La continuidad del Hyundai i20 N flota en el aire, y los eléctricos no son culpables de su negro futuro

A la vez que Hyundai está inmersa en la ampliación de su gama de coches eléctricos, la renovación parcial o total de sus modelos de combustión no cesa. El Hyundai i20 es uno de los que ya se está sometiendo al proceso técnico que traerá importantes novedades a mitad de su vida comercial, unas mejoras que afectarán al diseño exterior, interior, equipamiento y motores, y al que ya hemos visto en pruebas en las cercanías de la sede de la marca en Corea del Sur.

Unas pruebas que se trasladarán a Europa en las próximas semanas, esperando que haga acto de presencia en las pruebas de invierno. Un utilitario clave en la estrategia de la marca en Europa, y al que Albert Biermann ya le ha puesto fecha de presentación, aunque el mandatario de la marca no ha sido muy concreto. El alemán ha señalado en una entrevista durante la celebración del Festival Hyundai N 2022 de Australia que el i20 Facelift se presentará este próximo verano, por lo que entre julio y septiembre conoceremos todos sus detalles.

El gran problema del Hyundai i20 N del que depende su continuidad

Pero no es lo único que ha dejado caer Biermann, que también ha confirmado que la variante más deportiva del i20 N también recibirá las mismas novedades. Algo completamente esperable, pero mucho más interesante han sido las palabras en las que se refieren al futuro de esta versión deportiva, que está bailando sobre una cuerda muy floja.

Si bien Biermann es un peso muy pesado en las decisiones del fabricante, especialmente en Europa, y que los coreanos no son ajenos a los estudios internos del mercado, la continuidad del utilitario deportiva no está en absoluto asegurada. El germano ha expuesto los motivos que justifican la necesidad de que la cuarta generación del i20 también disponga de esta versión tope de gama, pero no termina de convencer a los responsables en Corea del Sur. Es la misma situación en la que se encuentra el futuro del Hyundai Kona N.

El futuro del Hyundai i20 N depende de la oferta mundial

Aunque el caso del crossover es algo más especial al disponer de un corazón mucho más potente y, por tanto, con mayores emisiones contaminantes que obligarían a buscar una solución en la electrificación y encarecería su precio, el «problema» del N más pequeño no es este, sino la cada vez menos oferta de compactos, y subcompactos, que se está reduciendo a nivel mundial. Un i20 convencional puede sobrevivir, pero el elevado coste extraordinario de la versión deportiva le hace pender de un hilo, inviable directamente si se opta por electrificación.