En unos años, será más barato cambiar la batería de un coche eléctrico que un motor de gasolina
Viendo los ritmos de caída de los precios de las baterías que montan los coches eléctricos y las buenas previsiones del mercado de segunda mano, todo apunta a que el temido cambio de batería en el futuro no será tan caro como podríamos esperar.

Una de las principales barreras que está impidiendo, o al menos ha sido en los últimos años, el despegue global de los coches eléctricos tiene que ver con su precio de adquisición, el cual está muy ligado a las baterías.
Este componente, que representa la parte más elevada del coste de un vehículo eléctrico, es también clave en el mercado de segunda mano. La principal preocupación de los potenciales compradores tiene que ver con el estado de la batería y del elevado coste que supone su sustitución en caso de no estar en plenas condiciones.
Dicho esto, hay que hablar de la caída año a año que se viene viendo en el mercado de las celdas y los paquetes de las baterías. Algo que tiene una repercusión directa tanto en el abaratamiento de los coches eléctricos nuevos y en eliminar las preocupaciones (y los posibles sustos) con los de segunda mano.

La paridad de precios, muy cerca
Según el grupo Goldman Sachs, para el año 2026 se estima que el precio de las baterías debería caer a los 80 dólares el kWh, lo que significará un descenso de casi el 50 por ciento respecto a los precios de mercado del 2023. Para el 2030, el precio debería caer a 64 dólares el kWh.
Sin embargo, desde RMI son más optimistas de cara al final de la presente década. Dann Walter, experto del sector, cree que el precio de los paquetes de las baterías puede alcanzar los 50 dólares el kWh, mientras que el precio de las celdas podría caer a 35 dólares el kWh.
¿Qué viene a significar todo esto? Pues que los precios de los coches eléctricos nuevos deberían bajar en los próximos años, mientras que los posibles cambios de batería en los coches usados deberían suponer un desembolso no tan grande como se viene hablando hasta ahora.
Son varios factores los que influyen, como el modelo en cuestión, la capacidad de la batería o el tipo de química, pero para que te hagas a una idea, cambiar ahora una batería completa de un Tesla Model 3 puede costar unos 16.000 euros.

Si los precios siguen cayendo como hasta ahora, sustituir una batería de 100 kWh (que ya es un tamaño muy considerable), podría costar unos 5.000 dólares (menos de 5.000 euros), mientras que para un paquete de 75 kWh el precio sería de unos 3.000 euros. Los expertos aseguran que pronto será más barato cambiar una batería que sustituir todo un motor de gasolina.
Y a esto hay que sumarle un factor extra importante: el avance en los trabajos de reacondicionamiento de baterías y su reusabilidad permitirán que, llegado el momento, el propietario del vehículo pueda vender la batería que tiene en su coche, lo que le permitiría reducir aún más el precio de adquisición de una batería nueva. ¿Quizás por apenas 10-20 dólares el kWh?
Recordemos no obstante que ya prácticamente todas las marcas de coches ofrecen garantías elevadas, de en el entorno de los 8 años, para sus baterías en los coches nuevos, lo que habla de la creciente confianza en la fiabilidad de estas baterías. Se espera que la vida útil de una batería pueda superar los 300.000 kilómetros.

Por qué baja el precio de las baterías
Esta sorprendente caída que están sufriendo las baterías a lo largo del tiempo se debe, sobre todo, a las mejoras tecnológicas que están obteniendo los fabricantes, especialmente los chinos.
Las nuevas químicas están ayudando a un abaratamiento constante de estas, gracias sobre todo a las baterías LFP (litio ferrofosfato), que eliminan la necesidad de materias primas más costosas, como el cobalto o el níquel. Además, se están fabricando baterías con una mayor densidad energética.
El reciclaje y reutilización de las baterías y los materiales extraídos abaratan todavía más los procesos, a lo que hay que sumar una caída continua de los precios de estas mismas materias primas. Se estima que más del 40 por ciento de la caída de los precios de las baterías se debe a la de los costes de estas materias primas.
Fuente: Recurrent Auto