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Estados Unidos y la Unión Europea ya están en guerra comercial

El presidente estadounidense Donald Trump ya tiene un nuevo frente abierto en su guerra comercial: la Unión Europea. Desde ayer rigen nuevos aranceles sobre diversos productos del país americano en respuesta a los aranceles sobre el acero y aluminio europeos.

5 min. lectura

Publicado: 23/06/2018 19:00

Las Harley-Davidson que no sean de stock serán más caras, lo mismo para las Indian

El que la sigue, la consigue. La desastrosa política comercial del presidente Donald Trump, que pretendía ser unilateral, está siendo respondida de forma proporcional y equilibrada por las naciones a las que acusa de provocar inestabilidad en su economía. Y esto no ha hecho nada más que empezar.

La Administración Trump pretende -a su manera- reducir un déficit comercial real de 566.000 millones de dólares

Ayer mismo la Unión Europea impuso aranceles del 25% a las motocicletas de más de 500 centímetros cúbicos, lo que afecta de lleno a sus dos fabricantes más importantes: Harley-Davidson e Indian Motorcycle. El efecto se notará pronto en los concesionarios de ambas marcas.

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Primero empezó Estados Unidos imponiendo aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio a nivel mundial. Después aplicó aranceles extra a 29.400 millones de euros anuales desglosados en 818 productos chinos. Estos ya han respondido con aranceles sobre otros 545 productos americanos que tienen un valor similar. Los automóviles se incluyen en ambas listas.

Además, no solamente incrementan los aranceles sobre las motocicletas estadounidenses, también costará más meter desde Estados Unidos vehículos comerciales con motor diésel, espejos retrovisores o vidrios laminados de seguridad, entre otros tantos productos.

La UE ha impuesto aranceles del 25% o 10% a 2.800 millones de euros en exportaciones estadounidenses

Pero a Donald Trump no le gustan las réplicas a sus políticas y ha anunciado contrarréplicas. Primero amenazó a China con un 10% de aranceles a otros 200.000 millones de dólares en productos chinos. Al presidente Trump le parece "inaceptable" la respuesta china.

Ahora le toca a Europa. Como puede verse en el tuit superior, Donald Trump amenaza -de nuevo, pues ya se hizo antes- con incrementar los aranceles a los automóviles europeos hasta el 25%, lo que supone un notable incremento sobre el arancel existente y que hará daño sobre todo a BMW, Daimler o Volkswagen. Al consumidor -e industria- estadounidense, también.

No será tanto así con otros fabricantes, como puede ser PSA, ya que no tiene presencia en Estados Unidos todavía. Los franceses puede que tengan que retrasar el desembarco de sus coches en ese país si finalmente los aranceles se incrementan al 25%, serían muy poco competitivos.

La pretensión del mandatario republicano es que los fabricantes produzcan en EEUU los coches que vendan en EEUU. Por motivos de eficiencia, eso ya se hace con los modelos que más éxito tienen allí, fundamentalmente todocaminos que se exportan también a Europa.

Análogamente, por motivos de eficiencia se hace lo mismo en Europa con los modelos que más compramos aquí y menos allí, de lo contrario las fábricas se habrían repartido el trabajo de otra forma. En la industria automovilística moderna esto es algo habitual.

Donald Trump con líderes mundiales en la última cumbre del G-7 en Canadá

Lo que propone el presidente Trump va totalmente en contra de esa eficiencia industrial. Aunque los fabricantes europeos empiecen a hacer todo lo que se hace para EEUU en EEUU, no sería necesariamente más eficiente, por lo que un consumidor americano acabará pagando más que por un producto hecho en Europa.

Todo esto lo sabe cualquiera que haya dado primero de Economía

Trump cree que con su amenaza la UE dará marcha atrás, pero se equivoca. Tanto China como la UE darán marcha atrás cuando Estados Unidos retire los aranceles que impuso unilaterlamente. Mientras tanto, están abiertos procedimientos de reclamación ante la Organización Mundial del Comercio (WTO) por las acciones estadounidenses.

Si finalmente Trump impone más aranceles, tanto China como la UE harán lo mismo, ser recíprocos. Hay dos vías, o Trump recupera el status quo del comercio internacional, o la guerra comercial afectará a todos. Y todavía tiene otro frente abierto, las relaciones con sus vecinos geográficos, Canadá y Méjico, que forman parte junto a EEUU del TLCAN/NAFTA.

Estados Unidos cada vez está más solo.

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