Indy 500Penske lidera el primer día de pruebas con Pagenaud y Castroneves

Un día más tarde de lo habitual, pero con una hora más para jugar. Así dio comienzo la semana de entrenamientos para las 500 millas de Indianápolis, con el primero de los cuatro días de los que los equipos y sus 35 pilotos dispondrán antes de afrontar el fin de semana de clasificación. Y, si hay algo que refleja el buen estado de la actual IndyCar, es el hecho de que 34 de los inscritos llegaron a rodar durante el día de ayer, siendo el brasileño Matheus Leist la única nota discordante en ese aspecto.

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Los que sonaron muy afinados y en consonancia fueron los pilotos del Team Penske, que en los últimos años han vivido una relación de amor/odio con Indianápolis en base a su velocidad o rendimiento en carrera. El triunfo de Juan Pablo Montoya en 2015 es el único que el equipo del Captain ha logrado en Indianápolis en los últimos 8 años, y se pretende cambiar eso. Simon Pagenaud, con diferencia su piloto menos destacado en el óvalo, ha sido el encargado de liderar la primera jornada, ayudado de un gran rebufo, con un promedio de 225.787 millas por hora, obtenido en las dos primeras horas del día, reservadas a los pilotos que no han tenido que aprobar ningún test para participar.

En la "sesión vespertina" de cuatro horas, abierta ya a todos los pilotos, el liderato le correspondió a Hélio Castroneves, aunque con una ventaja mucho menor. El brasileño, que viene de obtener una sexta posición en el Gran Premio de Indianápolis, ya no pilota a tiempo completo para Penske, pero parece no importarle en la persecución de su cuarta victoria, y registró un promedio de 224.665 mph. Superó por muy poco al gran especialista de Indianápolis, Ed Carpenter, que comenzó con un gran número, y marcando también la mejor vuelta sin rebufo del día (221.512 mph). Su mejor vuelta fue solo unas diezmilésimas mejor que la de otro eventual, Jay Howard, muy veloz en rebufo pero no tanto en solitario.

En esa sesión de tarde, Scott Dixon fue el mejor de los pilotos regulares, siendo el único en superar las 224 mph de media junto a Marco Andretti. La tercera venida de los Andretti fue el mejor de su equipo, que decidió repartir estrategias entre su amplio abanico de seis coches. Así, Zach Veach y Ryan Hunter-Reay rondaron el top 10, mientras que pilotos como Carlos Muñoz y Alexander Rossi centraron sus esfuerzos en probar distintas configuraciones aerodinámicas, desapareciendo de los primeros puestos. Entre los tres mejores Andretti, se situaron tres pilotos con buena mano en Indianápolis: Sage Karam, Charlie Kimball y Gabby Chaves, con buenas velocidades para sus modestos equipos.

Entre medias de la sesión de "habituales" y la abierta, hubo un periodo de dos horas dedicado exclusivamente a los Rookie Orientation Program y los Refresher Test para aquellos pilotos que no los completaron en los test de hace dos semanas. Cinco pilotos tenían la oportunidad de participar, y dos de ellos fueron aprobados durante ese periodo. En su primera experiencia con un IndyCar en un óvalo, Zachary Claman DeMelo no titubeó y se convirtió en el cuarto novato aprobado para la Indy 500 bastante pronto. Su mejor vuelta (221.089) superó a la de otro novato, Kyle Kaiser, pero ni se aproximó a la del ya consolidado Robert Wickens (223.133).

De los cuatro pilotos que habían de pasar el Refresher Test, solo James Davison, quien lucía una espectacular decoración rojo oscuro Belardi que recuerda a la de los antiguos Ferrari y fue el único piloto de Foyt en rodar de forma consistente, lo logró durante el periodo establecido. El español Oriol Servià, con problemas en la telemetría, no pudo rodar hasta la segunda hora, teniendo que completar su Refresher en la sesión abierta, en la que obtuvo el 22º mejor promedio del día en la Happy Hour final (222.697 mph). Stefan Wilson se quedó a una fase, y lo completó durante la sesión abierta, mientras que Pippa Mann fue víctima de unos problemas de suministro en Coyne que limitaron su rodaje, y el de Conor Daly, impidiéndole pasar el Refresher.

A todo esto, hubo que sumarle la incidencia de la lluvia, que obligó a parar la sesión en varias ocasiones por ligeras precipitaciones. Curiosamente, la más larga de esas detenciones no se produjo por lluvia, si no por anticiparse a ella, ya que los responsables del óvalo optaron por detener toda actividad y poner sobre aviso a los espectadores presentes ante la proximidad de una gran masa de nubes acompañada de aparato eléctrico. Por fortuna, dicha masa pasó justo al sur del óvalo, dejando apenas una ligera llovizna, por lo que la sesión pudo reanudarse solo 50 minutos después, a falta de una hora para el final. Hoy, siete horas de pruebas más a partir de las 17:00 (hora española).

Resultados del primer día de pruebas en Indianápolis