza con Renault para utilizar en sus futuros coches, precisamente, la plataforma Ampr EV que utilizan todos ellos.
Esta asociación histórica se traducirá inicialmente en dos nuevos coches eléctricos «asequibles». El primero debería llegar a principios de 2028, directo al segmento B, como el Renault 5. Es decir, un sucesor del Ford Fiesta en toda regla, que se fabricará en la ElectriCity de Renault en Douai, junto al urbano eléctrico francés.
Del segundo modelo todavía faltan por conocerse los principales detalles, pero se espera que pueda ser un pequeño crossover eléctrico, al más puro estilo del Renault 4, como sustituto del actual Ford Puma Gen-E. También podrían entrar en las quinielas un modelo más pequeño para el segmento A, como el Twingo.

Aunque se aproveche de la base y de las mecánicas (baterías incluidas) de los modelos de Renault, Ford garantiza que sus futuros eléctricos baratos tendrán el ADN de la marca.
«Combinaremos la escala industrial y los activos de vehículos eléctricos del Grupo Renault con el diseño icónico y la dinámica de conducción de Ford para crear vehículos que sean divertidos, capaces y claramente Ford en espíritu», aseguró Jim Farley, CEO de la marca del óvalo.
A diferencia del Nissan Micra, por ejemplo, Ford quiere darle su propio toque al diseño y, sobre todo, puesta a punto de su futuro Fiesta eléctrico, con una personalización propia de los norteamericanos. La mecánica de origen Renault garantizaría unos niveles de potencia de entre 121 y 215 CV, así como unas baterías LFP de nueva generación.

Tampoco está confirmado al cien por cien que ese primer modelo eléctrico adopte la denominación Fiesta, pero sería de extrañar que Ford cometiese el error de no hacerlo: este fue todo un superventas, con ocho generaciones y casi medio siglo de vida a sus espaldas.
La alianza entre Renault y Ford podría llegar más allá. De la misma forma que Ford y VW colaboran también en materia de vehículos comerciales (con Amarok y Transporter como protagonistas), con la marca del rombo se abre la «oportunidad de colaborar» en el futuro en nuevos vehículos comerciales ligeros.
Curiosamente, Ford estuvo valorando dar continuidad a su alianza con Volkswagen para aprovecharse de su plataforma MEB Entry, pero finalmente se ha decidido escoger la Ampr de Renault, a priori más económica y con uso tiempos de desarrollo más cortos. «La asociación marca un paso importante para Ford y respalda nuestra estrategia de construir un negocio altamente eficiente y preparado para el futuro en Europa», remata Farley.

