Europa duda ante la prohibición de combustibles fósiles en 2035, pero España no quiere desviar el rumbo europeo

Un informe de Allianz apunta a un enfrentamiento entre los intereses de Alemania o Italia, quienes buscan que se posponga el fin de la venta de coches de combustión interna en la UE para 2035, frente a los de España o Francia, quienes quieren mantenerlo.

Europa duda ante la prohibición de combustibles fósiles en 2035, pero España no quiere desviar el rumbo europeo
El avance de la electrificación no evoluciona al ritmo deseado de cara al objetivo de la UE para 2035.

7 min. lectura

Publicado: 25/11/2025 18:30

Pese a que 2025 ha sido un año más bien favorable para las ventas de coches eléctricos (así como híbridos e híbridos enchufables), a diez años vista las previsiones no apuntan precisamente a lo que muchos esperaban tiempo atrás. De hecho, la visión de que Europa fuese 100% eléctrica para 2035 y así poder aplicar la prohibición de coches de combustión interna ya no está tan clara.

El famoso objetivo de 2035 está ahora en tela de juicio por el equilibrio entre las ambiciones medioambientales de Europa - es decir, la consecución de sus objetivos del Pacto Verde - y los intereses industriales de cada nación. Y es aquí donde se constituyen dos grandes bloques con dos objetivos muy marcados, según un informe de Allianz.

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Para Alemania e Italia posponer los objetivos de 2035 sería beneficioso.

A favor y en contra, relacionado con el PIB nacional

Por un lado, están Alemania e Italia, dos países que aglutinan buena parte de los fabricantes europeos y apoyan que se posponga esa fecha límite de la prohibición. Por otro, están Francia, también país con marcas muy importantes, y España, ambos oponiéndose a revisiones de la agenda 2035 por temor a la inseguridad que pueda suponer a inversores y cómo pueda a afectar a la credibilidad de la hoja de ruta en búsqueda de la neutralidad en carbono.

Estos intereses está relacionado con el PIB de cada país: para Alemania el sector automotriz representa el 5% y da trabajo a unas 800.000 personas mientras que para Italia el sector es el 6% del PIB nacional. En cambio, tanto en Francia como en España el sector supone el 3% del PIB.

Problemas en Europa y en China

Por tanto, en los países donde el sector automotriz tiene mayor peso son los que más fabrican, los que más fabrican coches eléctricos...y los que más problemas se están encontrando al respecto. Durante mucho tiempo muchos de sus beneficios venían de sus ventas en el mercado chino, pero en los últimos años la clientela china ha virado hacia el producto patrio, con coches eléctricos con tecnología avanzada a un precio muy competitivo dado que, gracias a los subsidios de su gobierno, sus marcas pueden arriesgar e incluso vender a pérdidas.

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España, donde se fabricarán muchos EV clave, quiere mantener la fecha de 2035.

En Europa, precisamente se están encontrando con que los grupos chinos mejor preparados están exportando sus modelos al Viejo Continente, tanto para ampliar su mercado como para vender en un ecosistema donde puedan tener mejores márgenes de beneficio. Este año, el conjunto de eléctricos procedentes de China ya supera el 7% de la cuota total en detrimento de las europeas.

El coche eléctrico avanza muy despacio de cara a 2035

Además, en Estados Unidos se encuentran con el problema del fin de los subsidios para la compra de BEV que estaba vigente aún de la administración Biden, cuyo sucesor Donald Trump dio por acabados el pasado mes de septiembre. En el caso de algunas marcas concretas, además, no cuentan con plantas en suelo americano para fabricar allí, lo que junto con los actuales aranceles de Estados Unidos complica la viabilidad de exportar coches eléctricos.

Estados Unidos es además un mercado en el que, igualmente, por su amplitud, quizás optar por el camino del eléctrico de autonomía extendida sea el camino a seguir. La cuestión reside en que, incluso si en Europa se están comprando más coches eléctricos que coches diésel, la adopción sigue siendo demasiado lenta para llegar a 2035 con un 100% de adopción de los BEV.

BMW
La cuota de mercado de BEV es cada vez mayor, pero no crece al ritmo deseado.

Reto a superar, infraestructuras de recarga

Incluso en un escenario muy, muy optimista, a este paso no se llegaría hasta como mínimo 2037. Mucho de esto tiene que ver la velocidad a la que se construyen las infraestructuras de recarga: se estima que haya en torno a 1,1 millones a finales de este año. El objetivo de la Comisión Europea es que haya 3,5 millones de cara a 2030 y, en lugar de acelerarse, este proceso se ha ralentizado a niveles que no se veían desde antes de la pandemia.

Además, el 56% de todos los puntos de carga en la Unión Europea se concentran en Francia, Alemania y Países Bajos. El 80% de los países europeos están por debajo de la media de 13,3 estaciones de recarga por kilómetro de carretera.

Las infraestructuras de recarga se concentran en tres países

Si no se incentivan políticas para aumentar los puntos de recarga en gran parte de la Unión Europea (se calcula que sería necesario un crecimiento del 26%), esa electrificación total no llegaría hasta 2041. Sin suficientes infraestructuras de recarga, se espera que la electrificación se encuentre con un techo difícil de sortear.

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