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El Salón de París 2010 abre sus puertas

Y finalmente llegó el Salón de París 2010, que abre sus puertas con el corazón en Europa, pero los ojos y las apuestas en los mercados emergentes. allí es donde están, ahora, el dinero y las ventas.

El Salón de París 2010 abre sus puertas

6 min. lectura

Publicado: 29/09/2010 20:24

Y comienza el Salón de París chicos y chicas del motor; un Salón de París que es irradiado al mundo desde la torre Eiffel, para hacer saber al mundo que pase lo que pase "siempre nos quedará París". Un Salón de París en el que lo más selecto de la industria mundial se hace presente en esa cosa de Grand Slam corporativo que convierte a los salones en distintas fechas de un campeonato; un campeonato para demostrar quién trae lo mejor, un campeonato para demostrar quién fabrica lo más exclusivo y también para dejar en claro quienes son los grandes de verdad; los innovadores, los creadores, los creativos y claro, lo que se lleva ahora; quien presenta los coches más eficientes y ecológicos, galardón que se llevan los coches híbridos, pero con un avance rapidísimo y trepidante de los coches eléctricos, con modelos listos para comenzar sus ventas como el Mitsubishi i-MiEV o el Peugeot iON, que es lo mismo o el Nissan Leaf que comienza su desembarco en Europa.

Los salones de coches son en esencia marketing, fantasía y ventas en un gran casino en que las apuestas son; precisamente eso.... Ventas, mercado, producción... Y es por esto que este año, el Salón de París, busca encantar en Europa, como la tradición manda, pero las apuestas sobre el tapete, las gordas; el todo o nada, el record de ventas, el aumento de la producción y las nuevas plantas... estas apuestas de la industria del motor actual en la que los mercados emergentes son los números y los planes para ellos, las fichas.

Con una Europa que decae al ritmo de las huelgas y la crisis, con los Estados Unidos en un alto grado de incertidumbre, mientras que el dinero y los coches de todo tipo y para todas las clases sociales están en -los ahora- mercados emergentes; llamados hasta hace un par de años "en vías de desarrollo", eufemismo de subdesarrollados, pero cómo cambia el cuento Caperucita; mira que ahora toda casi toda Asia y especialmente China con sus 1.600 millones de habitantes y con muchos millones de ellos con las ganas y el dinero para comprar un coche nuevo.... Mercados emergentes en que las marcas Premium baten récord tras récord; especialmente los alemanes y con los grandes del motor creando alianzas con los locales para instalarse con proyecciones de ventas de cientos de miles de unidades al año.

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Eso en China, pero en los otros tres grandes la situación es similar; me refiero a Brasil, Rusia e India, cada uno de ellos con mercados prósperos y con dinero abundante y crédito barato...

Pero no lo son todo, no olvidemos a Sudáfrica y claro, a la América hispana; el humilde por antonomasia, mercado "sudamericano· que exhibe cifras gloriosas en la actualidad, tanto en fabricación como México, con muchas plantas de los grandes; como las de la casa del óvalo, donde se arma el Ford Fiesta entre otros y Volkswagen apostando fuerte por este país como productor dentro de su plataforma global de operaciones. Pero no todo es México, en fabricación no podemos olvidar a Argentina, que este año bate su propio récord con más de 700.000 unidades construidas, cifra que aumentará, ya que marcas como Honda están apostando por este país como puerta de entrada al Mercosur y directamente al mercado brasileño.

Pero que no todo es fabricación, también tenemos récords de ventas en mercados pequeños pero con una insaciable capacidad de consumo como el chileno, donde actualmente se venden 34 coches nuevos por hora, los embarques de coches llegan a su destino con dueño y cada vez es más habitual encontrar modelos de alta gama y súper Premium y con un parque automotriz cuya antigüedad sería la envidia de varios países europeos.

Ese es el contexto de este Salón de París 2010, un Salón en Europa, pero con los ojos y las apuestas puestas en el mundo de los mercados emergentes y con la esperanza; esa que nunca muere, de recuperar el crecimiento y la prosperidad en una Europa que tanto la necesita y que se la merece.

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