IndyCar - Mid-Ohio 200La victoria que no fue: error garrafal de Álex Palou y triunfo para Scott Dixon
Palou controló la carrera desde la pole hasta una salida de pista a seis vueltas del final. Dixon venció volviendo a ahorrarse una parada, en su primer triunfo de 2025 y el séptimo en Mid-Ohio. Completó el podio Christian Lundgaard para McLaren

Todo estaba preparado. Las líneas ya estaban escritas, los titulares plenamente establecidos, las fotos seleccionadas... Como para no tenerlo con Álex Palou, una de las pocas garantías absolutas de triunfo cuando una situación se presenta totalmente favorable. Haciendo referencia a su patrocinio, si una IA hubiese calculado sus posibilidades de victoria en las 200 millas de Mid-Ohio a falta de seis vueltas, habría salido un número superior al 99%. Pero el 99% no es el 100%, incluso para un piloto dominante. Y en su lugar, ganó Scott Dixon, otro muy acostumbrado a estas lides.
Palou tenía un margen cómodo de cinco segundos en el stint final y mejores neumáticos que Dixon, situado en segundo lugar gracias a una estrategia de ahorro a dos paradas marca de la casa, cuando el español se salió de pista en la complicada curva 9. No llegó a salirse por completo, pero entre el piano y la tierra perdió suficiente tiempo para que Dixon le superara. A partir de ahí, cinco vueltas de intento futil para superarle pese a gastar todo el push-to-pass. El perro viejo, a 16 días de alcanzar los 45 años, ha pasado infinidad de veces por estas situaciones, y defendió con solvencia la 59ª victoria de su carrera.
Con anterioridad, Palou había tenido en casi todo momento el control total de una carrera que empezó con accidente en la salida. Como si de clavar un cuchillo en una fractura abierta se tratara, Josef Newgarden sufrió un bloqueo repentino de frenos y se fue a gran velocidad contra las protecciones, llevándose puesto consigo a un Graham Rahal que perdió vuelta. No hubo salvación para Newgarden, cuyo tercer abandono consecutivo le hunde en una 19ª posición de la general que cuesta creer. El día seguiría totalmente torcido para Penske, en uno de los peores fines de semana que se les recuerda: Will Power rompió motor en pocas vueltas y Scott McLaughlin acabaría doblado en 23º lugar tras hacer cinco paradas.
Kyffin Simpson, desde su gran tercera plaza de salida, pasó a Christian Lundgaard en la salida, pero el danés lo recuperó en la resalida y fue la única amenaza de un Palou que se fue en cabeza de todos modos. Una decena de pilotos, liderados por Kyle Kirkwood desde el noveno lugar, optaron por parar pronto entre las vueltas 11 y 18, pero otros tantos que intentaron ir más largo en busca de hacer solo dos paradas tuvieron que claudicar, entre ellos un Palou que hizo su primera detención tras 27 vueltas con bastante graining en sus neumáticos. Mientras, Dixon, que había ganado solo una plaza en pista a costa de Kirkwood, consiguió alargar hasta la vuelta 30, y ganó posición por el camino a Marcus Armstrong.
Justo cuando ya habían parado todos, Christian Rasmussen causó un segundo caution al quedarse en pista sin gasolina, por un problema en la manguera durante su parada. Nueve pilotos aprovecharon para adelantar su segunda detención, entre ellos Louis Foster desde la sexta plaza, Kirkwood y un Pato O'Ward al que su temprana primera parada le había permitido escalar al top 10. El mexicano montó un segundo juego de blandos en este stint, lo que le permitió ganar nuevas posiciones ante pilotos en estrategia distinta. Simpson optó por echar el ancla y perdió cuatro posiciones, lo que dejó en posiciones de podio a Colton Herta, quien había hecho overcut a un Nolan Siegel al que Dixon pasó en la vuelta 41.
Pronto quedó claro que los líderes habían abandonado toda pretensión de ahorro, y que tirarían a tope para hacer tres paradas, teniendo a Dixon como la referencia de la estrategia a dos paradas. Lundgaard, habiendo perdido más de ocho segundos con Palou, adelantó su parada a la vuelta 52, mientras que el español tuvo un primer susto en la curva 4 antes de hacer la suya. Sin embargo, su excelso ritmo hizo que saliera de su parada solo por detrás de Dixon y Simpson, dos de los cuatro pilotos que conseguirían ahorrar lo suficiente para ir a dos paradas junto con Felix Rosenqvist y VeeKay.
Por su parte, O'Ward estaba cuarto antes de su parada final delante de Lundgaard, que tuvo que superar en pista a Rosenqvist. Habiendo cuadrado la estrategia, Dixon solo tenía delante tras su segunda parada a Palou, Lundgaard y Herta, siendo el español la única amenaza real. El contratiempo para el líder en esta ocasión fue el tráfico de Sting Ray Robb, pero la ventaja adquirida en este stint mientras Dixon ahorraba fue suficiente para salir por delante del neozelandés por dos segundos tras su última parada en la vuelta 76. Todo estaba atado, listo y con lazo para la séptima victoria de Palou... que tendrá que esperar un poco más, si sucede.
21 temporadas consecutivas, y 23 en total, lleva Scott Dixon añadiendo triunfos a un casillero cuya siguiente muesca sería la 60, a siete del récord absoluto de A. J. Foyt. En una temporada donde su gran eficiencia había salvado una falta de ritmo cada vez más palpable, Dixon se planta en la cuarta posición de la general, siendo además el cuarto ganador en circuito más veterano de la historia tras nombres como Mario Andretti, Emerson Fittipaldi y Bobby Unser. Lo ha hecho además en su circuito fetiche, un Mid-Ohio donde no ganaba desde 2019, y donde ha igualado con siete victorias el récord histórico de IndyCar en circuito, en posesión de Michael Andretti en el urbano de Toronto en 2001.
- RESULTADOS DE LAS 200 MILLAS DE MID-OHIO
- CLASIFICACIÓN GENERAL
Lundgaard se subió a su cuarto podio del año, todavía sin estrenar la cuenta de victorias de McLaren (ni de Chevrolet) este año. Por su parte, O'Ward se empezó a quedar sin gasolina en la última vuelta y tuvo que ceder la cuarta plaza ante un Herta muy necesitado de puntos, que perdió toda opción de pelear el podio en otra mala parada. Lo mismo que sucedió con Simpson, que se quedó calado cinco segundos en los pits y 'solo' pudo ser décimo. Rosenqvist y Amstrong, quien alargó mucho su última parada, acabaron juntos en sexta y séptima plaza ante un Kirkwood poco destacado, mientras que VeeKay obtuvo su tercer top 10 consecutivo tras hacer funcionar la estrategia a dos paradas.
Carrera relativamente tranquila pese al sobresalto final, y una ventaja aún mayor en la general para Álex Palou, que ha recuperado en dos carreras los puntos perdidos en Detroit y Gateway. 113 puntos de margen con Kirkwood, ahora con solo siete carreras por delante. Eso sí, cuatro de ellas serán en óvalos cortos, donde Ganassi y el propio Palou todavía siguen siendo una relativa incógnita. Dos de ellas serán consumidas la próxima semana en Iowa, con horarios diurnos y el temor a otro año malo en pista, ahora por haber cargado de aero los coches en exceso. Ya pasó en su inauguración en 2007, y dejó un crashfest de resalidas por la imposibilidad de adelantar.
Fotos: IndyCar Media