La sombra de los microchips vuelve a Europa, BMW y Volkswagen son los primeros en temblar
Holanda está a punto de iniciar una nueva crisis de microchips. El país de los tulipanes se ha metido en una guerra con una empresa especializada en la producción de microchips, cuyo propietario es chino, poniendo en peligro la estabilidad europea. Un lío que ya está teniendo consecuencias para BMW.

BMW es uno de los fabricantes de lujo que más está apostando por los coches eléctricos. Su última gran novedad puede hacer un importante daño pero no a los rivales, sino al propio fabricante alemán. Los planes no están saliendo y existen grandes posibilidades de que se retrasen las unidades. El problema no tiene que ver con la marca, pero sí con un proveedor de microchips.
Sí, lo has leído bien. La temida crisis a la que nos enfrentamos durante la pandemia del Covid-19, y más allá, planea peligrosamente sobre el cielo del territorio europeo por empeño de un ministro holandés que ha intervenido la empresa Nexperia. Esta antigua filial de Phillips, que se dedica a la producción de semiconductores para grandes empresas de electrónica y también para la industria del automóvil, tiene su sede europea en la ciudad holandesa de Nimega y fue comprada por una empresa china.

La industria alemana tiene stock de microchips para seis meses
La industria alemana que trabaja con este proveedor ya está sufriendo importantes problemas de abastecimiento de microchips, y el nuevo BMW iX3, es uno de los grandes afectados, entre los que se encuentra también Volkswagen. Y es que no hablamos de uno o dos microchips para cada coche, sino de 600.
La guerra está servida, porque el ministro de Asuntos Económicos ha estado observando los movimientos en Nexperia, concluyendo que la empresa es cada vez menos holandesa. Karremans ha apuntado que «es algo que no podemos permitir, porque entonces perderíamos conocimientos y capacidades tecnológicas cruciales». Esos movimientos que el ministro ha visto es un posible traslado al gigante asiático, pero no lo que ha desatado la guerra.
Coches nuevos más caros por el capricho de un ministro
Y es que los microchips no se fabrican en Nimega. En esta planta se fabrican las obleas, unas láminas que se mandan a China para que se corten los chips, por lo que el Gobierno asiático ha prohibido la entrega de los componentes, dejando a BMW y a otras marcas temblando, al enterarse de que este ministro ha destituido al director ejecutivo chino de la empresa de Nimega asumiendo la dirección el propio ministro.
Este no ha dudado en aplicar la Ley de Disponibilidad de Bienes, que otorga al estado neerlandés la máxima responsabilidad dentro de la empresa, pudiendo bloquear o revocar decisiones.
Según el ex director general de Nexperia, Frans Scheper, el ministro interino Karremans está provocando la grave crisis de chips en la industria automovilística europea, apuntando que «La prohibición china de las exportaciones tiene consecuencias mucho mayores que las que aplicamos en los Países Bajos», añadiendo que «Tendría más sentido resolverla por la vía diplomática».
Este es el gran problema de depender de la industria asiática y, en particular, de China. Scheper ha explicado que los chips que fabrica Nexperia se podrían fabricar en otro sitio y con otro proveedor, «pero adaptar el proceso a otros chips lleva meses, y tampoco se puede compensar la escasez porque no hay sobrecapacidad». Una opción, por ahora descartada, porque también acabaría subiendo más todavía los precios de los coches nuevos...