Así justifica el Gobierno el polémico sistema de etiquetas de la DGT que muchos quieren cambiar

A pesar de las múltiples quejas de asociaciones y actores del sector automovilístico, el ministro del Interior en España, Fernando Grande-Marlaska, considera que el sistema actual de etiquetas medioambientales es el adecuado, aunque se ofrece a cambiarlo si «lo pide el sector».

Así justifica el Gobierno el polémico sistema de etiquetas de la DGT que muchos quieren cambiar
El ministro Grande-Marlaska sale en defensa del actual sistema de reparto de etiquetas medioambientales.

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Publicado: 27/05/2025 19:10

Hay veces que nos preguntamos en qué mundo viven nuestros políticos. Llevamos años hablando de la necesaria revisión del sistema de asignación en España de las etiquetas medioambientales, especialmente del tan popular distintivo ECO.

Como sabrás, en nuestro país las etiquetas se asignan en función del tipo de motorización y del año de matriculación, pero no en base a las emisiones reales: tenemos vehículos sin derecho a pegatina, los vehículos B, C, ECO y CERO.

Son muchas ya las voces que han criticado el actual sistema de designación de las etiquetas, por considerar que en muchos casos se están asignando etiquetas beneficiosas a vehículos que contaminan, y mucho. Sin embargo, el Gobierno sigue defendiendo dicho sistema.

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El actual sistema de etiquetas en España data del año 2016 y, desde entonces, no se ha modificado. ¿Por qué no adaptarse a las emisiones reales WLTP?

Las etiquetas de la DGT que se asignan a los coches en España.

Aun así, están «abiertos» a cambios

El último en referirse a este tema ha sido el mismísimo ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha respondido a una pregunta relacionada en la sesión de control celebrada en el Senado. Una voz autorizada del Gobierno que defiende el actual sistema de etiquetas, cuando el resto parece remar en sentido contrario.

«El Gobierno siempre estará de acuerdo en proceder a la revisión cuando nos pongan encima los expertos ese acuerdo, que lo entiendan necesario y cuenten con el aval de los sectores implicados», aseguró Marlaska. Es decir, solo se contemplarían cambios si el sector lo pidiese.

Pero como decimos, son ya muchas las organizaciones que llevan años pidiendo cambios: en enero del 2024, un grupo de 23 organismos medioambientales argumentaron que los distintivos concedidos actualmente en España no reflejan adecuadamente las emisiones reales. Por su parte, la OCU lleva años criticando que el sistema favorece a vehículos más caros que no son necesariamente menos contaminantes.

Cierto es que, como ha recordado Grande-Marlaska, en el pasado año 2020 se realizó un estudio para la modificación de las etiquetas por parte de un grupo de trabajo interministerial establecido por la DGT. Sin embargo, se estipuló que no se daban las condiciones necesarias para dicha actualización.

Pero es que incluso el mismísimo director de la DGT, Pere Navarro, dijo en junio de 2024 que se estaba trabajando en una revisión del sistema. Eso sí, él mismo aseguró que los vehículos existentes no perderían derechos adquiridos con las etiquetas actuales.

La etiqueta ECO es, sin duda, la más polémica de todas en España.

El problema de las etiquetas actuales

Aun así, desde entonces hemos vivido una proliferación de vehículos microhíbridos con etiqueta ECO, que disfrutan en la actualidad de los mismos beneficios que los híbridos autorrecargables o los híbridos enchufables con poca autonomía eléctrica.

Un SUV grande con etiqueta ECO puede estar contaminando más que un coche pequeño de gasolina con etiqueta C, por ejemplo. Y en cambio, el primero tiene ventajas como los accesos a las Zonas de Bajas Emisiones, descuentos en aparcamientos regulados o reducciones/exenciones de impuestos.

Además, hay un problema añadido: la falta de un sistema de homologación común en Europa. El ministro español asegura, no obstante, que nuestro sistema es «más restrictivo que el de muchos otros países de la UE» y que en realidad sí favorece la disminución de las emisiones contaminantes.

Esta falta de homologación provoca que, por ejemplo en zonas fronterizas entre España y Francia, los conductores de nuestro país tengan problemas en zonas de bajas emisiones francesas al no estar reconocidas nuestras etiquetas.

Este artículo trata sobre...

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