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IndyCarExhibición histórica de Álex Palou y bicampeonato de Will Power en Laguna Seca

El piloto español, con motor nuevo, mostró un ritmo muy superior, avanzó desde el undécimo puesto y ganó con medio minuto de ventaja para la victoria más aplastante en 25 años. Newgarden remontó 23 puestos para acabar segundo, pero no derribó a un Power que logró el podio que necesitaba.

Exhibición histórica de Álex Palou y bicampeonato de Will Power en Laguna Seca
El 'relámpago azul' de Palou dinamitó a toda la parrilla sin contemplación - IndyCar Media

10 min. lectura

Publicado: 12/09/2022 00:55

La dificilísima temporada 2022 de Álex Palou aún se guardaba un último as en la manga. Después de un año de frustraciones, juicios y objetivos a medio cumplir, el piloto español ha cerrado su temporada más complicada por todo lo alto con una impresionante e inaudita victoria en Laguna Seca, la más dominante de los últimos 25 años en el certamen con hasta medio minuto de ventaja. El escenario del Gran Premio de Monterey clausuraba la temporada de IndyCar con el título en juego entre otros cinco oponentes, y Will Power prevaleció cumpliendo con el podio que necesitaba para sumar su segundo entorchado.

Palou, que clasificó quinto, se había visto obligado a salir desde el puesto 11 por detectar Honda un problema en su unidad anterior, y su nuevo propulsor pareció dotarle de un ritmo absolutamente frenético. Ya en las primeras vueltas, pese a empezar con el neumático duro, ganó tres posiciones casi de inmediato, y avanzó otras dos en el mismo stint para situarse sexto a la caza de Romain Grosjean, que montaba blandos como casi todos los de cabeza. Mientras, el poleman Power retuvo su posición a la par que el novato Callum Ilott perdía plazas ante Alexander Rossi y un buen Pato O'Ward.

Desde el mismísimo comienzo, la cuestión estratégica y de gomas dominaba la conversación, en una pista muy abrasiva y sin grip. Tras varios cambios de posición, las primeras paradas se produjeron a partir de la vuelta 12, esperando Palou hasta la 19. Tras una mala detención de Grosjean, el español salió de pits quinto virtual con neumáticos blandos y a la vera de Ilott y Rossi, a los que rebasó sin contemplaciones en la vuelta 21 pese a que Rossi también llevaba blandos. Su extraordinario ritmo con duros, fuera casi de toda comprensión, se trasladaba también en parte a la goma blanda, y en apenas seis vueltas dio cuenta de O'Ward y Power para acceder al liderato de carrera.

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En ese momento, empezó a poner pies en polvorosa, ampliando rápidamente su ventaja a cinco segundos antes de las segundas paradas. Felix Rosenqvist había hecho un overcut muy efectivo parando más tarde que nadie, y con los blandos accedió al tercer lugar en la vuelta 34 a costa de O'Ward. Entre los cuatro rivales de Power, el mejor situado hasta entonces era Scott McLaughlin en octava posición por delante de Marcus Ericsson, pero la posición 25 de Josef Newgarden en la salida ya se había convertido en una undécima a base de otro 'overcut'. A su vez, estaba por delante de un Scott Dixon falto de ritmo, que probó a variar sus ventanas de paradas en busca de un golpe de fortuna que nunca llegó.

Y eso que estuvo cerca gracias a los problemas de Ilott, cuyo quinto puesto se evaporó al quedarse parado en la salida de pits tras su detención en la vuelta 38. Estando el coche en una situación poco problemática (más o menos), Dirección de Carrera optó por posponer dos vueltas el 'caution' para permitir parar a quien quisiera. Lo hicieron unos 16 pilotos, entre ellos los cuatro líderes, pero por detrás emergían los Penske con Newgarden y McLaughlin, que habían parado pocas vueltas antes de la amarilla. Rebasaban con ello a Grosjean, mientras Rossi cedía múltiples puestos con una parada adicional a la que acababa de hacer.

Tras la resalida de la vuelta 43, sabedor de que necesitaba forzar su suerte, Newgarden encendió su instinto animal, adelantando de forma sistemática en el Sacacorchos a O'Ward, Rosenqvist y Power para ponerse segundo. Sin embargo, en esas tres vueltas Palou había abierto un hueco sideral de siete segundos, que conservó e incluso llegó a ampliar hasta casi nueve segundos mientras Power se despeñaba a 20 segundos del líder, ahora con Grosjean y Rosenqvist en el retrovisor.

Sabedor de que no era suficiente, Newgarden adelantó su parada para montar blandos a la vuelta 61, y en ocho vueltas volvió a ponerse tercero, enjuagando casi todo lo perdido en tiempo. Palou respondió parando en la vuelta 69 para montar los neumáticos duros que tan bien le habían funcionado, y para cuando Newgarden hizo su detención final cuatro vueltas después recuperando el segundo puesto, la diferencia entre ambos era ya de 18 segundos. A partir de ahí, el español despegó, rodando más medio segundo por vuelta más rápido de forma constante.

Sin que sus oponentes pudiesen aspirar al bonus de vueltas lideradas, a Power le valía incluso acabar cuarto en caso de triunfo de Newgarden, y el desplome final de rendimiento de Grosjean en su último stint le facilitó la vida, ya que solo tenía que mantener a raya a Rosenqvist sin demasiado ahínco. Con Ericsson, McLaughlin y Dixon enfrascados en peleas futiles en mitad de tabla, el pescado estaba más que servido. Pero sobre todo lo estaba en cabeza, donde ni tan siquiera un susto al doblar a un desafortunado David Malukas sacó de concentración a Palou.

Habiendo llegado a tener más de 31 segundos de ventaja a su favor, el piloto de Ganassi cruzó la meta con una ventaja de 30.381 segundos, la mayor victoria registrada en una carrera de IndyCar en los últimos 25 años, siendo la última referencia el triunfo por 31 segundos de Alex Zanardi en las 500 millas de Michigan de 1997. Palou evitó que su defensa de corona terminase sin victorias, y además se quedó a un punto de la cuarta posición de la general, empatado con McLaughlin tras el sexto puesto del neozelandés.

Todo eran alegrías en el pit de Power, que culminó unas placenteras vueltas finales a tres segundos de Newgarden con su noveno podio de la temporada, la gran baza de un temporada de campeón en la que solo logró vencer en Detroit. Su gran consistencia se impuso finalmente a los triunfos y velocidad de su compañero, cuyos errores e infortunios en momentos clave terminaron por relegarle por tercer año consecutivo al subcampeonato. Entre los demás aspirantes, Ericsson acabó una agitada carrera llena de toques y duelos en novena posición, y un Dixon sin recursos suficientes vio fracasar en 12ª posición su posible séptima corona.

Rosenqvist acabó el año con una buena cuarta posición sobre un gran Christian Lundgaard, quien también se benefició por parar antes de la amarilla y cuyo buen cuidado de gomas le granjeó cuatro posiciones más hasta acabar quinto, asegurando de esta forma el premio al novato del año sobre un Malukas que solo pudo ser 13º. Grosjean remató su primera temporada en Andretti con un séptimo puesto tras otra oportunidad perdida de podio, y la trayectoria de Rossi en el equipo terminó con una discreta décima posición sobre su ya ex-compañero Colton Herta, que no logró compensar su puesto retrasado de salida.

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Con ello, llegó a su final una temporada frenética de IndyCar, una más, donde Palou no tuvo ni mucho menos su defensa soñada del título, pero en la que se han vuelto a presenciar momentos, situaciones y actuaciones que pasarán a la historia de la categoría. Aún queda mucho drama y dilema sobre cual será la composición final de la parrilla para la próxima temporada, con un propio Palou que ha sonado más indeciso que nunca este fin de semana, pero las próximas semanas dictarán sentencia. Y en marzo, todos de vuelta a St. Petersburg.

Fotos: IndyCar Media

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